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“Pa su mecha”, qué bonitos propósitos!

Lo bueno… Lo malo…

Excelente, la noticia de que el Congreso del Estado aprobó su presupuesto de 140 millones 164 mil 775 pesos para el ejercicio fiscal del 2022, lo que quiere decir que se redujo en un 16 por ciento respecto al del año pasado y digo que es excelente la noticia, porque las gordillas y los gordillos, nada que ver con Elba Esther ya no tendrán pretexto alguno para seguir haciéndole hoyitos al cinturón, porque tendrán figuras 16 por ciento más esbeltas. Les servirán los hoyitos de 16 kilos menos.

Víctor Hugo Lozano Poveda

¿O no? Lo malo, creo, en este triste asunto es que hay algunos funcionarios gandayas que prefieren hacer gastos superfluos, no solo en sus lujosas oficinas que parecen refrigeradores por eso del excelente aire acondicionado, que no es mejor que el aire acondicionado que circula por las casitas de paja del sufrido pueblo. ¿O es en los techos de cartón? Y pare usted de contar, porque dicen que no hay para mejorar los sueldos de los trabajadores y que, si les restan prestaciones, cuadrarán las cifras para tender a la gente, ¿tender?, no, esta chifladura escribe lo que le da la gana, no es tender, sino atender, parecido, pero muy diferente.

Y ya desde ahora se habla de la reducción de personal y otras “estrategias”, como nos informa Mis-Noticias: Se hará una reducción del personal del 10%, la cual vendrá acompañada de una reingeniería en las áreas administrativas que conforman este Poder Legislativo –¿les pagarán todas sus prestaciones, de acuerdo a la ley?-; se cancelará la partida del pago de celulares para el personal Administrativo, Operativo y Legislativo y, se eliminan los bonos y prestaciones fuera del Reglamento que rige al personal de confianza y que se otorgaban de manera automática y mecánica. Con estas acciones, reiteramos los principios y valores que queremos dejar marcados en la Legislatura y en nuestra forma de trabajar en cuanto al manejo de recursos públicos”.

Pa su mecha, qué bonitos propósitos, que seguramente se harán extensivos a todos los niveles de gobierno, en el venidero, y a la vuelta de la esquina, 2022, por aquello de la austeridad: Federal -aunque ellos tienen sus propios moles- que diga, sus propios problemas ¿o presupuesto?, y ¿alcanzará a los gobiernos estatal y municipal? A ver cómo le dirán a Juan Pueblo: Para ayudar a la patria comerás 16 tortillas menos… Eso si es que hay maíz para hacerlas. Aunque Juan Pueblo podría ripostar: 16 tortillas menos, si apenas como dos pa que mi mujer y mis hijos puedan comer, aunque sea tres tortillitas…

Bueno, dicen por ahí que no hay mal que por bien no venga y aunque no haya suficiente presupuesto, nunca es suficiente, ¿Por qué será? Pues resulta que don Gobernador está haciendo lo suyo, no lana, mal habida, conste, porque está trabajando para llegar a la grande –sinónimo de presidencia, no sean mal pensados- y está haciendo sus gestiones para que la mundialmente famosa empresa naviera, se dice que la cuarta a nivel mundial, Fincantieri traiga más lana a Yucatán para erigir dizque el astillero más grande de América, nada menos que en el puerto de Progreso y de una etapa inicial de 150 millones de dolores, que no dolores, dólares, pos que ya se “picaron” los inversionistas y traerán 220 millones de dolarucos.

Al menos eso dijo don Mau desde la colonia Italia. Que no es una colonia, me dice el Editor, que es un país allá en las uropas.

Y nos dicen en el chisme que comentamos, que esa empresa que tiene más de 20 mil trabajadores en 18 astilleros en Italia, Noruega, Rumania, Vietnam, Estados Unidos, Brasil y Australia, pos sumará a México, digamos Yucatán, entre sus planes.

Y claro que don Mau le sacó o le está sacando juguito, no los del DIF, a sus vacaciones por el viejo Continente, que diga, a su gira de trabajo por el viejo mundo, esperemos que todo salga bien y lleguen los dolarucos, como con las maquiladoras. ¿Verdad?

Lo malo sería que los inversionistas de ¿buena fe? Vengan, como en tiempo pretéritos, a aprovechar la mano de obra barata, de acuerdo a nuestras leyes, pero que RESPETEN esas leyes y no le hagan chicanas a sus trabajadores, como lo hacen en la actualidad muchos empresarios que no entienden que ellos ponen el capital, sí, pero los trabajadores aportan la fuerza de la mano de obra. Esa unión de esfuerzos y respeto hace prosperar no solo a los negocios sino a las y los trabajadores. ¿O es mucho pedir?

Y mejor me voy a todo correr a Progreso para disfrutar de sus aguas limpias, por ahora, antes de que la industria naval contamine nuestro bello puerto y por si las autoridades no previenen este problema mejor hay que enterarse de algo de lo que dice de los astilleros la Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo: “Los astilleros llevan a cabo una gran variedad de actividades durante la construcción o reparación de buques y embarcaciones pequeñas. Muchas de estas actividades generan contaminantes atmosféricos o de las aguas de los que se sabe o se sospecha que causan trastornos y lesiones fisiológicos y metabólicos, como el cáncer o el envenenamiento por plomo. Los contaminantes también actúan de manera indirecta, como agentes mutágenos (que afecten a la bioquímica de la reproducción de las generaciones futuras) o teratógenos (que dañan al feto)”. ¡Uay!