Lo bueno… Lo malo…

Por Mariano Quintal Yam
Y dígame usted si es bueno o es malo que el chivo en cristalería, sin el menor recato posible ha enfilado sus cuernos de chivo en contra de comunicadores que lo han criticado en el ejercicio de sus labores periodísticas. Lo malo es que el tal Donald ya no se hace pato y con todo el cinismo del mundo ha amenazado a comunicadores, señalando quién es el siguiente comunicador en perder su empleo por las críticas a la administración presidencial…
Opinen mis dos lectores si es acoso o no, desde las redes del poder, cuando el jefe de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, FCC, Brendan Carr criticó a Jimmy Kimmel, de la ABC, propiedad de Disney, que también tiene a su pato Donald, cuando el comunicador señaló que la pandilla, desesperadamente, intenta hacer aparecer al supuesto asesino de Charlie Kirk, no como uno de ellos. ¿Al decir la pandilla se refería a delincuentes?
Carr, luego de acres críticas contra Kimmel, consideró que la agencia que lidera podría revocar las licencias de ABC, con la supuesta intención de hacer que ABC tome represalias contra el comunicador y comediante.
Finalmente, Kimmel quedó fuera de ABC y el tal Donald hecho unas pascuas dijo que eran buenas noticias para Estados Unidos, que por sus bajos índices de audiencia, y felicitó a ABC quesque por tener el coraje de hacer lo que se debía hacer. ¿?

ESPN, cadena deportiva, propiedad de Disney intenta comprar NFL Network, en multimillonaria suma, pero está pendiente la aprobación de la FCC para aprobar el negocio de la compraventa. Las cadenas Nextar también doblegaron el cuello y se sabe que tienen pendiente una decisión de la FCC, así que dijeron que retirarían el programa de Kimmel, como finalmente sucedió.
También se ha informado que el Late Show de Stephen Colbert en CBS, del grupo Paramount fue suspendido en junio pasado cuando el presentador dijo que Paramount había pagado big, grande y fat, gordo soborno por la edición de una entrevista con Kamala Harris, opositora de Trump en la contienda presidencial. El pago fue de 16 millones de dólares al tal Donald.
Paramount intentó minimizar el asunto pero el tal Donald no pudo ocultar su satisfacción y en ese entonces dijo que había oído que Jimmy Kimmel sería el próximo.
Vaya oído tan agudo de quien tiene el poder, dice la columneja.
Y por casualidad poco después de la salida de Colbert la FCC aprobó la fusión, por 8 mil 400 millones de dólares de Paramount con Skydance Media, propiedad de David Ellison, hijo del segundo hombre más rico del mundo, según se dice, Larry Ellison, cuyo grupo intenta comprar Tik Tok en la tierra del Pato Donald, según el personaje de Disney.
La senadora demócrata por Masachusetts Elizabeth Warren habría dicho en sus redes sociales: primero Colbert, ahora Kimmel. Acuerdos de última hora, acuerdos secundarios secretos, fusiones multimillonarias pendientes de la aprobación de Donald Trump. Consideró en sus redes que Trump silenciando la libertad de expresión ahoga nuestra democracia. Parece que las grandes empresas de medios de comunicación están permitiendo su autoritarismo, señaló.
Y como quien tira la piedra y esconde la mano Donald, no el de Disney, habría dicho que tal vez habría que quitarles la licencia a medios que lo critican, pero inmediatamente añadió que eso depende de Brendan Carr.
Hay multimillonariaas demandas del tal Donald contra grupos de comunicación como News Corp, central de The Wall Street Journal y la agencia Down Jones de Rupert Murdoch que recibieron una demanda del tal Donald por diez mil millones de dólares, por presunta difamación al publicar supuesta nota de felicitación de Trump al delincuente sexual y financista, Jeffrey Epstein, ya fallecido, en 2003.
Pero al parecer, como siempre, no todo está perdido porque ante la demanda por quince mil millones de dólares, del tal Trump al The New York Times y a cuatro de sus reporteros por historias publicadas antes de la elección que encumbró al tal Donald, por segunda ocasión en la presidencia de la tierra del Pato Donald, según Disney.
The New York Times dijo, entre otras cosas que no se dejará influenciar por tácticas de intimidación y que la demanda en su contra no tiene fundamento y es un intento de amordazar y desalentar al periodismo independiente.
Bueno, pues en gringolandia tienen una Corte Suprema en donde se dice que hay irrestricto apego a la ley, cuya Primera Enmienda prohíbe a los funcionarios del gobierno ejercer su poder selectivamente para castigar o suprimir la libertad de expresión, directamente o a través de intermediarios privados, acorde con lo dicho por la jueza Sonia Sotomayor.
¿Demandarán a sus detractores los periodistas agredidos…?
Veremos.