No olvidar nuestra historia


Lo bueno… Lo malo…

Malo, muy malo, pésimo que alguien tenga que apoyarse en la fuerza pública para avasallar los derechos de toda una población, por encima de nuestras leyes, y den pie a una pelea de tierras, en las que la duda legal es la principal causa.

Mis-Noticias dio amplia cobertura al caso de la disputa de tierras, en la sección de Policía, en la que se informa que el empresario Chikri Abimerhi Bodib se apropió de más de 300 hectáreas de tierras que al parecer pertenecen al ejido de Ixil, de acuerdo a lo que se dijo en una reunión en la que la Fundación Yansa, mediante su representante Sergio Oceranski aseguró que esas tierras  están en un área ejidal de uso común y que podría no haberse certificado al ejido, lo que significa que nadie puede disponer de  esas tierras, hasta que las autoridades agrarias no aclaren a quién pertenecen.

De esas tierras se dijo que hubo una compraventa entre Julio Espinosa Loret de Mola y Chikri Abimerhi Bodib, de unas 262 hectáreas pero esa sería una compraventa entre particulares, que no han exhibido títulos que amparen la legitimidad de la pertenencia de esas tierras, que hasta el momento se dice que siguen siendo ejidales.

Pero lo que está pésimo es que la fuerza pública haya incluso lesionado a una persona que participó en la protesta en contra de lo que consideran es un despojo de la propiedad comunal, en ese lugar se asegura que parte de la población realiza actividades agrícolas en el esfuerzo diario de subsistencia.

Veremos.

Muy bueno que se trabaje para no olvidar nuestras tradiciones y consecuentemente nuestra historia.

Desde el recinto del Poder Legislativo el senador Jorge Carlos Ramírez Marín hizo un llamado urgente a las y los integrantes del Congreso del Estado de Yucatán, para que se hagan las adecuaciones legislativas que permitan que vuelva a usarse la bandera yucateca, en los edificios públicos del Estado.

El Senador por Yucatán propuso ante el Congreso de la Unión reformas al Artículo 135 Constitucional, para reconocer los símbolos distintivos en las entidades federativas del país.

En 1823 se realizó el primer Congreso Constituyente de Yucatán, y al cumplirse doscientos años de esa efeméride, dijo Ramírez Marín: En el marco de esta conmemoración recordamos que estamos hablando de un Congreso que ha sido no de un Estado, sino de un país y lo fue en un caso de más de 6 años y cuando se fundó no era el Congreso del Estado, sino de Yucatán, porque el estado era independiente, se había separado de España y no se había incorporado a México. Casi un año después se incorporó, un 15 de septiembre y por eso la bandera de Yucatán debe ondear con la mexicana en esa fecha, aseguró el senador.

En este contexto bueno es que no se olvidara que hay también un Himno de Yucatán, con letra de Manuel Palomeque Solís y música de nuestro inolvidable José Jacinto Cuevas, que curiosamente no canta las glorias de nuestro terruño, sino la gesta inolvidable de las armas nacionales que acabaron con el nefasto sueño de un imperio venido de allende los mares.

Muy bueno, excelente el no olvidar nuestra historia, ni los símbolos que acrecientan el amor por este girón de la patria mexicana, ni la grandeza de esta misma.