Farsa de “ambientalistas” en Sitilpech


*Crían, sacrifican y comercializan cochinos

*Cuando menos un activista, opera una granja clandestina en pleno centro de la comunidad

Mérida, 16 de julio de 2022.- Pobladores de Sitilpech calificaron de farsa, cinismo y simulación el movimiento de los activistas que dicen defender la salud de la población y el medio ambiente, ya que varios de ellos están vinculados a la actividad porcícola, como el caso de Jesús Ariel Uc Ortega, quien posee una granja de cerdos a escasas dos esquinas del centro de salud de la localidad y a cuatro de la plaza principal.

“Los ambientalistas” de Sitilpech irrumpieron en un Foro organizado por la Cámara de Comercio de Mérida, el pasado 27 de mayo

Este criadero de cochinos se encuentra en pleno centro de la comunidad y a decir de varios pobladores, este sitio constituye una fuente de contaminación debido a que no cumple ninguna norma ambiental y sus desechos y aguas residuales van directamente al subsuelo con los riesgos que ello implica para la salud de las familias.

Cerditos en proceso de engorda en la granja de “El Plomo“, según denuncias vecinales

Luego de que algunos medios digitales dieran a conocer el funcionamiento de una granja clandestina en Sitilpech, comisaría de Izamal, reporteros de Mis-Noticias y de El Observador Gráfico Yucatán acudieron a la comunidad para verificar la información y escuchar el testimonio y quejas de los vecinos, quienes pidieron el anonimato por temor a represalias y ser agredidos por los “activistas”, al considerar que la mayoría de ellos “son gente mala, que miente, ofende y agrede cuando no te sumas a sus marchas y caprichos”.

Ambientalistas” en una de sus varias protestas en Sitilpech

Los entrevistados dijeron que lo que más les molesta e indigna, es que “esos señores y señoras que se dicen defensores del medio ambiente y de la salud de la población, solo están engañando a la gente porque en realidad son los que contaminan con sus actividades relacionadas con la cría y venta de cochinos, haciéndose pasar falsamente como ambientalistas.

La señora Eugenia N., ama de casa y madre de dos pequeños, manifestó su inconformidad al acusar también que los “ambientalistas” de la población utilizan a niños en sus marchas y protestas, cuando esos infantes no tienen nada que ver con los intereses particulares que persiguen los activistas.

“Estas personas que se dicen activistas son malas y mentirosas porque utilizan hasta a niños para las protestas, cuando estas criaturas no tienen nada que ver con esas cosas y solo se aprovechan de ellos, y eso es algo que está muy mal y debe ser castigado”, resaltó.

Niñas y niños llevados a las protestas

A su vez, doña Graciela S., también ama de casa, señaló que “los ambientalistas” del poblado recaban firmas de casa en casa bajo engaños, pues en algunos casos dicen que son para que las personas puedan tener beneficios de programas federales, cuando en realidad, las firmas recolectadas son utilizadas para sus intereses particulares.

Desechos de aguas residuales tirados al aire libre
Agua podrida sin ningún tratamiento final
Más desechos líquidos tirados directamente al subsuelo

De igual forma dijo que ya se sabe en la población que, muchos de los que participan en las marchas y protestas contra la granja de Kankabchén reciben pagos de alguien, ya que varios de ellos no trabajan y fácilmente son comprados para esos fines.

Desagües de las aguas podridas de las corraletas

“El colmo del cinismo se puede ver con una persona que se llama Jesús Uc Ortega, que le dicen el Plomo, porque tiene una granja de cochinos en el centro del poblado y es uno de los que ha estado al frente de las protestas engañando a la gente”.

Centro de salud de Sitilpech, ubicado a 200 metros de la granja de Jesús Ariel

Los entrevistados denunciaron de igual forma que, otros supuestos ambientalistas de la comunidad se dedican a la cría, sacrificio y venta de cochinos, utilizando el matadero clandestino conocido como “Dzimba”, que se encuentra a la vuelta de la iglesia, donde se sienten olores fétidos y con un entorno lleno de moscas por la sangre y desechos de la matanza de animales que son tirados en el suelo y patio del predio.

Camino de acceso a la granja clandestina

También comentaron que hay otra pequeña granja, a unos 900 metros del centro de la comisaría, propiedad de otro “ambientalista y defensor de los animales” conocido como Mario Pech.

Entrada principal de la granja de cerdos de Jesús Ariel Uc Ortega

Expusieron que otros “ambientalistas y defensores de los animales” que se mantienen activos en las protestas operan la tienda Victoria, ubicada a un costado del parque, donde a diario venden chicharra y morcilla.

Diego Valencia, alias “Zonda”, Arturo Albornoz, Alex Necho, también forman parte de esos grupos, según relataron los vecinos ajenos a las protestas.

Nosotros acá en el pueblo –expusieron–, pensamos que detrás de estas protestas y movimientos de los supuestos ambientalistas, hay mucho dinero de por medio y alguien les paga para que protesten, porque conocemos quiénes son y a qué se dedican, por eso decimos que esas protestas son una farsa y están llenas de cinismo y simulación.

Matadero de cerdos

Acerca de la granja de Jesús Ariel Uc Ortega, los reporteros localizaron y entrevistaron al comisario José Candelario Pech Ku, quien contrario a lo denunciado por los vecinos, aseguró que esa granja “ya no funciona y por lo tanto no es fuente de contaminación”.

Comisario municipal, José Candelario Pech Ku

Indicó que en su momento, ese criadero de cerdos sí contaminó y que incluso había otra pequeña granja al lado, propiedad de su compadre, “pero al paso del tiempo y por el crecimiento de la población fueron abandonadas y ya no funcionan”.

La granja de Jesús Ariel Uc, colinda con el terreno que forma parte del predio donde vive el comisario.

La granja de Uc Ortega se ubica a unos 200 metros del centro de salud y a 400 de la plaza. No tiene ningún nombre que lo identifique y cuando llegaron los reporteros el lugar estaba cerrado y por lo tanto no se pudo acceder ni tampoco entrevistar a algún responsable.

Los ambientalistas y defensores de animales también sacrifican y comen cerdos

Sin embargo, los vecinos inconformes insistieron en asegurar que la granja sí funciona en la actualidad y es fuente de contaminación que pone en riesgo la salud de la población.