Francisco Ygnacio Madero, Apóstol de la Democracia


Vía y cruces de los Derechos Humanos

En este mes de noviembre no es posible dejar de mencionar a Francisco Ygnacio Madero González, así consta en su acta de nacimiento, aunque después se dejó de utilizar la Y, impulsor de la Revolución Social Mexicana de 1910.

Nació en la hacienda El Rosario, de Parras de la Fuente, Coahuila de Zaragoza, el 30 de octubre de 1873, en el seno de una familia acomodada, con haciendas, minas y otros negocios. Sus padres Francisco Madero Hernández y Mercedes González Treviño le dieron la mejor educación, así estuvo en el colegio jesuita San Juan Nepomuceno de Saltillo e hizo estudios en Estados Unidos y Francia.

Retorna a México en 1893 y desata sus inquietudes políticas oponiéndose a la reelección de Miguel Cárdenas de los Santos, gobernador de Coahuila, quien con altibajos sostuvo un gobierno de 15 años.

En 1901, entre otras intensas actividades, funda el Club Democrático Benito Juárez y el periódico El Demócrata en el cual da a conocer sus ideas respecto a los derechos humanos, la democracia y la libertad

Francisco I. Madero fue opositor al gobierno de Porfirio Díaz, en sus incursiones políticas desde la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano, en donde tuvo diferencias ideológicas con Ricardo Flores Magón. En 1908 publica el libro La Sucesión presidencial en 1910, el cual tuvo éxito por tratar las cuestiones políticas por las que atravesaba el país.

En 1909 funda el Partido Nacional Antirreeleccionista, en oposición a Porfirio Díaz quien convoca a elecciones en 1910, pero pese a su popularidad Madero es encarcelado por “conato de rebelión y ultraje a las autoridades”. Escapa a Estados Unidos y desde San Antonio Texas promulga el Plan de San Luis, llamado a las armas, logrando la renuncia de Porfirio Díaz en 1911, al extenderse la revolución.

De Madero se dice que fue muy tibio para hacer efectivos los postulados que lo llevaron a la presidencia de la República, aunque su gobierno fue democrático, pero no pudo concretar las demandas sociales de las masas como el de tierra y libertad de Emiliano Zapata, otro legendario caudillo que luchaba por los derechos de los campesinos.

Entre las acciones de Madero presidente están la educación y atención a la salud del pueblo. Redujo de 12 a 10 horas la jornada laboral, aprobó el derecho de huelga y la libertad sindical y promovió acciones para la redistribución de la tierra a los campesinos, pero éstos no estuvieron de acuerdo con esas medidas que consideraron tibias.

Con frentes de guerra abiertos por los inconformes revolucionarios con la tibieza del gobierno de Madero, éste deposita su confianza en Victoriano Huerta, quien lo traiciona y el 22 de febrero de 1913 lo manda a fusilar junto con el vicepresidente José María Pino Suárez, tabasqueño que también fue gobernador de Yucatán, entre otros cargos.

Francisco Ignacio Madero González fue declarado Benemérito de la Patria el 30 de septiembre de 1925 y su nombre escrito con letras de oro en el salón de Sesiones del Congreso de la Unión.

Vía y cruces de los derechos humanos.