Lo bueno… Lo malo
Por Mariano Quintal Yam
Malo sería olvidarnos del último adiós, para la columneja, cosa obligada –el último adiós, que no el olvido- a don Leopoldo Roldán Peniche Barrera, singular escritor que tenía inigualable columna: Yucatán Insólito, en la que reflejaba el “buen hablar” y las cosas curiosas de nuestros lares.
Se puede decir que Roldán, como le gustaba que le llamaran, era un escritor compulsivo, con numerosos libros editados, novelas, ensayos, crónicas, poesías y sus artículos periodísticos, siempre relatando las cosas hermosas de nuestra tierra, aunque también era traductor del inglés al español y viceversa. También fue dibujante y caricaturista.
Tuve el gusto de iniciar una amistad con él, en el desaparecido Diario del Sureste, hace ya luengos años y en otros medios también.
Igualmente paladeábamos de vez en vez una sustanciosa charla mientras escanciábamos una cerveza helada, o varias, en el igualmente extinto Bar El Bufete, allá en la convergencia de las calles 65 y 62, en donde se reunían periodistas y distinguidas personalidades que dieron lustre a nuestro terruño en sus tiempos, en las artes, la cultura en general, la “grilla”, pero que acudían al mencionado “vertedero de cultura” a escuchar las directas y enrojecidas frases de aquel, a pesar de todo, respetuoso Calvo Valencia, propietario del singular bebedero.
Roldán sí fue profeta en su tierra, funcionario relacionado con la cultura en diversas etapas, maestro en la Normal Urbana Rodolfo Menéndez de la Peña y otros planteles. Su vasta obra literaria lo hicieron recibir la Medalla Yucatán, la Héctor Victoria Aguilar y la Eligio Ancona. En 1992 le otorgaron el premio literario Antonio Mediz Bolio.
No podré decirle a Roldán: descansa en paz, porque tendrá mucho quehacer como parte de la banqueta literaria, que hoy reúne en el parnaso celestial a los tres pies que la sustentan: don Leopoldo Peniche Vallado, uno de los fundadores de Diario del Sureste; dramaturgo, escritor, periodista, político de renombre y sus vástagos Hugo Peniche Barrera, también singular escritor, especializado en deportes y ahora Leopoldo Roldán, quien se les unió el pasado día 6.
Entrañables amigos que andarán detrás de las insólitas crónicas celestiales, escuchando la estentórea bienvenida del Calvo Valencia…
Que así sea…
Bueno es que no se hayan olvidado las aportaciones de Felipe Carrillo Puerto y su hermana Elvia, para mejorar la vida de las clases más desprotegidas en Yucatán.
Esto lo dice la columneja, a propósito de la ceremonia que se realizó el pasado 25 de julio, en el Senado de la República para inscribir, escribir, o poner, como quiera usted decirle, en el Muro de Honor del Senado: “Felipe Carrillo Puerto, Benemérito del Proletariado, Revolucionario y Defensor del Mayab” y “Elvia Carrillo Puerto, Sufragista y Defensora de los Derechos de las Mujeres”.
Honrar honra, eso se ha dicho siempre, pero en este caso hay que señalar el prietito en el arroz en esa ceremonia, y fue la notoria ausencia del todavía gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal. A cambio de esta ausencia estuvo presente el gobernador electo, Joaquín Díaz Mena. ¿Por qué será?
Malo sería que nos olvidáramos de que la iniciativa para poner las letras en molde dorado fue de la senadora Verónica Noemí Camino Farjat y del también senador Raúl Paz Alonzo. Por cierto, que la senadora Camino lució con elegancia el terno representativo de la mujer mestiza del Mayab.
Inmejorable fue que tanto la presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Ana Lilia Rivera Rivera, Camino Farjat, Joaquín Díaz, Raúl Paz y Zulai Marcela Fuentes Ortega, familiar de Felipe y Elvia Carrillo Puerto, hayan recordado parte de la obra del “Dragón de los ojos verdes” como se le decía a Felipe y de lo hecho por Elvia en pro de las mujeres.
En el mismo acto Carlos Bojórquez Urzaiz, presidente del Comité Pro Centenario del Asesinato de Felipe Carrillo Puerto, destacó la importancia de recuperar la obra del personaje histórico, al recordar que el Mártir del Proletariado Nacional, luchó para que los indígenas consiguieran su libertad económica, fueran reconocidos sus derechos, y formaran parte de la nación mexicana sin perder su identidad cultural, lingüística, sus formas de organización independientes, sus tradiciones y costumbres.
Bueno será que el gobierno entrante de Yucatán cumpla con la intención manifiesta del Gobernador electo, Joaquín Díaz Mena, de basarse en el legado de Felipe y Elvia Carrillo Puerto, para transformar a Yucatán. El renacer del Mayab…dicen…
La columneja no debe de olvidar que en esa actividad estuvieron también Jorge Carlos Ramírez Marín, senador del PVEM; Roger Aguilar Arroyo, presidente municipal de Motul de Carrillo Puerto; Carlos Alberto Estrada Pinto, rector de la Universidad Autónoma de Yucatán y Marco Antonio Mena, director de la Lotería Nacional. ¿Será que ayudarán en la transformación de Yucatán?
Veremos