Gobiernos van y gobiernos vienen


Lo bueno… Lo malo…

Por Mariano Quintal Yam

Gobiernos van y gobiernos vienen, eso es bueno, si esas caras de ovejas que contienen feroces lobos que van detrás del vellocino de oro tuviesen como fin último, proteger, cuidar a sus electores y electoras, pero…

Esto no lo dice la columneja solo por decir, no nos bastaría todo el espacio disponible de Mis-Noticias para recordar lo bueno y lo malo hecho por gobiernos de nuestros modernos tiempos, por decir, desde la primera nota de alternancia, Fox, Calderón, Peña y ahora el que se va a su rancho, con numerosas acusaciones, NO desmentidas, sobre su bagaje de corrupción familiar, obras que sirvieron para hacer nuevos millonarios y en sus postreros días el riesgo de una pretendida reforma judicial que pende como monumental y templada hoja de afeitar sobre las testas de la ciudadanía entera.

Y en el terruño una administración que deja presuntamente comprometidas las finanzas públicas por dos o tres administraciones. Una pretendida ley defensora de los derechos de las y los trabajadores del Estado “bajada” por inconstitucional, por la ahora tan agredida Suprema Corte de Justicia de la Nación. ¿Estarán sonrojadas las y los diputados que la aprobaron?

Y no tomemos en cuenta las lindezas del representante del Poder Ejecutivo local a quienes sus adláteres del Legislativo le destinaron cuando menos 20 millones ¿al mes? de pesos para su guardia personal.

De sobra son conocidas las protestas realizadas en este rubro, por la senadora Verónica Camino Farjat, por todos los rumbos del país, especialmente a través de sus redes sociales. Pero…

Malo, pésimo es que México, ante este panorama tan difícil, de pugnas políticas e incertidumbre para los mercados financieros, su ciudadanía se vea con una bala de cañón atada a nuestra pierna, de derecha o de izquierda, caminando por un tablón, con una posdata que irá a las profundidades del mar salobre y rebosante de miasmas de la corrupción. para el irrespeto de las prerrogativas fundamentales de todos los seres humanos que pueblan el mundo.

Pésimo es que seamos vecinos de pared a pared de un gigante de la economía mundial, algunos de cuyos dirigentes nos miran por encima del hombro y nos insultan señalándonos como los grasientos mexicanos, rateros violadores etc. etc., como sin pudor alguno lo ha dicho aquel presidente con minúscula, Trump, al que sí se le puede decir delincuente, dado su historial en las cortes de su país.

Muchos trabajadores al servicio del Poder Ejecutivo local, y nacional, están luchando por el respeto a sus derechos humanos, a quienes un gobernante sin pudor alguno pretendió escamotearles las prerrogativas consagradas en la ley, para acceder a una jubilación digna, decorosa. ¿Podrán resistir el embate de una recesión global que hoy por hoy amenaza al orbe, podrá resistirla ese orbe entero?

A esos trabajadores hay que recordarles que una golondrina no hace verano.

Que es la unidad la que les dará la fuerza para defenderse y poner en su sitio a quien corresponda. Como antaño lo hiciera México ante naciones poderosas.

Pero ojo, esa defensa habrá de hacerse de acuerdo a la razón, cuya fuerza es más que suficiente si está avalada por las leyes que millones de mexicanos y mexicanas lograron, a costa de sus vidas para tener el estado de derecho al que México ha llegado para proteger hasta el último hombre, o mujer que se sienta agredido ante los embates del poder proterviano que se esconde detrás de las entrelíneas de una ley noble, creada para proteger a las y los gobernados…

Que así sea.