Profundo pesar por los 10 mineros que siguen en las entrañas de la tierra


Lo bueno… Lo malo…

Tristeza y profundo pesar existe en el país, por el infortunio de los 10 mineros que todavía están en las entrañas de la tierra, allá en Las Conchas, en el paraje La Agujita, en Sabinas Coahuila, en la mina conocida como El Pinabete.

Son diez, trabajadores mineros, a quienes les deseamos lo mejor, para que puedan salir con vida de ese infierno de agua y tierra en el que quedaron atrapados. Hasta el cierre de esta nota se indica que los rescatistas seguirán en su trabajo desesperado, bombeando agua, para poder llegar hasta los mineros atrapados.

Insisto, nuestros mejores deseos para ellos y nuestra solidaridad para con sus familiares que pese al tiempo transcurrido, más de una semana, todavía conservan las esperanzas de un final feliz.

Lo bueno es que la justicia, aunque lenta como tortuga coja, está “pensando” en fincar responsabilidades al dueño de la mina, por la explotación ilegal de bienes de la Nación, previsto y sancionado en el artículo 150 de la Ley de Bienes Nacionales, tratándose de un delito de acción permanente e intencional, en los términos señalados en el Código Penal Federal, de acuerdo a un comunicado expedido por la Fiscalía General de la República.

También ministros de la iglesia católica han alzado la voz en torno a las condiciones de inseguridad en la que desempeñan su trabajo los obreros de la minería.

Nuestro mejor deseo es que hagan lo necesario y si todo culmina con éxito, haya felicidad cuando, lista dada a conocer por CNN: José Luis Mireles, 46 años; Mario Alberto Cabriales, 45 años; Jaime Montelongo, 61 años; Sergio Gabriel Cruz Gaytán, 41 años; Jorge Luis Martínez Valdez, 34 años; José Rogelio Moreno Leija, 42 años; José Rogelio Moreno Morales, 21 años; Margarito Rodríguez Palomares, 39 años; Ramiro Torres Rodríguez, 29 años y Hugo Tijerina Amaya, 29 años salgan de ese martirio para estar de nuevo con sus seres amados. Y no después, quienes pudieran tener alguna responsabilidad en este triste asunto, vayan a querer tapar el pozo, mejor dicho, la mina, como el mejor de los santos remedios.

Las autoridades tienen que redoblar sus esfuerzos para cumplir con el compromiso adquirido al aceptar su puesto y donde haya delito, castigarlo conforme a la ley correspondiente y no dejar transcurrir el tiempo cuando se tienen consecuencias como las que estamos atestiguando en las entrañas de la tierra.

Recuerden señores funcionarios, que también pueden tener responsabilidades, en el caso del incumplimiento de la ley, por omisión y tan tan.

De verdad que las malas noticias no dejan de llegarnos por todas partes y malo es que tengamos que comentar el que ya en Yucatán hay 18 casos de la viruela, el sarampión, o como quiera usted llamarle de esa que le está dando a las personas, pero se dice que es del mono.

Esta terrible situación nos está haciendo perder un poquito la perspectiva del peligro que todavía representa el Covid-19, que este lunes 15 reportó 52 nuevos casos y dos fallecidos, de acuerdo a la información proporcionada por Mis-Noticias.

Pues a ese peligro latente se une el de la viruela del primate y ya no quiero ni acordarme de eso, porque la Gordis no sé cómo se enteró de lo que publiqué en mi comentario anterior, y ¿Qué creen? Que me obligó a darle de besos a su condenado mono, el que les dije que le regalaron hace como dos años y que está bien, pero bien peludo, como si fuese un orangután. ¡Uácala!, pero tuve que obedecer…