Aprobar la reforma energética es un salto al vacío: PAN


● Se afecta la atracción de inversión en el país y se golpea la economía de las familias mexicanas

● “Las afectaciones a la inversión, al empleo, al medio ambiente, las tarifas y por ende la economía de las familias dibujan una ruta por la que nadie quisiera avanzar, excepto el Presidente”

 Mérida, Yucatán, 23 de febrero de 2021 (Mis-Noticias).- “Favorecer de esa manera a una empresa, cualquiera que sea, no sólo atenta contra la competencia económica y la economía de las familias con tarifas más altas, sino también pretende regresarnos al pasado, al revivir el proceso de generación de electricidad mediante procesos altamente contaminantes que ya se estaban erradicando, como la quema de combustóleo”, denunciaron los legisladores Cecilia Patrón y Elias Lixa.

Expusieron que el dictamen que reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, aprobado ya en la Comisión de Energía en  la Cámara de Diputados, en respuesta a la iniciativa del 29 de enero con carácter de preferente por parte del Presidente, pretende modificar el mecanismo que regula las centrales eléctricas y favorece la colocación y comercialización de la energía generada en plantas de la CFE.

Agregaron que en el mundo ya se avanza hacia una política energética libre de la contaminación tradicional. En países como el Reino Unido ya está asentado que a partir de 2030 se prohibirá la venta de automóviles que funcionan a gasolina. Así también, en Yucatán y muchas otras zonas de México, de un tiempo para acá la producción de electricidad mediante el aprovechamiento de la energía eólica se ha convertido en una realidad, reduciendo tarifas para las familias y empresas mexicanas, y atrayendo inversión privada para aprovechar las condiciones geográficas que permiten su generación.

Ambos legisladores yucatecos, indicaron que en Acción Nacional se trabaja para proteger el orden constitucional y convencional del país y rechazan el llamado del Presidente a aprobar la reforma en los términos que se plantea, pues traerá como consecuencia una mayor proporción de energía más contaminante y más costosa en el país, además de atentar contra la competencia económica y propicia un duro golpe a la economía de las familias con tarifas más elevadas.