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Apóstoles de la enseñanza

Lo bueno…Lo malo…

Por Mariano Quintal Yam

-Papá y mamá son los primeros maestros de los hijos

Malo es que la columneja no haya felicitado -el pasado 15 de mayo- oportunamente a las y los maestros, en todos los niveles del sector educativo, sector sin duda importante en la formación de niñas y niños que abrevan en las fuentes del conocimiento, para insertarse algún día en el sector productivo de México y de sus familias…

Desde luego que no se pretende pedirle peras al olmo, aunque es lo ideal, que TODOS y TODAS las y los trabajadores de la educación sean como las y los numerosos “apóstoles de la enseñanza” que han dado su vida en el sector educativo, para encontrar nuevos rumbos en el campo de la educación…

Lamentablemente también existen numerosos ejemplos de mentores y mentoras que siguen haciendo vigente aquello de que la letra con sangre entra…

Y conste que hablo con conocimiento de causa, del maestro valentón que para dominar a un niño de siete años le aporreaba grueso anillo como manopla al escuincle “irreverente”. La columneja no da nombres, con la esperanza de la redención del dizque maestro o maestra que cuadran con el caso citado…

Vaya un cálido saludo y reconocimiento para maestros y maestras ejemplares que dan y seguirán dando su vida para hacer mejores ciudadanos y ciudadanas en el seno de las aulas escolares.

Malísimo sería que la columneja no trate de hacer que volvamos la mirada hacia esa pareja de maestros que -quizá ignorándolo del todo- todos y todas tenemos en el seno de la familia. Sí, me refiero al padre y a la madre, que acaso sin saber, y en ocasiones sin el mínimo de preparación, se convierten en los primeros maestros de esos niños y niñas que luego irán a fortalecerse en las aulas escolares.

Family reading the Bible together in their living room.

Muchas veces, padres y madres, sin preparación para hacerlo, solo replican lo que a su vez recibieron de sus propios padres a manera de enseñanza y que en el seno del hogar en muchas ocasiones se convierte en lucha por el poder entre padres e hijos. Pero esa es otra historia…

En esos primeros maestros, hijos e hijas aprenden lo primordial para su interacción con su entorno, normas de urbanidad, respeto a las leyes que impone la familia a manos de esos maestros paternos que el lexicón define en general como persona que enseña una ciencia, arte u oficio, o tiene título para hacerlo.

Dígannos, quién que haya amado a sus padres, no intenta ser como papá o mamá, algunos amorosos, otros autoritarios, pero pese a cualquier inconveniente se les ama como se ama a un héroe imaginario, aunque esos dos primeros maestros de la ciencia de la vida forjan el carácter de sus hijas e hijos.

A todos ellos la columneja los felicita y reconoce su trabajo en aras de la buena, excelente educación de los hijos e hijas propios o ajenos…

Por cierto, que mientras aporreo las teclas de mi vetusta computadora, trabajadores de la educación hacen uso de sus derechos sindicales –en ocasiones abuso- y están en plantón, allá en la capital de la República. Desde luego las quejas no se han dejado de escuchar en todo el territorio nacional y por de pronto en el zócalo capitalino se realiza un plantón indefinido, que será levantado solo si hay un acuerdo en las demandas, con el gobierno federal, al menos eso dicen.

En nuestro Estado, la Asamblea Nacional de Jubilados y Pensionados se ha manifestado ante el palacio de gobierno estatal, pidiendo, insisten, en la derogación de la Ley del ISSSTE 2007, la cual consideran dañina a sus derechos laborales, sus jubilaciones y salarios.

Bien, por quienes defienden sus derechos, con base en las leyes existentes, porque la defensa de los derechos de las personas no implica dañar los derechos de terceros, ajenos a esas demandas.

México y especialmente Yucatán requieren que las y los servidores públicos sean eso: servidores de quienes directa o indirectamente votaron por ellos para servir a la sociedad en todos sus sectores y no servirse de ella. Tan, tan.

El chivo en cristalería, por el momento, ha visto frenadas sus nefastas intenciones de gravar las remesas que trabajadores y trabajadoras en gringolandia les envían a sus familiares, en cualquier otra parte del mundo, desde luego México, principalmente.

La fobia del pato Donald, ¿el de Disney?, se ha visto frenada en el Congreso de Estados Unidos, cuando legisladores republicanos –algunos ya califican este asunto como “fuego amigo”- se unieron a los demócratas para rechazar el paquete fiscal que lleva entre sus “patitas” un impuesto del 5% a las remesas que las y los trabajadores migrantes o no, envían a sus familiares fuera de Estados Unidos.

En la propuesta de Donald se contempla desmantelar el programa de alimentación y salud para las personas más pobres, con lo que se contempla un ahorro de tres billones de dólares. Esta lucha todavía no termina…

Poderoso caballero es Don Dinero, dijo la musa Sor Juana…

Por cierto, que la aversión de Donald a las y los migrantes será porque ¿él es hijo de migrantes? Se indica que sus abuelos paternos eran inmigrantes alemanes. La progenitora de Donald, Mary Anne es de origen escocés.

¿Recuerdan a Arnold Schwarzenegger, de origen austríaco? En 1994 votó en favor de la negación de servicios de salud y educación a los inmigrantes ilegales, pero luego fue declarada anticonstitucional.

No, si para que la cuña apriete…