La democracia sí tiene un precio


Lo bueno… Lo malo…

Qué bueno, requetechévere lo que dijo la ex mandataria de Yucatán convertida por obra y gracia de la democracia, sí, así, en verso para que se oiga, aunque no se comprenda, más bonito, en legisladora federal y representante de la bancada naranja, ¿será naranja agria? Ya veremos.

Ooooohhh estoy tan emocionado que se me olvidó lo que dijo, pero mejor me auxilio con lo que publicó Mis-Noticias: “Hay que dejar de ponerle precio a la democracia para poder transitar a una democracia de calidad que realmente empodere a la ciudadanía. Que le responda a la ciudadana y al ciudadano no solo a la hora de votar, sino que la democracia sea parte de nuestra vida cotidiana, que seamos verdaderamente una República”.

Malo es que por de pronto niega que México sea una República.

Peor es que no recuerde que para llegar a nuestra democracia, se perdieron miles de vidas de mexicanas y mexicanos que lucharon por la libertad, la autonomía como nación y por supuesto el derecho de elegir libremente a nuestras autoridades en procesos electorales que si no son perfectos –algunos dirigentes, entre ellos gobernadores y gobernadoras hicieron uso de su poder para, sin ser redundante, dejar en el poder a quienes ellos consideraron podrían cuidarles las espaldas, perdón por el dislate- podrían mejorar el sistema democrático y tan ¿limpio?, de sus tiempos, que les dio oportunidad de tener, en ese entonces: “la democracia perfecta” ggggggg (onomatopeya de la risa). ¿Habrá impuesto a algún candidato o solo lo roló? Vvvaaarrrrggggaaaaaassssss.

Lo requetepeor es que no reconozca que la democracia siempre ha tenido un precio, y ese es la honestidad, la limpieza de actuación de las y los funcionarios, la transparencia para realizar obras y acciones que muchas veces atentan contra las prerrogativas fundamentales o de la ciudadanía o de algún ciudadano o grupo en particular…

¡¡¡Bravoo por nuestra legisladora, con minúscula!!! Desde una de las más altas tribunas de la democracia en México le espetó al consejero presidente del INE: “Qué hizo y que se planea hacer desde el INE para evitar la intervención de funcionarios públicos en el proceso electoral en favor del partido en el poder y cuáles fueron las medidas ante la intromisión del Ejecutivo desde su “conferencia mañanera”.

Bravo, bravo, clap, clap, clap (onomatopeya de aplausos y más aplausos). No sé por qué recordé de pronto aquella sentencia bíblica: Aquél que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra.

Y verán ustedes porqué del entusiasmo: “Sin reglas electorales actualizadas y sin procedimientos transparentes, es imposible que el ejercicio de los derechos de participación ciudadana consigan ser la base de legitimidad democrática del poder público”.

Procedimientos transparentes, no sé por qué, pero creo que la ex mandataria sí fue muy transparente para el ejercicio de las obras, no le ocultó nada a la ciudadanía e incluso las grandes obras realizadas NO fueron clasificadas para mantener la secrecía, por cierto tiempo yyy… O Sí. Gran Museo del Mundo Maya yyy…

Esto me recordó al pretendido golpeador de periodistas, es ma… sinónimo de golpeador, o de mamá, no lo recuerdo, pero…

Desde esta humilde columna vaya nuestra solidaridad para los periódicos Por Esto!, que están sufriendo los embates del poder en Quintana Roo y Campeche, de acuerdo a las informaciones periodísticas recientes, en detrimento de la libertad de información y de los derechos humanos de las y los trabajadores de esos medios informativos.

Mejor me voy corriendo en busca del filósofo francés y muchas otras cosas más, Francois-Marie Arouet, Voltaire, a quien se le atribuye la frase: ‘Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo’. Siempre y cuando lo que se dice sea verdad, la verdad y nada más que la verdad.

Uay, ¿Qué voy a hacer cuando la gordis me pregunte, dónde estuve? Si le digo que en la cantina con otras gordis me va a uaskopear pero…

¡¡Voltaaaiiiirrrreeee¡¡. No puedo dejarte mal, diré la verdad, la verdad y nada más que la verdad…