Murió la Reina Isabel II, a sus 96 años


Mérida, Yucatán, 8 de septiembre de 2022 (Agencias/Redacción Mis-Noticias).- El Palacio de Buckingham anunció la muerte de la reina Isabel II de Inglaterra, a los 96 años de edad, en el castillo de Balmoral, de Escocia, rodeada de sus familiares más cercanos.

La monarca fue coronada el 2 de junio de 1953. Mientras estuvo en el trono, vio pasar a 15 primeros ministros y 7 papas. Al cumplir 21 años juró: “Toda mi vida, sea larga o corta, estaré dedicada a vuestro servicio”. Hasta el final cumplió su lema: “Lo primero es la obligación, lo primero es el país”.

La familia real publicó en Twitter: “La Reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde. El Rey y la Reina Consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana”.

De chica jamás imaginó que llegaría a reinar, porque era la tercera en la línea de sucesión al trono, luego de su tío y su padre. Pero dos hechos inesperados la convirtieron en reina a los 25 años.

En 1936 falleció su abuelo, el rey Jorge V, y asumió la corona su tío Eduardo como rey Eduardo VIII. Ese mismo año abdicó tras comprometerse con la estadounidense divorciada Wallis Simpson. Así fue como su hermano, el príncipe Alberto, se convirtió en rey como Jorge VI.

La salud de Jorge VI, su padre, se deterioró rápidamente durante la Segunda Guerra Mundial. Con una fuerte adicción al tabaco y sufriendo cáncer de pulmón, falleció el 6 de febrero de 1952.  Bajo estas circunstancias, Isabel se convirtió en reina a los 25 años de edad.

La reina más longeva del mundo celebraba sus cumpleaños cada 21 de abril y lo festejaba también el segundo sábado de junio ya que la tradición la obligaba a coincidir con el desfile del Trooping the Colour. Ella nació en Londres, el 21 de abril de 1926.

Isabel Alejandra María fue la primogénita del entonces príncipe Alberto y su esposa Isabel. Nació por cesárea en 1926 y tuvo una infancia tranquila en la residencia de White Lodge. Muchos años después como reina habitaría en el Palacio de Buckingham con sus 775 habitaciones y pasaría los fines de semana entre el castillo de Windsor, el de Balmoral, el de Holyroodhouse en Escocia o su casa en Irlanda, el castillo de Hillsborough.

Su fortuna: 11 mil 700 mdd

Fue la sexta mujer en ascender el trono británico y la que más tiempo reinó. Se estima que su fortuna personal es de 11 mil 700 millones de dólares.  

Primogénita de los duques de York y tercera nieta del rey Jorge V de Inglaterra, Isabel se convirtió en la heredera del trono cuando su padre fue coronado en 1936 con el nombre de Jorge VI.

De princesa sin responsabilidades pasaba a ser princesa heredera, a su formación se le agregaron lecciones de caligrafía e historia de la monarquía y de la constitución británica.

El 13 de octubre, Isabel dio muestra de por qué era el “orgullo” de su papá. Con apenas 14 años habló para todos los niños por la radio de la BBC de Londres y los llamó “amigos y compañeros”. En su mensaje, les aseguró que sabía “lo que significa estar lejos de las personas que amamos y seremos nosotros, los niños de hoy, lo que tendremos que hacer del mundo del mañana un lugar mejor y más feliz”. De acuerdo a sus datos biográficos, en 1945 se unió al ejército y se capacitó como conductora y mecánica. Su compromiso fue tan impactante que, con 18 años, las leyes fueron modificadas para que pudiera tomar decisiones si su padre se ausentaba o tenía algún problema de salud.

El amor de su vida

Fue en medio de la guerra que Lilibet, como también le llamaban, conoció el amor de su vida. En una visita protocolar a la Universidad Real un cadete fue asignado a su cuidado y al de su hermana. Apareció Felipe, un joven alto y atlético que tenía el título de príncipe de Grecia pero nunca reinó debido a que se había abolido la monarquía.

Las princesas y el cadete se entretuvieron un rato, hasta que él saltó la red de la cancha de tenis. Dicen que en ese momento, la discreta Isabel, le dijo por lo bajo a su institutriz un: “Míralo cómo salta”. No lo dijo con tono de observación sino de enamorada.

Tras ser asignado Felipe a la Armada Real, Isabel y su novio mantuvieron una relación por carta. Cada vez que a Felipe le otorgaban unos días de licencia lo invitaban a pasar esas breves temporadas en el Palacio de Windsor, aunque ni el rey Jorge VI ni la reina le hablaban al novio, a la pareja no le importaba. El 20 de noviembre de 1947, Felipe e Isabel se casaron. El novio le regaló a su futura esposa un brazalete de diamantes y la promesa de no volver a fumar. Recibieron 10 mil telegramas de felicitaciones y 2 mil 500 regalos de todo el mundo. Isabel llevó un vestido realizado por 25 costureras y 10 bordadoras que, para dar ejemplo de “austeridad”, pagó una parte con cupones de racionamiento. A la boda asistieron dos mil invitados que quedaron impresionados con la seguridad de la futura esposa de apenas 21 años.

La reina Isabel II y el duque de Edimburgo estuvieron casados por 68 años. Se casaron el 20 de noviembre de 1947 en la abadía de Westminster.

La boda real

Fue la primera boda real transmitida a todo el mundo y se estima que más de 200 millones de personas de todos los continentes escucharon la transmisión radial. Un año después de la boda nació su primogénito, Carlos.

