¿Tiene usted un familiar en el extranjero?


Vía y cruces de los derechos humanos

Día Internacional de las Remesas Familiares

Si la respuesta es positiva, lo más seguro es que usted piense en la necesidad de enviarle un dinero, si está estudiando en el país de allende los mares. Pero también es posible que ese familiar sea el único sustento de una familia que espera dinero, obtenido mediante el trabajo honesto en un país extranjero.

La Asamblea General de la ONU proclamó el 16 de junio como el Día Internacional de las Remesas Familiares en apoyo de más de 200 millones de mujeres y hombres migrantes que trabajan en otros países y envían dinero para sustento de sus familiares, más de 800 millones de personas que esperan más que el dinero el ansiado retorno de su familiar.

Esta efeméride nos mueve a la reflexión acerca del sufrimiento no solo por la ausencia del ser querido, sino por la incertidumbre respecto a la seguridad de la familia, en el país de origen, o en el país donde se trabaja.

Igualmente es necesario reflexionar en la resiliencia, capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos, que requieren para superar los problemas del trabajo y las peripecias para enviar dinero a sus seres queridos. Todos esos problemas, inseguridad en el trabajo, desastres naturales, abusos, etc., agravados por la actual pandemia.

La ONU considera que el dinero enviado por los migrantes a sus familias, por bajo que sea “son un salvavidas para el mundo en desarrollo” porque ese dinero triplica el importe de lo que se destina en todo el mundo a la asistencia oficial para el desarrollo.

No perdamos de vista que en muchos casos esas remesas financian las necesidades básicas de las familias, a quienes les abren también un campo para ir en pos de oportunidades de desarrollo.

Esa derrama económica no es solo importante para las familias de las y los trabajadores migrantes sino, en el caso de México, el año pasado, fue de alrededor de 40 mil 606 millones de dólares, de acuerdo con registros del Banco de México. Traducidos en pesos mexicanos son 875 mil millones de pesos, lo que representa poco más del 3.8% del Producto Interno Bruto.

No hay ninguna duda respecto a lo que esa enorme derrama económica presupone para nuestro país, pues de acuerdo a Juan José Ling, economista de BBVA, en declaración a El Economista precisa que la cifra ya mencionada supera el presupuesto que ejercieron la SEP, Secretaría de Salud, Trabajo, y Previsión Social, del Bienestar y de Cultura, todas ellas juntas.

El objetivo no es hacer un análisis exhaustivo de lo que generan los trabajadores en el extranjero, sino reflexionar ante el esfuerzo productivo, pese a los riesgos ya sabidos y el sufrimiento de estar lejos de sus seres queridos que finalmente los trabajadores migrantes logran con tesón y esperanza en salir adelante junto con los integrantes de su familia.

Todas y todos los trabajadores, no solo los migrantes merecen el reconocimiento por el esfuerzo y la entrega en su trabajo para salir adelante, en muchas ocasiones, lejos de vicios y actitudes negativas que empañan con mucho la buena voluntad de quienes quieren progreso y bienestar, más que para sí mismos, para sus dependientes que algún día serán cimiento de nuestra nación.

 Vale la pena alejarnos de las cruces que nos dejan la falta de respeto a los derechos humanos, para transitar por la vía expedita del amor a la familia, lejos de vicios y de los juicios de valor que tanto nos alejan de ser personas de valía y dignidad indiscutible.