De leones y leonas, obras en la Plancha y el tolete de la Gordis


Lo bueno… Lo malo…

¡Pásumecha, requetechévere que los Leones de Yucatán ya tienen su quinta estrella, es decir su quinto campeonato de la Liga Mexicana de Béisbol!

Y que los juegos estuvieron requetellenos de emociones; que llegaron hasta los siete juegos, el último que era de águila o sol y dejaron a los Sultanes de Monterrey, con todo respeto, peor que la alfombra mágica que le servía de Va y ven a Aladino cuando se iba de farra. ¡Uac bomba y uac bomba! Porque la afición beisbolera está de plácemes por sus pentacampeones.

¡Maaree! Ya quisiera ver a esos felinos enfrentándose a las Leonas de Ixil, que como nos ha informado Mis Noticias le pegan duro a doña blanca, con toletes de chukum, que no vean ustedes. Claro que si los Leones pierden el partido ante las damas dirán que ellos no son softbolistas sino beisbolistas, pero la verdad que las Leonas no necesitan que les den ventaja alguna. ¡Válgame Dios!

Y la excelente noticia es confirmar que los vecinos que viven en las proximidades de La Plancha, ya tienen la palabra del preciso y del gober de que les van a hacer sus casas allá mero, en el corazón del megaparque que se hará en ese sitio, y ya hasta se está limpiando el lugar.

Ni hablar, pues, un buen gobierno es el que está pendiente y les soluciona sus problemas a las y los ciudadanos que lo requieran. No solo tendrán sus casas, sino que con ella la seguridad jurídica, es decir los documentos que avalen que son dueños de sus propiedades.

Uac bomba y uac bomba, porque además de eso Mérida tendrá un parque en 22 hectáreas de terreno y una inversión de mil 300 millones de pesos.

Uay, si hasta se les abrieron los ojillos a algunos constructores de aquellos tiempos de la “corrupción rampante”, cosa que nos aseguran ahora no pasa, porque nuestro Ejército está metido a constructor. ¿Y aquel militar acusado de irregularidades en la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles, creo que con los ángeles o en Los Ángeles, con dolarucos…?

Pero retornando a las cosas buenas ese megaparque tendrá área de juegos infantiles, pista de patinaje, parque para mascotas, lago o lagos artificiales, con malecón alrededor, gimnasio al aire libre ¿Gratis? Mercado gastronómico. Uay, ¿Qué es eso? Ciclopista ¿Serán esos sujetos que solo tienen un ojo? Museo de la luz, museo del ferrocarril, anfiteatro hasta para 10 mil personas sentadas, nos dicen, y estación de Le Tram, para que se den unos toques quienes vayan a utilizar el tren maya y puedan transportarse a su paradero cómodamente. No piensen mal ese sistema es eléctrico.

Uay, cuidado con los especuladores de terrenos, que van a querer comprar por centavos lo que después piensan vender en euros cuando ya el megaparque esté listo, sobre todo de esos “jidatarios” con nombre y apellidos de tierra turca y tienen miles de hectáreas como sus legítimas propiedades, por haber trabajado en la “jinca”, o en el plantel, con la firma de jueces y autoridades ejidales, a las que les untaron las manos no precisamente con manteca o mantequilla. Sino con algo verde. Cada quien piense lo que quiera… Mientras tanto los ejidatarios auténticos piden que les devuelvan sus 35 mil hectáreas que les robaron. ¿Será?

Bueno, muy bueno que la Organización Mundial de la Salud, OMS, asegure que está ya muy cerca el que la humanidad “domine” al Coronavirus-19 o el “chiwogusano” que puso en jaque al mundo entero, de acuerdo a lo que nos informan los medios de comunicación.

Atribuyen al director general de ese organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus el decir que el final de la pandemia “está a la vista”.

Esto se afirma, según lo publicado, debido a que hace siete semanas que las muertes a causa del “chiwogusano” han disminuido en todo el mundo.

Rebosante de optimismo don Ghebreyesus, y no es para menos, decimos, también recomienda no tener confianza en exceso.

Y lo malo, pésimo sería que, por esa confianza en exceso, como parece estar sucediendo, en el planeta, las naciones disminuyan las restricciones y vuelva a crecer el ataque del “chiwogusano” y van de nuez los contagios y consecuentemente las muertes aumenten de nuevo el número de bajas de la humanidad.

Por de pronto en Yucatán, ya dijo el gober que los cubrehocicos, tapabocas, les dicen, ya no serán obligatorios más que en los hospitales y el transporte urbano. Jelé.

Yo no sé de gobiernos ni de mercadotecnia y del asunto de reactivar la economía, pero lo que sí sé es que solo tengo una vida y por tanto debo de cuidarla. Así que yo sigo con mi tapahocico y anexas.

Por eso es bueno que no se baje la guardia y se sigan aplicando las vacunas, los cuidados con la higiene, para evitar que el “chiwogusano” entre en nuestro organismo o en el de nuestros familiares.

Y ya mejor me voy, porque nuestro editor está muy “chiva”, que porque estoy muy retrasado –no mental, creo- sino con mi material, y porque la Gordis se convirtió en el cuarto tolete de chukum, de las Leonas de Ixil. Y no vaya a ser que su tolete me lo encomiende en mi cabecita, o en cualquier otra parte de mí cuerpecito y me reclame de nuez, que porque no llevé las tortillas y que la comida estuvo fría porque la compré de último que por andar tomando los tragos con el compadre, o los compadres, pero a ver cómo salgo de esta.

Creo que la mejor forma es que me vaya con nuestro senadorazo cambiapartidos, no de béisbol, sino de bando, ¿será el bando de Carnaval, pos si él no es payaso, o sí? Nuestro senadorazo que antes era azul y ahora es moreno. Yo le daría un consejo, más que pedírselo y es decirle que tenga mucho cuidado, porque cuando las serpientes cambian de partido, que diga, de piel, quedan muy vulnerables y tienen que andarse escondiendo para que no les dé ni el sol, hasta que sus compañeros de bancada se acostumbren al cambio, les relumbre su nueva piel y ya no le digan cooxvirar, aunque ¿Cómo le hará para seguir moreno si lo perseguirán para siempre el color y las huestes azules, por el resto de su existencia? ¿Será que el amarillo del sol también?

¿Y si se vuelve tricolor, porque ya no creo que quede verde de envidia o de verde dólar, o sí?

¡Uay, las tortillas, las tortillas, o el tolete de chukum!

Pero ¡ya sé! Acudiré al Congreso, que ya aprobó una iniciativa para evitar la violencia familiar.

No, mejor no le busco, porque me puedo encontrar con el tolete de chukum de la Gordis, con iniciativa o sin ella. Mejor no le busco, no le busco…