El T’alkú de la Tía Juana: Ivonne vs. Rolo


¿El Juego del Calamar, o El Juego del Cancalás?

Por Rafael Mis Cobá

Tras recibir su dosis completa contra el “xlá” Coronavirus, la tía Juana por fin pudo salir de su encierro en su natal Chikindzonot para ir en busca de su cabezón sobrino y caerle a “uasc’opazos” por tantas travesuras que ha hecho en su prolongada ausencia.

Sin ser su propósito, la exuberante mestiza nuevamente vendrá a invadir los sueños  y fantasías de los admiradores de su belleza infinita, deseosos de ser envueltos, aunque sea un ápice, del embrujo que ocasiona su aroma natural de “xc’anlol”.

Pero no todo es felicidad para la ejemplar familia, pues al retomar la tía Juanita sus actividades cotidianas, el tío Chupi se sumirá en la tristeza y la nostalgia al no poder tenerla a su lado en todo momento para hacerla “loch” y acariciarle su “tuch” desde su fresca hamaca.

Aun con cierto temor natural, pero respetando las medidas sanitarias, la curvilínea y aromática mujer tomó su combi en la plaza de Chikindzonot para trasladarse de inmediato hasta Pacabtún para el tan ansiado encuentro con su travieso sobrino, cabeza de “lec”.

–¡¡Tía Juanita!!, gritó el cabezón sujeto al divisar a la Eva del Mayab y como un rayo corrió y se abalanzó sobre ella para abrazarla y darle un sonoro beso en su tersa mejilla.

–“Mejenkizín”, sobrino, cálmate que me apachurras mi “chuchú”, repuso la afrodita maya tratando de controlar el equilibrio, al tiempo que intentaba zafarse de su alocado pariente.

–Tía Juanita, es que al tenerte cerca me siento más feliz que Ivonne Ortega, ahora que Mau anunció que rescatará y terminará el elefante blanco de Ticul.

–Qué elefante ni que nada, “mejenkiziín”, masi ya estás fumando “chichibé” o mantienes tus reuniones etílicas con Renán y solo falta que hasta elefantes rosas empieces a ver.

–No tiita, me refiero al hospital abandonado de Ticul y que el góber anunció que se terminará con el apoyo de su cuate AMLO.

–“Maare”, sobrino, qué bueno que se terminará ese bendito hospital para beneficio de la población de toda la zona Sur de Yucatán.

–Lo malo, tía, es que ante tal anuncio, a Ivonne se le retentó su “uaj”, se acordó que tenía cuentas pendientes con Rolo y lo culpó del abandono de la obra.

–´”Uay”, sobrino, y no solo eso, sino que mi comadre hasta advirtió que el próximo 3 de noviembre denunciará penalmente al ex góber por los daños a la salud que pudo haber sufrido la población al no concluirse el hospital.

–¿Oye, tía?, ¿No será un juego perverso, algo así como el Juego del Calamar?

–¿Qué porquería es eso, sobrino?

–Tía, es una serie surcoreana de supervivencia, suspenso y drama.

–“Maare”, sobrino, entonces el show de Ivonne y Rolo, sí parece tener drama, suspenso y supervivencia política.

–¿Te lo dije, ese espectáculo encaja perfectamente en El juego del Calamar?

–Mientras no sea el Juego del Cancalás, todo va bien, sobrino.

–Al que no le va bien, tía, es al tricolor.

–Sí vi el partido con tu tío Chupi, perdió ante Ecuador.

–No tiita, me refiero al otro tricolor, el PRI.

–¿Siguen las desbandadas?

–No tía, la división se ahonda, batalla campal entre todos, el PRI es un “xec”.

–Pluralidad y democracia, sobrino.

–Jelé, tía, cómo no, que te lo crea el Fiscal de Yucatán.

–¡¡Sobrino!!, respeta a la autoridad.

–Mira, tía, apenas hace unos días el Gordito Marín criticó públicamente a Panchito por estar pensando en alianzas antes de fortalecer a su partido. Dijo que lo expuesto por el dirigente estatal del PRI son !DISPARATES!

–“Uay”, sobrino, también hace unos días, Mauricio Sahuí se reunió casi en lo clandestino con René Bejarano, el Maistro de las Ligas, de los fajos de billetes.

–Tía, mientras no le griten ¡ratero!, como a Peña Nieto cuando salía con su novia Tania en un hotel de Roma, pues no le va tan peor.

Y ya encarrilados, la tía Juanita y su cabezón pariente continuaron por más tiempo platicando sobre los temas actuales que se registran en el globo, sentados en una banca del parque de Pacabtún, sin importarles las miradas de juzgones y curiosos que se habían arremolinado alrededor, pero no por la presencia del cabeza de “lec”, sino para admirar la belleza de la escultural mestiza, quien luego de recibir sus dos pinchadas, contra el Covid, se veía y estaba sana, sanita, qué digo, SANOTA, más SANOTA que nunca. (Mérida, 29 de octubre de 2021).