Derecho a la libertad de expresión


Lo bueno… Lo malo…

Qué bueno que en el mundo existan periodistas, comunicadores comprometidos con su trabajo, cuya mística ineludible es decir las cosas con verdad, sin distorsionar hechos que en muchas de las ocasiones son del dominio público. Las informaciones que vierten, en imágenes, a través del éter, radio y televisión o medios electrónicos, internet, o prensa escrita, en sus variadas versiones, diario, revistas de diferentes frecuencias, quincenal, mensual etc., sirven para que, en una sociedad democrática, la ciudadanía sepa la verdad y pueda hacerse un juicio adecuado de las cosas, a la hora de emitir su voto… o su opinión.

Y requetemejor que, ejerciendo nuestro derecho a la libertad de información, podamos, comunicadores y comunicadoras contribuir al fortalecimiento del pluralismo de una sociedad auténticamente democrática.

Pero que requetemal que ese ejercicio del derecho a la libertad de expresión les cueste la vida a comunicadores y comunicadoras o sufran de agresiones, amenazas, porque a don fulano o doña zutana no les gustó que se den a conocer sus actuaciones, indebidas, chanchullos y trapacerías, fraudes, timos y engaños cometidos en muchas ocasiones en contra de quienes les dieron un voto de confianza para ocupar los puestos políticos que ahora detentan.

No hay calificativo alguno, cuando comunicadores y comunicadoras pierden la vida por ejercer el noble oficio, profesión o como quiera usted llamarle, de decir la verdad, solo la verdad y nada más que la verdad.

A nivel internacional nuestro país, México, ha sido considerado como uno de los sitios más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.

El 19 de este mes la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ONU-DH condenó, se dice que enérgicamente -¿con qué se come eso?- los asesinatos de los periodistas Alfonso Margarito Martínez Esquivel y José Luis Gamboa Arenas, perpetrados respectivamente en Tijuana (Baja California) y Veracruz (Veracruz).

Aquí me permito transcribir lo publicado por el mencionado organismo: Alfonso Margarito Martínez Esquivel era un periodista con una larga trayectoria en la cobertura de notas relacionadas con temas de seguridad y violencia para diversos medios nacionales e internacionales en Tijuana, Baja California. Fue asesinado afuera de su domicilio en Tijuana el 17 de enero de 2022.

El periodista José Luis Gamboa Arenas era director del medio digital Inforegio y en su trabajo también daba difusión a problemas de inseguridad y temas políticos. Fue asesinado en el Puerto de Veracruz, el 10 de enero de 2022.

Bueno sería que alguien pudiera ponerle un alto a esta terrible situación, pero lo malo es que para lograr ese milagro se requiere de autoridades auténticamente comprometidas para hacer cumplir la ley. El año pasado la ONU-DH señala que documentó al menos 8 asesinatos y dos desapariciones de periodistas, que pudieron derivar o estar relacionados con su actividad periodística.

Recordemos que Artículo 19 ha documentado 148 asesinatos de periodistas en México: 47 de estos homicidios en el sexenio de Enrique Peña Nieto y 28 en la actual administración

No pondré el más mínimo comentario en la información que sigue: Tijuana, Baja California, 23 de enero, asesinan a: Lourdes Maldonado se convirtió este domingo en la segunda periodista mexicana asesinada en una semana en Tijuana, ciudad fronteriza con California, y la tercera en todo el país tan solo en enero.

La periodista fue asesinada cuando llegaba a su residencia en el fraccionamiento Santa Fe, en el interior de un vehículo, informó la agencia Efe citando informes de la policía.

Tras escuchar el estruendo, los vecinos salieron, encontraron la escena y solicitaron ayuda a las autoridades.

Maldonado pertenecía al programa de Protección para Periodistas de Baja California, pero la vigilancia que se le brindó no fue permanente.

El diario El Universal indicó que una vez los oficiales que la custodiaban se retiraron, el agresor le disparó. (BBC).

Bueno, digo, sería que las autoridades sudaran la camiseta, para cumplir con la tarea que la nación les ha encomendado. Lourdes temía por su vida y pidió auxilio al mismo Presidente de la República. Le ganó un juicio laboral al ex gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, después de 6 años de litigio.

En Yucatán se han dado agresiones a periodistas, la más reciente contra Jaime Vargas Chablé. La “secrecía” de la información no da mayores detalles, como en otros casos.

Lo bueno estimados lectores y lectoras es que ustedes normarán su criterio con las informaciones que les envían las y los comunicadores, como ya dijimos, a riesgo de sus propias vidas y la seguridad de sus amadas familias. Punto.