Indiscutiblemente es muy bueno que el huracán Delta haya “perdonado” a una parte de Yucatán. Otra parte está casi bajo las aguas, debido, según dijo el Gobernador del Estado, a que el agua acumulada bajo la tierra, manto freático, subió de nivel, dadas las intensas lluvias y brota espontáneamente a la superficie. Así sucede en Ciudad Caucel, Las Américas, Los Héroes, Country Club y La Ceiba, al igual que en las comisarías del norte de Mérida, en donde el agua no desciende.
Los expertos dicen que el agua subterránea está por encima de los 5 metros del nivel del mar. Mérida está apenas a 8 metros sobre ese nivel. En algunas zonas de Mérida y sus comisarías parece que hay pozos artesianos, de los cuales el agua sale a la superficie.
Malo, malísimo sería que vayan a contárselo a “ya saben quién” no sea que comiencen con aquello de que quieren “venderle el agua” a los vecinos del norte, como está sucediendo en Chihuahua y nos quedemos como los agricultores de por allá gritando ¡Ay Chihuahua! Porque no son dueños de ese importante recurso natural. ¿En Yucatán sí?
Bueno, muy bueno que los capitanes de la iniciativa privada estén interesados en invertir en un nuevo aeropuerto en Yucatán a un costo de unos 10 mil millones de pesos, algo que está en pláticas.
Malo, muy malo sería que los inversionistas estén mal informados, pensando que tendrían mano de obra barata, “porque en Yucatán hay mucho aviador”, sobre todo después de los recortes presupuestales.
Bueno que el Presidente del país venga de nuevo a Yucatán a inspeccionar los avances en la construcción de las vías para el tren maya.
Malo que en estos húmedos y requetemojados momentos no se sepa de dónde vendrán los apoyos económicos (sobran los morales) en los casos de desastres naturales, ante la desaparición del Fondo de Desastres Naturales, Fonden.
Bueno que nuestra admirada campeona olímpica, Ana Gabriela Guevara Espinoza, plata en Atenas 2004, en los 400 metros planos, ex senadora, diputada federal con licencia y actual titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, Conade, pretenda la silla gubernamental de su natal Sonora, cobijada por el Partido del Trabajo.
Malo que antes de abandonar la Conade, lo que sería a fines de este mes, no deje perfectamente aclarada la denuncia que pesa sobre gente del organismo que dirige, la Conade, por extorsión, amenazas y cohecho, ante la Fiscalía General de la República. Ante una administración que combate la corrupción, su reputación debe brillar como la plata, ¿o como el oro?
Bueno que el presidente Donald Trump, se haya recuperado del coronavirus, si es que le dio y no es una estrategia más de campaña. ¡Cosas veredes mío Cid!
Malo que su popularidad esté en picada, producto de malas decisiones y su manera muy particular de ejercer el poder, hasta el punto de que Joe Biden lo aventaje por 11 puntos porcentuales, 53 por ciento de Biden contra 42 por ciento de quien dice que sus vecinos mexicanos son…
Más malo, peor que no me vaya a buscar el brillo del sol, dejando en paz a nuestros lectores, luego del “perdón del dios Chaac”.