Merecido reconocimiento a Jesús Abraham Simón Campos como “Médico del Año de Yucatán”


Lo bueno… Lo malo…

¡Maare, requetechévere! La noticiota esa que dio Mis-Noticias de que el Congreso del Estado de Yucatán nombró “Médico del Año del Estado de Yucatán” al doctor Jesús Abraham Simón Campos, quien contribuyó con su esfuerzo personal para realizar estudios y pruebas que sirvieron para atenuar las consecuencias del COVID-19.

Honor a quien honor merece y desde luego que honrar honra. Pero leamos las palabras de la presidenta de la Comisión de Postulación del Reconocimiento, Abril Ferreyro Rosado, quien leyó una semblanza sobre la trayectoria del homenajeado destacando su trabajo para desarrollar un tratamiento eficaz contra el Covid-19 enfocado en las personas con mayor vulnerabilidad.

Esto es lo que Mis-Noticias publicó de las palabras de la diputada: “Gracias a su trabajo científico ha recibido múltiples reconocimientos nacionales e internacionales, ha contribuido para la elaboración de vacunas contra el Covid-19 y en el desarrollo de fármacos y tratamientos a pacientes vulnerables a este mal”.

“Hoy, continuó, con la entrega de este reconocimiento queremos expresarle nuestro respeto por el trabajo que ha desempeñado en el campo científico llevando siempre con orgullo el nombre de nuestro estado, pero sobre todo queremos expresar nuestra enorme gratitud hacia usted y hacia toda la comunidad del área de la salud por su incansable labor”.

Lo importante en este asunto es que el homenajeado dijo que el reconocimiento va dirigido a todos sus colegas que, desde que inició la pandemia pusieron todo su esfuerzo y arriesgaron su vida y la de sus seres queridos, para tratar en la medida de lo posible, salvar vidas.

“Agradezco a mi equipo de investigadores, con quienes trabajé 24/7 y que estuvieron al pie del cañón realizando diferentes pruebas para lograr una solución y a partir de esta, aminorar los efectos de la pandemia”.

El trabajo del Dr. Jesús Abraham Simón Campos tuvo como nos dice Mis-Noticias: Las contribuciones científicas del doctor y su equipo en materia de prevención, tratamiento temprano y tratamientos hospitalarios referentes a la pandemia y su participación en los estudios más importantes del COVID-19, generaron un gran impacto nunca visto en otros nosocomios del mundo, logrando un aproximado de 20 diferentes ensayos clínicos desarrollados. La mayor parte de estos fueron eficaces y ahora son utilizados en vacunas tales como la Cansino, Pfizer y Astrazeneca.

De ninguna manera hay que escatimarle el reconocimiento a quien se lo merece.

Lo malo es que no todos los médicos se ganan ese reconocimiento, y para muestra, solo hay que ver el sufrimiento de los pacientes que acuden a consulta al Instituto Mexicano del Seguro Social: Que no hay medicinas, que vuelva la semana próxima por ellas; que la consulta con su especialista tardará tres meses, si es que no se ha muerto; que el médico no le quiere dar la información adecuada sobre su padecimiento y que si piensa usted que es urgente, primero vaya con su médico familiar no a urgencias, que si esto, que si lo otro y además de manera descortés.

Y conste que en las consultas privadas también hay médicos in$en$ible$, de$corteSe$. Por eso reconozcamos a las y los médicos que tienen trato humano, solidario para con sus pacientes, porque sí los hay.

¿Invento lo de los malos tratos e insolidaridad? A quien no lo crea, pos ahí están los pacientes que lo han sufrido y todavía viven para contarlo, “hayga sido como hayga sido”.

Y mejor me voy corriendo porque si llego tarde con las quesadillas la Gordis me va a enviar a un hospital, en calidad de lesionado. ¡Uay mamá!