Lo bueno… Lo malo…
Estuvo chévere, muy bueno el debate político a la presidencia municipal de Mérida, de los suspirantes ¿asaltantes?, que en lugar del significado de debate: Controversia, discusión; también significa contienda, lucha, combate, este último vocablo creo que va muy de la mano, o de bate, con bate, en el combate grilleril en donde a final de cuentas nos recordaron los tiempos en que las torres se convertían en bates para golpear testas de los opositores políticos. ¡Qué tiempos tan Futvolísticos, mejor dicho beisbolísticos!
Y como en esas épocas pandilleriles todos a una, nada de Fuenteovejuna, se le fueron encima -¿alguien recuerda a aquellos trompos, cuando el auge pandilleril se aposentó en Mérida?- al que por tercera ocasión pretende ocupar la silla presidencial de emeritense.
Uno de esos suspirantes, sin mayor decoro le dijo al presidente municipal con licencia “Porfirio Díaz Barrera”. Bien dicho, porque esas reelecciones mandaron al infierno, por no decir otra cosa aquel lema ¿alguien lo recuerda?: Sufragio Efectivo, No Reelección, por el que miles de mexicanos dieron su vida. Lo peor es que ese suspirante se olvida que alguna vez formó parte del partido que modificó las leyes para dar entrada a la reelección y que ahora por ironía, beneficia al pan francés, no, no eso es de panadería y no quiero decir con esto que el pan sea una nadería, sino al partido al cual pertenece actualmente el presidente municipal que no cree que la tercera sea la vencida, sino que seguramente irá por más. ¿Silla gubernamental? Uay parece que mejor le cambio a mago, augur u lo que sea, menos pitoniso, porque eso derivaría de una serpiente y con esas nada, menos en el auge grilleril en el que ahora como los 3 mosqueteros están uno para todos y todos contra uno, creo que no era así el lema, pero bueno…
Lo peor del asunto es que casi en coro, después del de bate levantaron los puños siniestramente, ¿no que era con bate? Al grito estentóreo de ¡gané, gané!
Uay, lo peor de todo es que sí, todos ganaron, porque sin excepción presentaron magníficas propuestas, las que sacaron en conclusión después de entretenerse “descubriendo las calles de Mérida” –Gracias Lic. Rolando Bello.
El problema que se presenta ahora es ¿cómo hará la ciudadanía para elegirlos a todos?, porque ya demostraron que Renancito la… falló, cuando los candidatos le descubrieron tantas fallas y errores en la administración de nuestra ciudad capital, pero como quiera que sea va por la tercera.
Una de las posibles soluciones es los ciudadanos marquen el nombre de todos los candidatos y así todos serán presidentes municipales. No, no, eso no es posible, porque si se marca el nombre de más de un candidato esa boleta, o el voto, se anulan.
Por de pronto yo me voy raudo y veloz a consultar con mi pequeño saltamontes, uay creo que mejor no le consulto nada, porque al fin y al cabo un saltamontes es un grillo y los tiempos están que arden para todos los grillos, mejor me voy con don Fernando Balmes Pérez, Vocal Ejecutivo del INE en Yucatán, quien después de todo asegura que Liborio Vidal Aguilar, ahora PAN, antes PRI, PRD, alguno más o alguno menos, Alpha Tavera Escalante, Morena, y conste que no es piropo ni requiebro, creo que así se llama su partido y del preciso y Jorge Canul Rubio, Movimiento Ciudadano seguirán aportando votos a los partidos políticos, por los que iban a ser diputados federales, pero les falló la maña o ¿desconocían la ley? Valientes aspirantes a legisladores que pretendieron hacerse pasar por indios, integrantes de los pueblos originarios y no lo demostraron y la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, sin necesidad de bate alguno los retiró de las candidaturas desde el pasado día 12 y ya no serán electos, si es que tenían posibilidad alguna, el próximo 6 de junio.
Lo importante de acuerdo a Balmes Pérez es que este problema está previsto por la ley y sus respectivos nombres, ya en las boletas electorales, aportarán votos para los candidatos que los sustituyen y para el partido que representan.
Y me voy corriendo a la fábrica de bates, no para próximas contiendas electorales, Dios nos libre, sino para los partidos de béisbol que se avecinan.
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Adiós al periodista, amigo y hermano que emprendió el viaje eterno, que Dios lo bendiga y lo deje escribir la crónica de la eternidad. Hasta pronto Martiniano Alcocer Álvarez.