Miles de estudiantes yucatecos en condiciones de pobreza no pueden tomar clases a distancia


Maestra Karla con sus alumnos. Foto cortesía

Enorme rezago educativo ocasionará la enseñanza a distancia que la Secretaría de Educación Pública implementó en todo el país porque hay muchas familias de escasos recursos que carecen de televisores y computadoras, gran cantidad de niños se ven obligados a trabajar en vez de estudiar y muchos papás y mamás viven estresados con una salud mental deteriorada que les resta paciencia para poder sentarse con sus hijos y ayudarlos en las tareas.

Karla Cisneros Zapata, maestra del turno vespertino en la primaria “Elvia Carrillo Puerto” de la colonia San Marcos Nocó, sostuvo lo complicado que resulta para muchas familias en condiciones de pobreza lograr que sus hijos puedan aprovechar las clases virtuales implementadas por la SEP en el marco de la pandemia por el Coronavirus.

Durante una entrevista con Mis-Noticias, explicó que San Marcos Nocó se encuentra en una zona marginada en la que se ubican otras colonias como el Roble Agrícola donde muchísimas familias son de bajos recursos económicos y viven en casas humildes con techos de lámina, con un cuarto o si acaso dos donde duerme toda la familia y otras condiciones de pobreza.

Canales agregados solo para televisión de paga

Observó que desde marzo pasado los maestros procedieron a hacer encuestas sobre las condiciones que tienen las familias para trabajar a distancia “y nos topamos con que la mayoría  son de recursos muy escasos y no cuentan con una computadora, y si bien tienen un teléfono es de mamá o de papá, de esos que casi casi están dando las últimas y no toman bien la foto o el video para mandar a los maestros, además de que carecen de internet y cable y la tele es de antena aérea”.

Hizo notar que la SEP agregó canales para que las transmisiones de “Aprende en casa” lleguen a más alumnos, pero los canales agregados son para los que tienen televisión de paga y por lo tanto aunque configuren sus televisores no se pueden ver esos canales extras, según comentaron muchos papás.

Yo ya hice la prueba en la casa –apuntó–, quité el cable y puse la antena para ver cómo se veían los canales, configuramos la tele varias veces y solamente un canal de televisión abierta agarró, pero el problema es que no pasan la transmisión para todos porque la enseñanza es desde inicial hasta secundaria.

–Por ejemplo, si a las nueve van a pasar la clase de segundo grado, no en un solo canal pasan la de todos, hay canales donde solo pasan de preescolar y de primaria, ya lo comprobamos y como mandaron el horario, que según iban a poner todos los grados en un solo canal no ha sido así como está funcionando, resaltó.

No hay dinero para recargas

Añadió que otro problema es que hay papás, hay familias que tienen tres o cuatro hijos y  necesitan ver la tele para que todos los niños tomen sus clases y eso complica muchísimo este tema de “Aprende en casa” por la televisión.

La maestra Cisneros Zapata dijo que una de las mamás le comentó que al principio, desde marzo, abril, mayo y junio, cuando terminó el curso escolar pasado, “pues ahí la medio agarraban, pero como esta pandemia ya abarcó muchos meses, los papás se desesperan porque la prioridad de ellos ahorita es trabajar y conseguir dinero”.

Subrayó también que muchas mamás de niños de primer año de primaria, los más chicos, le dicen: “Maestra ya no tengo tiempo para que mi hijo o mi hija aprenda porque tengo que ir a trabajar, porque la situación está muy difícil ahorita y no puedo sentarme con mi hijo para que haga la tarea frente a la televisión”.

Agregó que la SEP ha señalado que si las familias y sus hijos no pueden ver la programación en la tele están las repeticiones en los canales de You Tube donde se iban a transmitir las sesiones de clases, pero los papás no tienen la manera de cómo entrar a verlo, pues la gente de las colonias marginadas no cuentan con el internet para acceder a ello. “Una mamá me dice, maestra si le pongo recarga a mi teléfono y entro a ver esos videos se gasta todo mi crédito y no tengo dinero para eso pues apenas tenemos para comer”.

Ya no tienen paciencia los papás

Enfatizó que en las zonas marginadas resulta muy complicado seguir el programa de enseñanza porque las familias no cuentan con los recursos económicos para disponer de las herramientas adecuadas y el maestro entonces tiene que ver cómo ingeniárselas para poder ayudar a los niños a que estudien.

Hizo notar de igual forma que muchos papás son conscientes de que no tienen la paciencia para ayudar a sus hijos por todo lo que está pasando y su salud mental está muy afectada y no tienen todo lo que se requiere para poder sentarse con su hijo a hacer las tareas.

Esta modalidad a distancia –resaltó–, va a traer y ya está trayendo mucho rezago y no solo en mi zona, sino en varios municipios donde los niños están trabajando en lugar de estar estudiando; entonces es un rezago muy alto que va a tener todo el Estado, además de que si bien es cierto que, hay niños que sí tienen oportunidades y ven los videos, no es lo mismo estar sentado ante una computadora que te está dictando las oraciones y las actividades, a  que esté presente la maestra o un adulto guiándote con el tema que vas a aprender y como dicen, una computadora jamás puede sustituir la presencia de una maestra porque necesitas mucha empatía para trabajar mucho la formación cívica y las emociones de los alumnos.

Violencia doméstica

Indicó que los Consejos Técnicos han pedido trabajar mucho en el tema de la salud mental, “porque hay muchos niños que están viviendo la violencia doméstica con esto que está pasando y si ya desde antes había violencia, las cifras han aumentado”.

–Nosotros les mandamos en la primera semana una encuesta para saber cómo se han sentido abarcando el tema socioemocional y sí hemos tenido resultados muy desfavorables en los que hay niños que no pueden dormir o no quieren comer porque están viviendo cosas desfavorables en sus hogares y esto provoca también que el niño no pueda aprender, alertó.

Finalmente comentó que la SEP pensará que todas las familias del país cuentan con todo el recurso para aprovechar las clases a distancia, pero la realidad es que no están contextualizando todo el entorno.