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Migración centroamericana

 El comentario

Recuerdo que un día en el primer trimestre del 2008, le propuse al director general del periódico donde prestaba mis servicios editoriales, que me permitiera viajar a la frontera sur (México-Guatemala), con la finalidad de realizar un trabajo periodístico de investigación, relacionado con la migración de hermanos de Centroamérica y otras cosas que yo encontrara de interés informativo durante el viaje.

Don Mario Renato, con esa mirada que no muchos podíamos sostener, me cuestionó luego de aceptar mi propuesta: “quién pretendes que te acompañe?”. Mi respuesta fue determinante: “nadie Don Mario, es un viaje obligado a realizar sólo, por el alto riesgo que representa y yo solamente puedo responder por mí mismo y lidiar con todos los peligros que la tarea va a tener”.

“Adelante Rojas, que se prepare tu salida para cuando tú consideres”, me respondió. A los pocos días acompañado de mi pequeña grabadora reportera y una cámara fotográfica digital así como mi mochila solamente con lo necesario y vestido casi como un soldado en campaña, abordé el Boeing 737 de Aviacsa a la Cdmx y luego por la misma aerolínea y avión similar, el vuelo a la capital de Chiapas (Tuxtla, Gutiérrez). A punto de abordar el vuelo, pude pactar mi primera entrevista ya en vuelo, con una verdadera Diva del Cine, el Teatro y la Televisión: Ana Martín.

Luego de que los mandos del vuelo lo permitieron, me levanté para ir al lado de la bella Ana Martín que en ese entonces a sus más de 60 años, permanecía muy atractiva; la acompañaba una dama que me presentó como su hermana. La carismática artista hija del consagrado cómico Jesús Martínez Rentería “Palillo”, respondió siempre con una bella sonrisa a todas mis preguntas. Me dijo entre otras muchas cosas, que viajaba a Tuxtla para recibir un homenaje a su trayectoria artística (uno más); igual me respondió que permanecería soltera por siempre, aunque todavía tenía muchos pretendientes (seguro hasta hoy).

Aproveché preguntarle sobre Yucatán y respondió que le encanta mucho nuestra tierra, que disfruta cada vez que puede ir y que le fascina la comida yucateca que acompaña siempre con chile habanero. Sobre los hombres yucatecos, dijo que son muy románticos y muy caballeros, pero que tampoco aceptaría casarse con uno de la tierra del “Faisán y del Venado” porque adora su soltería y así estará hasta el final de sus días (parece que cumplirá).

Fueron más de 20 minutos de amena charla y luego de despedirnos en el aeropuerto de Tuxtla, continúe mi camino y salí del aeropuerto para llegar hasta la carretera federal. Tras recorrer al menos 2 kilómetros, llegué al punto y casi de inmediato escuché el ruido de una moto que se iba acercando; para mi buena suerte, era un moto taxi y le hice la señal para detenerse; me trasladé al cercano municipio de Chiapas de Corzo por solamente 5 pesos y de allí en una “combi” a Tuxtla Gutiérrez, pagando 30 pesos, para luego caminar algunas calles hasta la central de autobuses y salir para la fronteriza ciudad de Tapachula.

Ya en el autobús con el sol ocultándose, me dispuse a ponerme lo más cómodo posible para aguantar las 6 horas de viaje. Al cruzar los “Altos de Chiapas”, el frío me puso algo incómodo y me hizo pensar en los riesgos que venían por delante, sobre todo que me dirigía a un lugar donde la delincuencia es muy alta y más de un periodista había sido víctima de criminales; inclusive, asesinados. Me pregunté si valía la pena el riesgo y mi interior me respondió: “Ya estás aquí, sigue adelante”. Así lo hice! Continuará…

Jorge Alberto Rojas Gamboa. Mérida, Yuc., febrero-03-2021 Gracias por reenviar a sus contactos  nuestra columna. Móvil: 9999041216. Nota al calce: Muchas felicitaciones a quienes hoy cumplen años. Hasta la próxima D.M.!