Los mortales parques de Mérida y la autoridad municipal


Lo bueno… Lo malo…

Por Mariano Quintal Yam

No malo, horrible, pésimo, abominable, que un niño de 13 años de edad, haya muerto mientras se entregaba a la práctica de su deporte favorito en el parque deportivo de la colonia Azcorra.

El presidente municipal de Mérida, hasta el momento de pergeñar estas letras, ha dicho que colaborará con la familia de Johan, “cuando las autoridades concluyan con la investigación correspondiente”.

Nadie le devolverá la vida a este joven, ni le reparará el daño a su familia, pero hay que recordar que las autoridades, en cualquier ámbito, son quienes tienen que responder por la salud de sus gobernados, sobre todo si éstos están en las instalaciones a cargo del ayuntamiento, sin h, o cualquier organismo público.

¿Y por qué sin h?

Porque según reportes y carteles que portaban algunos vecinos, según publica Mis-Noticias, hace más de año y medio que se había reportado la falla en el poste de energía eléctrica “rsponsable” del fatal desaguisado.

Pero lo que debe de conservarse para el museo del horror es que en el 2019 se registró otro problema similar en la colonia Maya y en septiembre del año pasado, en el parque de la colonia Bojórquez, un joven cayó en un registro, sin tapa y aunque quedó inconsciente, logró salir con vida.

Quizá la respuesta para estas autoridades, cuya cabeza principal, hasta hace unos ayeres está en busca de la gubernatura del Estado. No olviden esos funcionarios ahora aspirantes a ser más y más funcionarios de primer nivel, que también se violan los derechos humanos, por omisión, que es cuando alguien deja de hacer lo que debe, pero estos entes, aunque sepan que deben, no pagan, ¿verdad renani? Sin mayúscula…

Para esto, les comento a mis dos lectores, ante el proceso electoral en marcha, para elegir a nuestros representantes o a los grillos saltimbanquis, que bien que le atinan de un partido a otro, algunos tragándose sus propias palabras, cuando en memoria de su ilustre pariente, decían que pertenecía a un partido tricolor. Pero ahora no se ahogaron al dar el salto, desde la cuerda floja, al darle su respaldo a Morena, desde la “house del “caudillo”, pero no la brunette de ojazos inolvidables, sino a la memoria de alguien que todo lo hizo por el PRI, dicen, ¿usted qué opina?

Regresando a la hora de la verdad, que es el momento en el que mis dos lectores depositarán su voto, pos la “verdá”, para este humilde escribidor, depositen su opinión política en las urnas electorales, por el meeenosss malo, porque la “verdá, no hay a quen irle”.

No olvidemos que la violencia electoral en el proceso de 2024, tiene toda la similitud con un volcán, cuyas fumarolas, en la mayor de las veces, son atribuibles al crimen organizado, gracias a los abrazos y no balazos.

Integralia indica que se han registrado 161 casos, amén de 100 amenazas y 85 atentados. Hasta el primero de este agonizante mes, ese organismo consigna 300 incidentes de violencia política que han generado 389 afectados y afectadas, en los diversos escenarios políticos del país.

Mis dos lectores no olvidarán que hasta Claudia Sheinbaun, o su equipo han sido víctimas de la violencia, como se vio en un vídeo difundido por La Jornada, el 14 de marzo del 2018, en la que su reportero Ángel Bolaños, según se indica en un vídeo, resultó golpeado y con una seria herida en la cabeza, que aún así no le impidió cumplir con su misión.

El violento incidente se escenificó en la delegación Coyoacán, de la Ciudad de México.

Cuidado, la ciudadanía debe de poner todo su interés en evitar que se sucedan esos actos de violencia en contra de las y los políticos, seamos violentos con ellas y ellos, con denuncias bien documentadas, y al amparo de la ley.

No olvidemos que Xóchitl Gálvez también ha recibido ataques, como sucedió en su gira por Nueva York, sí, leyó usted bien, por Nueva York, cuando se dijo que Xóchitl  fue agredida por integrantes de Morena.

Respeto para todas y todos es lo menos que demanda una sociedad civilizada, pero eso lo veremos a la hora de las votaciones.

¿Somos civilizados?

Usted tiene la respuesta.