¡Cuenta regresiva de las campañas electorales!


Lo bueno… Lo malo…

Por Mariano Quintal Yam

¡Qué bueno que ya estamos en la cuenta regresiva de las campañas electorales!

Porque es malo, muy malo que los y las aspirantes a “servidores de la Nación” estén “bombardeando” a sus presuntos electores con las “obras” que pondrán en marcha tan pronto les den el báculo del poder. Conste que la palabreja significa bastón, cayado, que puede ser para ayudarse a caminar mejor, alivio, apoyo y consuelo ¿de las manos de su electorado? O ese báculo, para ir a algún lado, se convertirá en garrote, palo –dado, ni Dios lo quita- o quizá en garrote vil, para quitarle de manera crudelísima, la vida a un ser humano.

Todo esto lo digo porque las y los candidatos, pienso que, sin excepción, andan pregonando que harán más hospitales, más apoyos para la salud de “su pueblo”, en el caso de un aspirante al gobierno, le preguntaría qué hizo para cumplir medianamente, cuando tuvo el poder para promover las obras que ahora pregona como la maravilla de maravillas, más vialidades, más parques, más justicia social. Por ahí anda una ley que ya ha sido declarada como inconstitucional y la “justicia” la marcó inoperante para los quejosos, pero para quienes no levantaron la voz, tienen que seguir llevando el peso de la inconstitucionalidad sobre sus espaldas y sus exiguos bolsillos. Y además el promotor de esa ley ¿será premio? Al parecer se irá al Senado para promover más leyes que le apliquen el garrote vil a su electorado “amigo”.

Si escuchamos las promesas de los saltimbanquis grilleriles-y no están muy lejos de la verdad- todo está mal, todo tiene carencias atribuibles al gobierno o a sus adláteres, pero ellos llegarán al báculo –otra vez la palabreja- que cual varita mágica transformará en un potosí lo que crece entre las miasmas y el abandono…

Lo he dicho en este mismo espacio: no hay a quién irle, pero como ciudadanos debemos de mantener el eje principal de la democracia y ese eje, creo es la participación en las elecciones, que luego se convertirán en las lecciones de a quién no debimos elegir, para decir quién será nuestro dirigente (a). Acudamos a ejercer el voto, tratemos de escoger al menos malo o menos mala, ¿los habrá? si así lo prefiere, pero no dejemos de acudir a las urnas electorales, hagamos de esa jornada una fiesta cívica intachable.

Nuestro premio después serán 100 años de soledad- no volverá a ver a su grillo o grilla, o a escuchar su lastimero chirriar, hasta la siguiente elección, o de silencio, sin el grillar, no confundir hacer política, sino que ese es el sonido que hacen los grillos con sus alas o como dice el lexicón: producir sonidos un animal. Conste que este escribidor se limita a interpretar el significado de las palabras.

Y, dicho sea de paso, ¿ya se enteró que el fuego amigo está alcanzando a los grillos de la brunette, con una demanda por enriquecimiento explicable, pero al parecer fue inocultable. Al menos así se dice en la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción, en donde se recibió la demanda de un candidato a diputado, que dicen que es ecologista y está verde de coraje ¿será? en esa queja se explica cómo ese grillo brunette acumuló 46 millones de pesos, a la sombra del báculo. Bien, cuando menos ahora sabemos por dónde va el asuntillo y pos la autoridá tiene la inmortalidad de Kronos para ¿hacer justicia?

Y para que no haya sombra de duda, por aquello de que los solones a veces no entienden lo que se les dice, pos se hizo acompañar la demanda con gráficas para que con baculitos, palitos y ceros, les indiquen por donde masca la iguana. A ver si lo entienden. El asuntejo ese, claro…

Lo bueno es que pronto se sabrá la verdad en torno a estos tristes hechos, por de pronto yo me voy a comprar mi plumón y mi tinta indeleble, para pintarrajearme el dedo luego de la votación. Con eso de tanto gasto, en las campañas, no sea que a los del INE no les alcance para comprar lo que se necesita para la votación, urnas, funcionarios honestos, etecé, etecé.

Pero que nada de esto nos impida ejercer el voto, por el menos malo; que el ganador (a) no tarde su tiempecito en saber o reconocer que el electorado lo eligió porque no hay a quién irle, porque resultó el menos malo en la palestra grilleril. Y que se ponga a TRABAJAR HONESTAMENTE, en beneficio de la ciudadanía, o de sus electores y electoras. ¿O no?