Plagio de tesis


Lo bueno… Lo malo…

Bueno es que se haya aclarado el asunto del plagio de tesis, por parte de la ministra Yasmín Esquivel Mossa, cuando la Facultad de Estudios Superiores Aragón, de la UNAM y el Comité de Integridad Académica y Científica del primer organismo concluyó que es un plagio de la tesis presentada por Edgar Ulises Báez Gutiérrez, en 1985.

Malo que se haya dicho que esa casa de estudios nada puede hacer y pasa la papa caliente a la Secretaría de Educación Pública, para que resuelva el asunto ¿?

Bien, observaremos y comentaremos lo conducente, en su momento, porque son las autoridades involucradas en este triste caso las que han de resolver cuál es la penalidad por el plagio de tesis, si es que la hay, y si ese documento, el que castiga el plagio, sirve de algo, por el momento parece que no.

Por de pronto el abogado Báez Gutiérrez dijo que denunciará a la ministra por falsedad en declaraciones, al señalar ésta que presentaría una declaración notariada, en la que Báez Gutiérrez dijo que había plagiado la tesis de la ministra.

Lo curioso del caso es que la asesora de ambas tesis fue Martha Rodríguez Ortiz, quien publicó y aparentemente firmó una respuesta vía correo electrónico, que no es un plagio… Bueno, esperemos que las autoridades correspondientes hagan su trabajo y apliquen la normatividad vigente, si es que existe, pero tal parece que sí…

La pregunta obligada en este triste asunto es: ¿Para qué pide la institución académica un documento, que como estamos viendo, sirve para nada? ¡¡VVVVaaaarrrrggggaaaassss!!

Un asunto realmente penoso, pero no es la primera vez que se conoce de casos de tesis plagiadas. En su momento se señaló a Enrique Peña Nieto, ¿lo conoce usted?

En agosto de 2016 fue señalado porque supuestamente su tesis para obtener el título de Licenciado en Derecho por la Universidad Panamericana, con la tituló El presidencialismo mexicano y Álvaro Obregón, en 1991. Se dijo que al menos habría plagiado a 10 autores y también un trabajo de Miguel de la Madrid Hurtado.

Y ya que hablamos de presidentes o aspirantes a presidentes, les diremos que un caso con denominador común, es el de Pedro Castillo Terrones y su esposa Lilia Paredes; él ahora es ex presidente de Perú, habrían plagiado su tesis, pero tampoco pasó algo, es decir académicamente, al menos que hasta ahora se sepa, aunque se dijo que más del 54% de la tesis sería plagiada.

Pero no todo está perdido, por ejemplo, a mi manera de ver, alguien hizo lo correcto, aunque al principio se resistió. Como ministro de Defensa alemán, Karl-Theodor zu Guttenberg renunció en marzo del 2011, cuando la Universidad de Baviera, en donde estudió le retiró el título, por el caso de plagio.

Y mire, en el mismo gabinete de Angela Merkel, su ministra de educación Annette Schavan renunció a su cargo de ministra de ¡educación y ciencia! La Universidad de Düsseldorf invalidó el título que le había concedido como doctora en Derecho desde hacía 33 años.

En el caso del ministro, se presentaron 15 mil firmas de titulados con el grado de doctor, con la exigencia de respeto a la propiedad intelectual, los esfuerzos académicos y el prestigio de las universidades.

Tan, tan.