Lo bueno… Lo malo…

Por Mariano Quintal Yam
Malo, triste el que este domingo la familia periodística de Yucatán le haya tributado el último adiós al Ing., periodista y locutor José Francisco Chi Lavadores…
Pero bueno es que la concurrencia, se haya unido para tributarle cariñosos aplausos de despedida, cuando ya lo trasladaban al crematorio; esos aplausos aún resuenan en mi corazón y lo seguirán haciendo mientras yo recuerde con cariño al gran amigo, a ese a quien conocí en 1974, cuando inicié mi carrera periodística, como fotógrafo de prensa.

Si mal no recuerdo, en ese entonces él escribía en el periódico Tribuna de Campeche, o posteriormente, la pátina del tiempo se torna brumosa, aunque pese a todo no se detiene, burlando así a la buena memoria.
Excelente amistad y muchas sesiones espirituosas, siempre después del deber cumplido…
Pero el tiempo no se detiene y Paco, como todos le decíamos cariñosamente, tirios y troyanos, cumplió su ciclo como periodista y amigo.

El pasado domingo 27, este tundeteclas acudió a la Sala de Velaciones Uno de Xoclán, a darle el último adiós, luego de que la segunda batalla no se la haya podido ganar al amante, pero cansado órgano cardíaco del poseedor de una voz muy a propósito para ejercer la carrera de la locución. Incluso el defecto de arrastrar singularmente la erre, lo convirtió en distintivo de su desempeño frente a los micrófonos. Hasta elegante, podría decir.
Cuando llegué, tres coronas hacían guardia ante su féretro. Inmediatamente pensé, quizá por malsana asociación de ideas que Paco las hubiese preferido bien frías…
Locutores, periodistas y fotógrafos estuvieron también en ese último adiós. No los menciono, para evitar involuntarias y dolorosas omisiones.
Se armaron los corrillos y en cada uno las anécdotas de vida con Paco, que en esos momentos seguramente sostendría un coloquio radiofónico, o televisivo con la muerte.
La misa de cuerpo presente fue oficiada por el presbítero Jorge Martínez Ruz, Director de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Yucatán.
En su homilía el sacerdote recordó la plática que sostuvo con Paco, respecto a don Fito Ruz Menéndez, abuelo del religioso, como todos conocíamos a don Fito, aunque su nombre real era Rodolfo José Edgardo Ruz Menéndez, abogado y maestro quien le diera lustre a la Universidad de Yucatán, actualmente Autónoma, con la organización de la red de bibliotecas de esa casa de estudios.
No lo dijo el sacerdote, pero lo piensa este tundeteclas, dentro de sus dolencias Paco fue un afortunado, para quienes profesan la fe católica, ya que recibió la confesión, la comunión y los santos óleos, pese a que su problema renal estaba remitiendo poco a poco. Y se pensaba que saldría por su propio pie, pero…
Nuestras condolencias a sus hermanos Elsa Mireya, Miguel Ángel, Esther Guadalupe, Ana María e Isaura del Socorro, pero muy especialmente a Dominga Adriana Vargas León, dirigente de locutores en Yucatán y directora de Radio Mayab, quien estuvo muy pendiente de las necesidades de Paco, mientras éste luchaba con la insuficiencia renal allá en el Hospital General Agustín O’ Horán.
Los aplausos del adiós al amigo y periodista seguían atronadores en mi alma y oídos, al alejarme del cementerio de Xoclán, mientras recuerdo cuando Paco y este tundeteclas, con otros compañeros, recibimos de la Unión de Periodistas Independientes de Yucatán Eligio Ancona, la Pluma de Oro 2021 a toda una vida en el periodismo…