La arena estaba de bote en bote…


Lo bueno… Lo malo…

La arena estaba de bote en bote… luchador y luchadora se van a dar…, no, no, no, eso es una canción, pero mal dicha y berrinches que va a hacer el editor, pero él se tiene la culpa, porque hasta la Tía Juana ya resucitó porque dos traíleres políticos, los sonrientes, en aquel entonces Ivonne Ortega y Rolando Zapata parece que se van a dar hasta con la cubeta ante el anuncio del tal Mau de que va a terminar el hospital de Ticul, con apoyo del preciso. Ese hospital lo inició la entonces gobernadora, para el servicio de la sociedad de toda esa región, pero…

Llegó el zapatero, que diga el gober ese que parece que fue rolando la obra y así nomás, la canceló. ¿Motivos? Mmmmmm o $$$$$, con olor a ¿venganza? Lo bueno, ¿habrá algo de bueno en torno a este asunto? Es que la flamante ¿por aquello de lo quemado? Neodirigente de un partido político. ¿No que era priísta? Tan distinguida ella, como el que la siguió en el camino, ese que hasta un baúl de los tiempos sembró en el altar de la honestidad, perdón, en el jardín de su casa, con los buenos propósitos y etecé y etecé, que al parecer no ha desenterrado, que porque salió un zarzal, con olor a chamusquina y que en estas noches de hanal pixán ven no a un moro con tranchete, sino a un rojo con laaarga cooolaaaaa ¿de dionosaurio? y ardiente tridente tratando de desenterrar recuerdos de un viejo amooorrr… o será lana, ¿alguna vez hubo ovejas ahí?, no sean mal pensados, no se vale.

Por de pronto ya amenazó la ex mandataria que habrá una denuncia penal en contra del que roló el hospital de Ticul ¿Fue hospital, nunca lo fue o fueron solo buenos deseos? Y mientras tanto, ¿los enfermos qué? Que lo averigüe ¡¡Vvvvvaaaaaarrrrggggaaaasssss!!

La arena estaba de bote en bote…

Y va de nuez, otros dos pesos pesados se enfrentan, por el triste, tristísimo caso del joven que murió, según se dijo a manos de polis que incluso, se dijo también, que habían violado al jovencito.

Pero hete aquí que apareció el Chapulín colorado, inició una investigación, la Fiscalía General de la República, no el Chapulín y nos llegó con la noticia atómica, por aquello de la bomba y concluye que el joven, al que respetuosamente le deseamos descanse en paz, no fue ni violado ni torturado, sino que su lamentable deceso se debió a NEUMONÍA.

¿Será porque en la fría celda municipal no le dieron una cobija?

Ahora resulta que los policías inculpados sólo tienen la culpa de tener las manos muy callosas porque la FGR dijo que las únicas huellas que el ahora occiso tenía en el cuerpo fueron debidas a las maniobras de sujeción, es decir de cuando lo agarraron, lo detuvieron, lo sometieron o como usted quiera llamarle y que no hubo ni tortura ni violación por parte de “los elementos aprehensores de la policía municipal. Y transcribo: “Lo que SÍ existió fue la falsedad en dictámenes ministeriales; por ello, el 18 de octubre se ejercitó la facultad de atracción, sobre las conductas presuntamente responsables de personal de la Fiscalía General del Estado de Yucatán que falsearon dictámenes periciales y presionaron ilícitamente a testigos, con la finalidad de ejercitar acción penal en contra de policías municipales”. ¡¡Uac bomba, uac bomba!! ¿Cómo es posible eso en profesionales de la investigación? ¿Lo hicieron solitos o recibieron alguna orden?

Por de pronto el gobierno del Estado dijo que separó de sus cargos a tres funcionarios de la Fiscalía General del Estado quesque y transcribo: “En el Gobierno del Estado no hay lugar para la impunidad y todos los funcionarios deben respetar la ley y servir con integridad a la sociedad, quien no lo haga, deberá responder a las consecuencias”.

¡Uac bomba, uac bomba y uac bomba!

Utaaaa… tía Canuta… mejor me voy corriendo para preguntarle al tío Chupi quiénes son los dos tráileres políticos que se enfrentan en este caso, -La arena estaba de bote en bote… – las autoridades policiales, o las políticas, del municipio, del Estado, pero tengo que irme con mucho cuidado con el tío Chupi, no vaya a querer jugar mi tuch como lo hace con el de la tía Juana. ¡Uay! (Mérida, 30 de octubre de 2021).