El poder del dinero


Mérida, 2 de septiembre de 2020 (Rafael Mis Cobá).- Luego de 31 años de haber servido como un espacio para la práctica deportiva, recreación y convivencia familiar, este pequeño campo de futbol ubicado en la calle 2 del fraccionamiento José María Iturralde Traconis, comenzó a ser destruido desde hace tres semanas para dar paso a una gasolinera. 

Las risas y algarabía de niños y jóvenes que reinaban en este campito quedaron en el pasado y  ahora solo se escuchan ruidos de la maquinaria pesada destruyendo el césped y rompiendo rocas para abrir las zanjas donde se construirán los cimientos, muros y columnas que formarán parte de la estructura de la nueva gasolinera y de varios locales comerciales.  

Los vecinos del fraccionamiento insisten en que el lugar es un espacio público que debe ser respetado para el uso de actividades deportivas y recreativas, pero el Ayuntamiento de Mérida ha informado de manera oficial que es propiedad privada y que los inversionistas cuentan con todos los permisos en orden para poder construir la estación de servicio.  

El poder del dinero 

Pedro Pablo Balam González, quien junto con sus amigos integró el equipo “Águilas” hace 20 años para participar en el primer torneo formal de futbol lamentó que el poder del dinero ocasione la destrucción de un espacio deportivo para convertirlo en una gasolinera. 

La destrucción del campo. Fotografías Mis-Noticias

En una entrevista con Mis-Noticias recordó con nostalgia que hace dos décadas su equipo compitió y ganó el primer torneo de futbol en ese lugar y ahora ve con asombro y tristeza la total destrucción del campo y los frondosos árboles que se ubicaban alrededor. 

Expuso que apenas antes de la pandemia del Coronavirus sus hijos y los de muchas otras familias jugaban y se divertían en ese campito y ahora no saben dónde podrán acudir en vista de que no existe otra área deportiva cerca del fraccionamiento. 

Este campo deportivo se encuentra en una franja de terreno abierto que corre a todo lo largo de la parte Oriente de esta unidad habitacional, con una longitud de casi un kilómetro y 30 metros de ancho, espacio que desde hace tres décadas los vecinos lo consideran un área pública.  

La franja de tierra colinda con el Anillo Periférico y a unos cinco metros paralelos a esta vía se encuentran ductos de gas abandonados que formaban parte de un proyecto de suministro del combustible que circunda gran parte del periférico.  

Numerosas casas cerca de la gasolinera 

De igual forma llama la atención que la empresa que construye la gasolinera haya obtenido los permisos de construcción y de uso de suelo debido a que enfrente, a escasos 10 metros (el ancho de la calle) se encuentren viviendas familiares que forman parte de las dos mil casas que alberga este fraccionamiento que se fundó en 1985.  

Aunque el nombre oficial de esta unidad habitacional es José María Iturralde Traconis, todos la conocen como “Las Águilas”, en referencia a que en la parte Oriente funcionaba una pista de avionetas que era referida con ese nombre.  

El campito en destrucción también servía para la práctica femenil de futbol americano y era utilizado por deportistas que venían de otras colonas cercanas.  

Desde hace 31 años, este espacio era sede de torneos de futbol infantiles, juveniles y de veteranos, alternándose los equipos horarios de tardes, noches y de todo el día los sábados y domingos.  

Las familias que se oponen a la construcción de la obra han realizado plantones y protestas a las puertas del Palacio Municipal pero hasta ahora sus esfuerzos y demandas han caído en saco roto, pero han advertido que no bajarán la guardia y recurrirán a organismos civiles y a grupos activistas en busca de apoyo para evitar que en plena zona habitacional y en medio de un campo de futbol funcione una gasolinera.  

El Ayuntamiento autorizó la construcción

El pasado 13 de agosto el Ayuntamiento de Mérida emitió el siguiente comunicado sobre el caso: 

“La estación de servicio que inicia su construcción en el tablaje catastral 147539, en Las Águilas, cumple con las restricciones que se establecen en el Programa Municipal de Desarrollo Urbano vigente, así como lo señala para tal giro el Reglamento de Construcciones de la ciudad de Mérida., también cuenta con  la autorización de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), entidad federal a la cual le compete la regulación de ese tipo de giros y usos. 

“El proyecto cumple con lo establecido en el permiso de uso de suelo para estación de servicio, locales comerciales y tienda de abarrotes otorgada  desde junio de 2018. 

“En este, como en todos los casos del mismo rubro, los propietarios de la estación de servicio presentaron el estudio de impacto urbano correspondiente, así como la posesión legal del predio, el cual proviene de propiedad privada, no área de donación o área verde. 

“La licencia de uso de suelo avala la compatibilidad del uso de acuerdo con el Programa Municipal de Desarrollo Urbano. 

“De acuerdo con la información del proyecto, éste cuenta con el oficio ASEA/UGSIVC/DGGC/8308/2018, emitido por la entidad federal el 10 de julio de 2018. Ante esa instancia se presenta el estudio de impacto ambiental y el análisis de riesgo correspondiente. 

“De acuerdo con el proceso, una vez cumplida con la compatibilidad de uso de suelo y con la autorización federal se revisa el proyecto para observar el cumplimiento del reglamento de construcciones vigente de la ciudad de Mérida. Luego de que fueron presentados todos los estudios y autorizaciones, incluyendo el de Protección Civil, el 23 de abril de 2019 se le otorgó la licencia de construcción número 147539”.