En 1952, el matrimonio se encontraba de visita en Kenia cuando recibieron una noticia: el rey Jorge VI había muerto. Lilibet pasó a ser Isabel II, del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y de sus otros Reinos y Territorios, Reina, Jefa de la Mancomunidad de Naciones y Defensora de la Fe. Según las leyes del Reino Unido, con su cargo se convirtió además “en la dueña de todos los delfines, ballenas y esturiones a tres millas de la costa del Reino Unido y de todos los cisnes del Támesis”.

Isabel II subió al trono británico el 6 de febrero de 1952, pero la coronaron el 2 de junio de 1953 en la Abadía de Westminster. La imponente ceremonia la presenciaron ocho mil invitados y casi 27 millones de espectadores la vieron por televisión. Asistieron jefes de Estado y representantes de las casas reales europeas.

Isabel no lo sabía, pero comenzaba el reinado más largo del mundo. La coronaron en un país que en ese momento contaba con unos 50 millones de habitantes que vivían una sociedad con una fuerte diferencia de clases, donde los asesinos eran condenados a la horca, ser homosexual era ilegal y la inmigración masiva no existía.

En sus 70 años en el trono, Isabel II vio gobernar a 16 primeros ministros, 13 presidentes de Estados Unidos y 7 papas. Llegó al trono cuando Winston Churchill ocupaba la residencia oficial de Downing Street, Iósif Stalin estaba en el Kremlin, y Harry S. Truman en la Casa Blanca. Su muerte sucede cuando la URSS ya no existe, un presidente de color llegó a Washington y un argentino es Papa.

Fan de la tecnología

La princesa que escribía largas cartas en papel se convirtió en una fan de la tecnología y para ejemplo, en 1976 cuando internet iniciaba mandó un correo electrónico por primera vez. En 1997 lanzó la web de la familia real. En 2011 hizo el primer streaming en directo en YouTube con la boda de Guillermo y Kate Middleton. Con la boda de Harry y Meghan Markle empleó una multiplataforma Twitter, Facebook y YouTube. En junio de 2020, para un acto oficial, utilizó por primera vez, a los 94 años una plataforma de videollamadas.

Mientras era princesa dio a luz a Carlos, su primogénito y heredero al trono. Dos años más tarde llegó Ana. Dejó su crianza en manos de institutrices porque recién coronada debió realizar una larga gira protocolar. Casi diez años después, llegó Andrés, su tercer hijo nació el 19 de febrero de 1960. Cuatro años después, el 10 de marzo de 1964, alumbró a su cuarto y último hijo, el príncipe Eduardo.

En 1992 afrontó públicamente las separaciones de tres de sus hijos Carlos, Ana y Andrés y el incendio del castillo de Windsor. Por esas circunstancias a ese año lo llamó el “annus horribilis”. El único de sus hijos que no se divorció es Eduardo, que se casó con Sophie Rhys-Jones en 1999.

La reina Isabel II tiene 8 nietos, dos por cada hijo, y 12 bisnietos, pero que a pesar de ser parientes directos, no todos cuentan con un título real. Solo William, el hijo de Carlos y Lady Di, segundo en la línea de sucesión al trono es el nieto con más responsabilidades.

Se convirtió en la reina británica más longeva, superando a su tatarabuela la reina Victoria, que tenía el récord a los 81 años.

Reinó en 16 naciones, es decir a 139 millones de personas que viven en los países de la Commonwealth, entre ellos Canadá, Australia, Las Bahamas, Belice y Nueva Zelanda.

Leyes, banquetes y galardones

Durante su reinado fueron promulgadas 3 mil 500 leyes por el Parlamento. La reina asistió a todas las aperturas del Parlamento excepto en 1959 y 1963 cuando estaba embarazada de sus hijos el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo respectivamente.

El 83% de las personas que viven en el Reino Unido no han conocido a otro monarca y su figura fue interpretada en al menos 100 películas y programas de televisión. En su reinado confirió más de 404 mil 500 galardones y honores y posó para 129 retratos oficiales.

Fue la reina que apareció en el mayor número de monedas. Su rostro figura en el dinero de 35 países, supera a su padre, que estaba en las monedas de 19 naciones, y a su bisabuela la reina Victoria, en las de 21.

Entre los miles regalos que recibió se encuentran algunos insólitos como un oso perezoso, un jaguar de Brasil o un castor de Canadá, animales que se custodian en el Zoológico de Londres.

Reptiliana?

Fue la primera soberana británica que, ante las críticas, optó por pagar impuestos y abrió al público el palacio de Buckingham.

Isabel fue la única ciudadana británica sin permiso para opinar de política, votar, postularse a elecciones ni tener pasaporte pero aún sin pasaporte fue la reina que visitó más de 100 países, la figura principal de la Iglesia en Inglaterra y la que jugó un papel ceremonial relevante en el gobierno del Reino Unido.

Al cumplir 21 años dijo: “Declaro que toda mi vida, sea ésta larga o corta, estaré dedicada a vuestro servicio”. Por eso jamás tuvo intención de cederle su lugar a Carlos, que se transformó en el heredero eterno. Isabel II siempre se mantuvo firme de que nunca habría una regencia a menos que estuviera enferma al punto de verse incapaz de realizar sus tareas.

La reina también fue objeto de bromas y punto central de temas conspirativos en la voz popular, como el hecho de considerarla miembro de una especie reptiliana, tal como se puede encontrar en el mundo de internet.