Lo bueno… Lo malo…
Por Mariano Quintal Yam

Bueno es que ahora que se acerca la fecha fijada para renovar a nuestras autoridades, presidente de México, gobernadores, ayuntamientos, senadores, diputados federales y diputados locales y demás vividores del erario público, acudamos sin pretexto a depositar nuestro voto. No confundir a los vividores con los vivillos y corruptos, que los hay y precisamente para impedir que siga creciendo la maleza entre las plantas buenas, hay que podar, desyerbar pues, quitar las malas yerbas.
No olvidemos que la tercera acepción de vividor, según la Real Academia Española es: Dicho de una persona: Laboriosa, económica y que busca modos de vivir. Hasta aquí todo bien, pero lo malo es el cuarto significado que dice: Que vive a expensas de los demás buscando por malos medios lo que necesita o le conviene. Sus sinónimos: aprovechado, parásito, vivales, gorrón, sablista, frescales, sacacuartos, y abusador…
Nuestro voto debe de ser la criba, el cernedor que nos ayude a separar lo malo de lo bueno, para que los que detentan el poder, por mandato del pueblo, mediante el voto, se conviertan en la primera acepción de vividor, para decidir positivamente lo que es mejor para la sociedad que los empoderó, para que el respeto a sus derechos humanos, garantizados en nuestra Constitución, sea toda una realidad. Todo eso se conseguirá con una sociedad vigilante de que sus autoridades cumplan adecuadamente con sus funciones…
Nuevamente señalo que como publicó Mis-Noticias, la nota con el título: ¿Este proceso electoral que vive México, será uno de los más sangrientos que hayamos vivido?
El objetivo de recordarlo es que da tristeza, coraje saber que Alfredo Cabrera Barrientos, candidato a la alcaldía de Coyuca de Benítez, en Guerrero, fue ultimado a balazos, antes de su cierre de campaña en el mencionado municipio.
El agresor, fue ultimado también a balazos, porque el candidato tenía protección de hombres vestidos de civil y miembros de la Guardia Nacional, ya que desde hace un año contaba con medidas cautelares por amenazas de muerte y que ya había sufrido un atentado. Se dice que el mesnadero, se supone que, al servicio del crimen organizado, se unió al mitin en silla de ruedas, para eludir la vigilancia.
Nuevamente crespón de luto, que ni en el Estado de Guerrero, ni en ninguna parte del país, detendrá esta jornada electoral, que será histórica, si como se piensa la sociedad en pleno, al menos las personas ya en edad de votar, acudirán a cumplir con este deber cívico de elegir a nuestras autoridades, o mejor dicho a quienes detentarán el poder público que les cede la ciudadanía mediante el voto libre y sin presiones de ninguna clase.
Pero las habas se cuecen en todas partes, dicen, por eso es malo, muy malo lo que está sucediendo en el ámbito político de Estados Unidos, porque Donald Trump, ex presidente de ese país, y ¿candidato? de nueva cuenta a la presidencia, ha sido encontrado culpable de 34 delitos graves de falsificación de registros empresariales, cuando intentó silenciar a la estrella de cine porno, Stormy Daniels, para impedir que difundiera su romance con Trump, poco antes de las elecciones de 2016. Como se sabe el juicio tiene lugar en una corte de Nueva York. La sentencia podría ser dictada el 11 de julio próximo.
Bueno es que los “gringos”, dicho con respeto, diriman sus problemas electorales y si quieren tener o no a un presidente convicto es cosa de ellos, quizá porque ignoran los valores de la honestidad, la dignidad y… que con su pan, y no es partido político, se lo coman.
Por de pronto, a los mexicanos y mexicanas nos compete cumplir este dos de junio con nuestro deber cívico de acudir a las urnas electorales.
Tampoco hay que ceder, ante el inusitado avance del crimen organizado, que como ya se ha dicho en muchas ocasiones, está haciendo de México su campo de cultivo. Es tiempo de dar paso al cribador, con pleno respeto a las leyes, desde luego.
A las personas de bien les toca elegir a sus autoridades, pero la obligación mayor no es votar, sino vigilar que las y los votados cumplan con su deber en pro de la ciudadanía y del país. No hacerlo es traición a la patria…