Parte II
¿De dónde viene la Terapia de Artes Expresivas?
Sus fundamentos vienen de diversas ciencias y acogen conceptos que son pilares para su manera de plantear sus estrategias:
La antropología es una influencia importante y visible. Partiendo de que toda cultura ha utilizado las artes expresivas a manera de permanencia estética de sus valores, costumbres e historias, en sus rituales.
De la psicología toma la importancia del juego y de la imaginación como una de las bases del desarrollo del ser humano, así como la importancia de potenciar la creatividad en las personas y de hacerlo en un espacio cuidado, seguro, que fomente y permita lo auténtico, la verdad de las personas y su creatividad nata.
Desde la filosofía fenomenológica y existencialista, se toma el valor de no interpretar y de limitar los prejuicios que pudieran existir ante un fenómeno, ante la creación artística; por el contrario, se centra en el proceso creativo como es, único y autentico, para su comprensión.
Del concepto Poiesis presentado por el pensador y filósofo Heidegger, sobre el hacer creativo, que nos permite partir de un mismo estímulo hacia todas las artes y de vincular continua, activa y creativamente, la imaginación con la vida misma. Según Stephen Levine, Poiesis es siempre posible; el poder conectarnos con nuestro potencial creativo y responder a nuestro dolor, al amor, a la paz, al igual que al sufrimiento del mundo de manera creativa. La poiesis siempre se puede dar.
El encuentro humano se concibe como un acto creativo, divino, potencializador y transformador que abre la perspectiva de nuestra existencia y que permite a través del proceso creativo transformar las dificultades y limitaciones de manera creativa en posibilidades de cambio.
La Terapia de Artes Expresivas no pretende formar especialistas en las técnicas artísticas ni mucho menos requiere tener un mínimo de conocimientos sobre alguna disciplina artística, sino todo lo opuesto, no son clases de artes ni tampoco es un espacio exclusivo para artistas, las artes se presentan y se dan al servicio del proceso creativo, al servicio de la persona y a su vez, la persona y su proceso creativo, se da al servicio de las artes.
“La creatividad, la imaginación y el juego son los océanos a través de los cuales la aventura del proceso terapéutico puede navegar y transformar hasta las más temidas tempestades”. -Victoria Uribe Jinich
#LatelaCultura
ILE VICTORIA URIBE JINICH
Lic. en Psicología por la Univ. Marista de Mérida, Yucatán.
Maestría en Arteterapia Transdisciplinaria y Desarrollo Humano por ISPA Barcelona, Especialización en Artes Expresivas por EGS Suiza.