Lo bueno… Lo malo…

En esta esquinaaaa. En la otraaaaa…
Malísimo, que a eso se haya reducido lo que debería ser sano debate y exposición de ideas, en la carrera que hace ya muchos ayeres iniciaron las corcholatas, transgrediendo la ley electoral, y las y los demás aspirantes a la banda presidencial que hoy por hoy ¿luce, o desluce, en el pecho de Andrés Manuel López Obrador?

Peor, si es que es posible, el que, ante las alusiones a su persona, Xóchitl, la senadora, presentó una queja ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, organismo que ordenó al preciso no mencionar a la aspirante presidencial en sus mañaneras, para evitar la violencia política en razón de género.
Esta columneja estuvo fuera de circulación dos semanillas, pero se indicó que en las mañaneras del 10, 11, 14 y 17 de julio pasado, sí hubo expresiones que pudieran constituir violencia política y de género. El preciso consideró que no cometió tal violencia
Hete aquí que siguen los ataques verbales contra la senadora Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz y eso lejos de perjudicarla, ha tenido el efecto contrario, la ha hecho crecer en popularidad.
En los medios políticos nadie daba un céntimo por la valía de la senadora panista, al menos en la lucha por la carrera presidencial, pero de pronto y precisamente por los ataques verbales sufridos inició el crecimiento de la Senadora y el consecuente sufrimiento de corcholatas y demás suspirantes.
La Senadora no estuvo de acuerdo cuando el preciso afirmó que ella había votado en contra de la pensión para las y los adultos mayores.
Con, el pretexto de nos reservamos el derecho de admisión, le dieron a la legisladora con la puerta en las narices del democrático palacio nacional, en donde dijeron: nos reservamos el derecho de admisión, cuando intentó aclarar esas aseveraciones negativas hacia su persona y pese a que le concedieron el amparo para acudir a la mañanera a ejercer su derecho de réplica.
Ya es de todos sabido, tanto el incidente, como el vertiginoso posicionamiento de Xóchitl Gálvez, en el ánimo de buena parte de las y los votantes de todo el país. La mayoría de los cuales ya saben que la Senadora tiene un origen humilde, de padres indígenas y se esforzó para llegar al lugar que hoy ocupa y al parecer, según se señala, hizo un muy buen papel cuando le tocó la cartera, para atender asuntos indígenas, en el gobierno de Vicente Fox.
Y de acuerdo a las declaraciones de la Senadora en los ataques en su contra hay un estereotipo de género, cuando aseguró: Claramente apoya un estereotipo de género, en cuanto a que las mujeres solo cubrimos cuotas o somos usadas para cubrir ciertos espacios.
El preciso contraatacó: ¿Qué machismo puede haber? En este gobierno federal somos como un millón y medio de servidores públicos, la mayoría mujeres.
Y así, entre dimes y diretes, de por medio un amparo solicitado por la Senadora, no se debe de olvidar, por ejemplo, que en cualquier encuentro deportivo –¿el del preciso y la Senadora tendrá algo de deportivo? – hay reglas muy claras para evitar la violencia.
No olvidemos que el público siempre se pone de parte del adversario más débil, aunque el grandulón termine ganando, pero se han dado casos sorpresivos en el que un volado, golpe dado con toda la fuerza, de derecha, o de izquierda, termina con la supremacía del grandulón.
De seguir por ese derrotero, el volado de derecha, para estar de acuerdo con los orígenes políticos de la Senadora, podría llegar de parte de millones de votantes-espectadores que se unirían, en este caso, a la parte más débil y esa podría ser una mujer agredida con el izquierdazo -¿será?- emanado del poder. ¿El nocaut? La silla presidencial.
Al tiempo…