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Tristezas y esperanzas

Lo bueno… Lo malo…

Por Mariano Quintal Yam

La columneja regresa hoy con mucha tristeza, pero con fe en que sortearemos las injustificadas amenazas que se ciernen, no solo sobre el destino de México, sino en el mundo entero, y todo porque Donald en lugar de pato está actuando como chivo en cristalería, en su particular manera de desfacer entuertos, es decir, tratar de arreglar lo que según él está mal en su país.

Otro motivo que acentúa la tristeza es la partida al arcano, de personajes del mundo artístico: Paquita la del Barrio; aquella mítica Tongolele y Daniel Bisogno, pero malo es que nos adelantemos en el sendero de tristeza que puede ser gris, esperemos que no llegue a negro.

El faro que podría iluminar nuestra esperanza es la decisión de la Presidenta de México para defender a las y los connacionales, frente a los embates del chivo en cristalería que ya quiere apropiarse de territorios, como la Franja de Gaza, Groenlandia, el Canal de Panamá, anexarse a Canadá y renombrar los mares, al Golfo de México, pretende cambiarle su nombre por el de Golfo de América.

Claudia Sheinbaum, afirmó que es el derecho que tiene un país de nombrar las aguas que se encuentren frente a su suelo, pero enfatizó que solo puede hacerse dentro de los límites territoriales de cada pueblo, que serían unas 200 millas náuticas.

El pato que se lleva el bate, las pelotas y la mascota, salió a relucir cuando la agencia de prensa estadounidense, Associated Press demandó a la administración de Donald, por haber sido vetada del Despacho Oval y del avión presidencial Air Force One, por seguir llamando Golfo de México, al Golfo de México, y no es redundancia. Porque el chivito o patito, llámele como quiera, está haciendo su berrinche para que se le llame Golfo de América.

En su demanda AP dijo: “La prensa y todas las personas en Estados Unidos tienen derecho a elegir sus propias palabras y a no ser objeto de represalias por ello por parte del Gobierno. La Constitución no permite al Gobierno controlar la libertad de expresión”.

Precisamente en el Día del Amor y la Amistad Donald ordenó el veto a la AP porque: “Estamos muy orgullosos de este país y queremos que sea el golfo de América”.

La AP considera que a pesar de la nueva designación que Donald pretende, seguirá llamando con su nombre original a ese gran cuerpo de agua que baña las fronteras de Estados Unidos, Cuba y México.

Medios de prensa estadounidenses elevaron su voz de protesta, ante lo que es un atentado contra la libertad de expresión, pero Donald, en lo que aparenta ser uno más de los jarrones de cristal cortado que rompe se refirió a la AP como “lunáticos de izquierda radical”: Es “una empresa de tercera categoría con un nombre de primera”. Más claro ni el gallo canta…

Mesurada, Claudia Sheinbaum indicó, que puede Estados Unidos cambiar el nombre de las aguas, en 200 millas náuticas de su territorio, pero que para México y el mundo entero seguirá siendo Golfo de México…

De acuerdo a especialistas en la materia, afirman que el deseo de Donald, para cambiar nombres es puramente expansionista, como lo ha externado en su deseo de anexar a Canadá, a Estados Unidos, ya ha dicho lo mismo con la pretendida compra de Groenlandia y recuperar el Canal de Panamá.

Pero mucho cuidado ha de tener el chivo, porque los fragmentos de cristales pueden dañarlo, como se puede sentir en las numerosas protestas en la nación que comanda y los estertores que ya resiente la economía, como este viernes negro en Wall Street.

Lo triste es que México ya siente esas amenazas y la respuesta de la Presidencia de México, fue enviar dos iniciativas para la defensa de la soberanía nacional, esto por la posible intromisión de agentes norteamericanos luego de que seis cárteles de México fueran declarados agrupaciones terroristas por el gobierno de Estados Unidos.

