Falso machismo


Lo bueno… lo malo…

¡Qué bueno!, don Liborio Vidal, el flamante secretario de educación del Gobierno del Estado informa con bombo y platillo que ya están desafiando al chiwogusano en las aulas escolares 140 mil 477 alumnos, para asistir a lo que ahora se dice son clases presenciales, anteriormente las y los educandos estaban haciéndole la vida de cuadritos a sus papáes y mamáes o ¿es mamás y papás?, entre quienes está de moda la pregunta: ¿En qué grado escolar vas? En primaria, secundaria o preescolar etc., es la respuesta, según sea el grado que cursen sus hijos, a los que les sirven de maestros… además de madres y padres

Lo malo es que el amigo Libo no dijo que, en los 3 niveles de educación básica en Yucatán, según informa en su página la SEGEY, hay 416 mil 435 alumnos, 212 mil 221 hombres y 204 mil 214 mujeres, atendidos por 22 mil 297 maestros y maestras. Aquí no dan la desagregación de género. Pero… sí dan el número de las escuelas: 3 mil 270. Así que han regresado a las aulas menos de la mitad del alumnado de educación básica, que está integrada por preescolar, primaria y secundaria.

Pésimo es saber que el ausentismo, quizá por falta de oportunidades, se refleja en el total de alumnos en primaria: 228 mil 631 contra 107 mil 505 en secundaria. ¿La lógica no indica que debería haber una cantidad similar en ambos grados escolares? ¿Falla el Estado, fallan los alumnos, fallan papá y mamá? Que lo averigüe Vargas.

Muy bueno que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, DIF Yucatán, esté apoyando a niñas, niños y adolescentes para exponer sus talentos artísticos, precisamente en el Concurso de Talentos, de acuerdo a lo que nos informa Mis-Noticias.

Zuleymi Lizzet Canul Uicab, de 16 años de edad y originaria de la comisaría de Yaxunah, Yaxcabá ganó el certamen con sus canciones en lengua maya, por encima de más de 80 niñas, niños y adolescentes de 23 municipios, a quienes esta columna los felicita sinceramente. A quienes no estuvieron en los primeros lugares hay que decirles que no dejen de participar, insistan, porque no sabemos hasta dónde pueden elevarlos sus talentos artísticos. No olvidemos el ejemplo de Armando Manzanero Canché, recientemente fallecido, y de tantos y tantos más que escalaron la cima del éxito en base a su esfuerzo y dedicación, desde una humilde cuna.

Y maareee ya me había picado felicitando a estos jóvenes y se me estaba olvidando el lado malo de este asunto y es que el Estado debe de apoyar ¿lo hace? también a las y los artistas que están pasando las de Caín por el asunto ese de que el chiwogusano, ha limitado la asistencia a los espectáculos masivos. Ojalá le encuentren la cuadratura al círculo para apoyar las artes, la cultura en todas sus formas, que alimentan el espíritu, pero que hoy por hoy están desalimentando los cuerpos de las y los artistas. No hay que ser, ellos también tienen su corazoncito y antes de la pandemia sus lonjitas. ¿Masinó?

 Positivo es el apoyo que se le da al sector femenino, desde el ámbito federal porque el gobierno de la República tiene en la mira para los ingresos en las arcas públicas del 2022 eliminar el Impuesto al Valor Agregado a los productos de higiene femenina, esos que en los rincones de muchas casas humildes, ni siquiera son conocidos por las mujeres.

Esta columna se pregunta ¿cómo comprarán esos artículos si es más necesaria la tortilla o el pan francés para subsistir?

Malo es que no estemos de acuerdo por el apoyo al sector femenino, como lo ha dicho el senador Jorge Carlos Ramírez Marín, para quien las necesidades de higiene de las mujeres son una cuestión de salud pública y de respeto a sus derechos humanos, por lo que el impuesto es inequitativo y discriminatorio.

Pésimo es que algunos varones no reconozcan la valía de sus mujeres y las maltraten y en ocasiones hasta les falten el respeto como compañeras de vida, por un sentimiento que está apegado a un falso machismo. No es menos hombre quien ayuda en las labores del hogar y educa con amor a sus hijas e hijos.

Y mejor corro a la casa, porque ya se me han de estar quemando los frijoles que puse en la olla, y todavía me falta barrer y trapear antes que llegue la reina del hogar…