¿Día Internacional de los Derechos Humanos?


Vía y cruces de los derechos humanos

Día Internacional de los Derechos Humanos: 10 de diciembre. Esta “apacible” efeméride fue establecida por la Organización de las Naciones Unidas, principalmente para que la humanidad no olvide los horrores que vivió durante la Segunda Guerra Mundial, ni la inhumanidad que conllevan las luchas entre pueblos hermanos.

La vía que han recorrido las prerrogativas humanas ha sido muy difícil, no sólo entre los pueblos del mundo, sino en la vida interna de esas comunidades, que con sus particularidades han tenido que luchar “a brazo partido” para tratar de construir un mundo empático, tolerante, pleno de respeto de todos hacia todos y todas, sin discriminación, sin violencia, sin barbarie.

En 1945 se constituyó la ONU, con apenas 51 Estados integrantes, México entre ellos. Actualmente tiene 193, con la integración de República del Sudán del Sur en 2011, según información de la propia ONU.

Recién salida la humanidad de la conflagración mundial y después de un arduo trabajo, el 10 de diciembre de 1948 la ONU proclamó y adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, principalmente para ponerse de acuerdo en que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen como base el reconocimiento de la “dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”.

Son apenas 30 artículos los contenidos en esa Declaración, que de observarse no sólo entre los pueblos, sino en nuestro trato interpersonal con quienes conforman nuestra familia, la comunidad y en el mundo entero, otra sería la situación de los seres humanos.

No podemos negar que en el reconocimiento de los derechos humanos, hombres y mujeres han avanzado mucho, pero eso no es un consuelo, cuando seguimos viendo y soportando guerras que diezman a algunos pueblos, hambrunas que hablan del nulo reconocimiento y respeto a las vidas y necesidades de los más frágiles, los más vulnerables.

¿Cómo olvidar la barbarie que representa el crimen organizado en TODOS los pueblos del mundo? Y con esto no me refiero únicamente a las muertes físicas, sino a la muerte espiritual que significa inundar de drogas a un niño o una niña, a una comunidad, a un pueblo.

¿Cómo conmemorar y mucho menos digamos celebrar un Día Universal de los Derechos Humanos? Violencia contra las mujeres, no sólo las ajenas, sino incluso las que viven en nuestros hogares. Pornografía infantil, trata de personas, tortura, ejercicio indebido de las funciones de autoridades que violentan las prerrogativas de las personas a las que deben de proteger.

Políticos que se enriquecen quitándoles con eso sus oportunidades de mejoría a la comunidad que deben de proteger. Jueces venales que retuercen las leyes para ayudar a amigos que engordan las carteras, las cuentas bancarias de esos solones que sólo inclinan el fiel de la balanza de la justicia para que apunte hacia el vellocino de oro.

Seres intolerantes, déspotas, inmisericordes, incrustados en organismos “defensores de los derechos humanos”, con la anuencia de sus dirigentes que sólo le dicen “la hora que usted quiera” al “señor presidente”, o gobernador o influyente, incumpliendo así con el trabajo que desempeñan…

Insolidaridad, discriminación, violencia, terror…

Eso, todo eso es lo que debemos evitar cuando este 10 de diciembre y todos los días del año conmemoremos el Día Internacional de los Derechos Humanos. ¿Podremos hacerlo?

Ese es el camino, la vía y cruces que nos toca recorrer y vencer para hacer realidad, no auténtica mascarada, el imperio de las prerrogativas fundamentales de la humanidad.