Lo bueno… Lo malo…
Por Mariano Quintal Yam
Lo malo de que un amigo haga mutis eterno, es que los recuerdos afloran cual las aguas de un río avasallador…
Pero lo bueno ante esa pérdida que el tiempo se encargará de atenuar, es que los buenos momentos retornan, como si hubiera sido ayer, cuando vientos alisios acariciaban nuestra faz…
Y ahí estaba… con su uniforme de soldado ¿medieval? Casco de caballero andante y lanza en la mano, esperando el momento de entrar en acción.
Era una obra de teatro, si mal no recuerdo, en el teatro del Seguro Social.
Tiempo después ese jovencito llegaría hasta los dominios del aquel recordado Diario del Sureste, donde este escribidor era jefe de información.
Si mal no recuerdo el diálogo fue así: ¿Cómo te llamas?
-Manuel Renán Escalante Alcázar.
-¿Por qué quieres ser periodista?
-Porque me gusta escribir y además necesito trabajar.
-En estas lides del periodismo vas a trabajar mucho y a ganar muy poco.
-No importa. Necesito el trabajo…
Y ahí comenzó su carrera periodística Manuel, quien demostró realmente que quería aprender y vaya que aprendió.
Inquieto y trabajador, siempre en busca de un mejor nicho, su prospección, leal, honesta, lo llevó hasta Novedades de Yucatán, luego Milenio Novedades, Novedades Yucatán. Su inquietud lo llevó a Televisión Azteca, Canal 13 del gobierno del Estado de Yucatán. Quemó sus naves en uno de esos medios periodísticos, para poner su propio espacio en internet y venta de servicios editoriales.
La suerte no estuvo de su lado y tuvo que retornar a la prensa escrita, aunque no por mucho tiempo. Su inquietud y deseo de salir adelante lo llevaron a la jefatura de información del Diario 24 horas Yucatán, Esca Network y a la Inmobiliaria Yucateca.
Buen hombre de familia, sus esfuerzos de mejoría iban encaminados a la mejoría de su clan: Lorena Guadalupe Carvajal Herrera, con quien procreó a sus hijos Roberto y Daniel.
Nuestra amistad caminó a la par de sus proyectos, en una ocasión visité las instalaciones donde pretendía hacer realidad sus pretensiones empresariales y no dejaba de distinguirme como aliado, camarada…
El golpe sorpresivo, del que nadie está exento, se lo llevó para siempre el pasado viernes 22, en el amanecer…
A su amada familia, el gremio periodístico, les desea fortaleza para soportar la ausencia física, porque Manuel, mi buen amigo, seguirá presente, mientras el amor que sembró en las almas de sus seres queridos siga cálido, en cada latido de esos corazones…
Sigue con tus crónicas del América, periodista honesto…