Este 2024, cambiemos nuestra vida para ponernos al servicio del bien de los demás


Lo bueno… Lo malo…

Bueno es que, a punto de finalizar un año más, 2023, de este tiempo “moderno” de la humanidad, recordemos que expertos en la materia afirman que el hombre pensante ¿Será?, surgió hace unos doscientos mil años en África, luego de una evolución de millones de años.

Malo es que no reflexionemos lo que en apenas 2023 años ha logrado hacer el hombre convirtiéndose en el peor depredador que hoy por hoy alienta sobre el planeta.

Mal está en que mis dos lectores puedan señalarme como catastrofista al hablar de tantos y tantos aspectos negativos que deja el ser humano sobre la tierra.

Iniciemos con la depredación al ambiente bajo cuyas causas hay un pronunciado y negativo cambio climático que está originando fenómenos naturales como ciclones y desde luego el calentamiento global que está derritiendo los casquetes polares.

Hay estudios científicos que afirman que si los casquetes polares se derriten, el nivel del mar subiría 8 metros, así que en nuestra situación geográfica podemos imaginarnos a Mérida, nuestra ciudad capital, bajo las aguas del mar.

La producción de frutas y hortalizas es algo que día a día empeora, como pueden comprobarlo las amas de casa, que acuden al supermercado a surtirse de esos vegetales que tienen signos de descomposición. Esto podría atribuirse a miles de toneladas de desechos tóxicos que la humanidad lanza al aire y que está haciendo desaparecer flora y fauna. Y conste que esto no es una invención catastrofista, sino una cruel realidad que amenaza a la humanidad entera.

Y mientras dejamos que la Naturaleza se defienda, o no, no olvidemos lo que el hombre hace contra el hombre mismo.

Para muestra un botón, la crónica que Mis-Noticias publica, respecto del terror que se vive, en la Franja de Gaza. De uno u otro lado se mencionan miles de muertos y el dolor de sus supervivientes que ni siquiera tienen tiempo de darles el postrer adiós, mientras por todas partes resuenan los mensajes de odio: borraremos a Hamás de la faz de la tierra. Y el grupo mencionado, hace su parte para acabar con sus adversarios israelitas.

Terror y más terror. La crónica, mefistofélica, refleja el odio que en varios puntos del planeta se siente cuando otros pueblos también sostienen guerras que nada las justifica…

En nuestro país, la más reciente matanza el pasado día 29 en Cajeme, Sonora, con 6 muertos y 26 lesionados por herida de bala y ¿todo por qué?

Porque un grupo rival quería ultimar al líder de la otra facción, que a decir de reportes periodísticos tiene cinco órdenes de aprehensión por homicidio, feminicidio, asociación delictuosa y privación ilegal de la libertad, o mejor dicho secuestro. ¿Y las autoridades? Bien, gracias, regando abrazos y ahorrando balas…

Nicaragua acrecienta su persecución religiosa, Daniel Ortega y su régimen han detenido a seis sacerdotes católicos, lo que ha derivado en una protesta de la Organización de las Naciones Unidas…

Requetepeor el panorama de agresiones, matanzas y el ecocidio que amenaza muy seriamente la pervivencia de la humanidad en nuestro planeta…

Repito, no soy catastrofista, pero la verdad, sin un líder bueno, de nobles miras y principios basados en el humanismo mal, muy mal le irá a cualquier sociedad.

Quienes deseamos un cambio en el mundo, no debemos de esperar por ese líder noble, por ese mesías que salvará a la humanidad.

Seguro está este humilde tundeteclados de que yo solo no puedo cambiar al mundo, pero sí hay un mundo que puedo cambiar y ese es el mío. En la medida que seamos mejores seres humanos, personas respetuosas de las leyes y de las prerrogativas fundamentales de nuestro prójimo, en esa medida estaremos cambiando nuestro mundo propio, para servir a quienes necesiten de nosotros.

Ese es mi mejor deseo, para este venidero 2024: cambiemos nuestro mundo, nuestra vida, para ponernos al servicio del bien de los demás y acabemos con la destrucción entre hermanos y de este planeta que es la casa de la humanidad, no de un grupúsculo.

Que Así sea…