Son reformas a los artículos 19 y 40 constitucionales, en éste se agregaría: “El pueblo de México bajo ninguna circunstancia aceptará intervenciones, intromisiones o cualquier otro acto desde el extranjero que sea lesivo de la integridad, independencia y soberanía de la nación, tales como golpes de Estado, injerencia en elecciones o la violación del territorio mexicano, sea ésta por tierra, mar o espacio aéreo.  Tampoco consentirá intervención en investigación y persecución alguna, sin la autorización y colaboración expresa del Estado mexicano en el marco de las leyes aplicables”.

En el caso del artículo 19 se agregaría el delito de terrorismo, a fin de proteger la vida pacífica en México.

Lo triste o malo de todo esto son las repercusiones que pueda tener en la paz y tranquilidad en las que viven la mayoría del pueblo mexicano.

A riesgo de aburrir a mis dos lectores, retornaré a la tristeza que embarga al medio artístico, después del recorrido por el medio político, por la muerte de la mítica bailarina Yolanda Yvvone Montes Farrington, mejor conocida como Tongolele, quien fuera toda una referencia en el cine mexicano, en su llamada época de oro.

Tongolele nació en Spokane, Washington, Estados Unidos y desde muy niña mostró inclinaciones por la danza. Participó en 28 películas.

Se casó con Joaquín González, músico cubano, con quien procreó a los gemelos Rubén y Ricardo, nacidos en 1950. Tongolele enviudó en 1996 y no se le conoció nueva pareja sentimental.

Se retiró de la vida pública, en 2015, aquejada por violencia senil.

¿¡¡Me estás oyendo inútil!!?!, con esa canción es casi imposible olvidarse que la interpretó muy exitosamente, entre otras muchas más, Paquita la del Barrio, quien falleció a los 77 años de edad, dejando gran tristeza entre sus seguidores.

Ella misma relataba las situaciones tan difíciles que le tocó vivir, tanto en lo sentimental como en lo económico, en su natal Veracruz, tiempos difíciles en los que atendía su fonda, en la que ella cocinaba y cantaba para beneplácito de sus clientes.

Sin embargo, su golpe de suerte, o reconocimiento a sus méritos llegó después de su participación en popular programa de televisión, hasta llegar a la venta de más de 20 millones de discos.

Su salud se vio minada y ya sus últimas presentaciones las hacía en una silla de ruedas.

Malo que se haya ido para el otro barrio la de este barrio, pero malo, muy malo que no se haya llevado a las ratas de dos patas que aquejan a la vida nacional, y privada.

Daniel Omar Aguilar Bisogno, sobrino de Angélica María, dijo adiós a la tramoya y las bambalinas, así como a las encendidas luces del foro, a los 51 años de edad, víctima de diversos padecimientos que finalmente acabaron con el cuerpo del artista.

En el medio artístico se le conocía como “El Muñe” o “El Muñeco”. Desde muy niño intervino en películas como Ya nunca más, con Luis Miguel y Gonzalo Vega, Fieras contra fieras y El más valiente del mundo. También hizo obras de teatro, pero se le conoció más por su trabajo en el programa de televisión, Ventaneando, desde 1997, con Paty Chapoy.

Bisogno estuvo casado con Mariana Zavala, del 2001 al 2005.

En el 2014 se casó con Cristina Riva Palacio con quien engendró a su única hija, Micaela, de ocho años de edad. La pareja se separó en el 2019 aunque se mantenían cercanos por los padecimientos del conductor.

El cuerpo del Muñeco no aguantó más las complicaciones derivadas de un trasplante de hígado y dijo adiós el pasado 20 de este mes, como nos informa Mis-Noticias.

Malo es que mis dos lectores estén dormidos después de tanto rollo, pero bueno es saber que México tiene una Presidenta, que lo defiende, con la confianza de que el pueblo entero la respaldaría en caso de ser necesario amparar a nuestro territorio.

Amén.