*Efectos de la marea roja en Yucatán
Lo bueno… Lo malo…
Bueno, excelente que los trabajos para rescatar a los mineros atrapados en la mina de carbón El Pinabete, en Sabinas, Coahuila no se hayan dejado e incluso se pida el auxilio de expertos de otros países, como Estados Unidos y Alemania, según se ha informado.
Los datos estadísticos en torno a la mortalidad del trabajo en las minas los da BBC News; sin datos exactos informa que anualmente fallecen 1200 trabajadores en las minas, lo que nos da una idea de la peligrosidad de ese tipo de labor.
Asimiso, Alan Baxter, experto del Instituto de Materiales, Minerales y Minería dice que una de las causas de las muertes en la mina es el dinero, la codicia, diría yo.
También considera que hay disminución de ese tipo de accidentes en todo el mundo, excepto en China y Rusia. China, de acuerdo a su apreciación extrae hasta 3 mil millones de toneladas de carbón anualmente, lo que sería el 40% de la producción mundial del carbón pero con el 80 por ciento de las muertes en la minería. Lo que implicaría más de 900 muertes al año. Y lapidariamente dice que la razón de la alta mortalidad en las minerías china y rusa es el dinero.
Mi más ferviente deseo, por motivos de trabajo escribo estas líneas el jueves 18, es que hoy viernes recibamos la buena noticia del rescate de las personas atrapadas en esa mina.
Una nueva esperanza está en que se piensa trabajar inyectando material para impedir que el agua se siga filtrando a las minas. Se indicó que se han sacado de las minas 343,470 metros cúbicos de agua, equivalentes a 343 millones 470 mil litros de agua, si tomamos en cuenta que un metro cúbico tiene mil litros de agua, mil litros serían 5 tinacos de 200 litros. Esto nos da una idea del titánico esfuerzo realizado.
De nueva cuenta nuestros mejores deseos y solidaridad para que salgan con vida quienes todavía están atrapados en las entrañas de la tierra y regresen la alegría a sus seres amados.
Y mire usted lo que son las cosas, por el momento no hemos sido blanco de ningún ciclón, y esperemos que así siga el asunto hasta el cierre de la temporada ciclónica, pero si usted le pregunta a algún restaurantero especializado en mariscos, le dirá que a ellos sí les ha caído un ciclón con eso de la marea roja, porque la gente ya no quiere saber nada de los productos del mar.
La presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados, Claudia González Góngora, comentó que a causa del fenómeno no alcanzarán el crecimiento previsto en los negocios que agrupa, debido a ese fenómeno.
También dijo que no hay riesgo de intoxicación por los productos del mar que, en la mayoría de los restaurantes, si no en todos, adquieren sus productos en lugares en los que no afecta la marea roja, es decir en otros Estados.
Como ya se sabe la marea roja invade aguas desde Progreso, hasta unos sesenta kilómetros en diversos puntos como Chicxulub, el Puerto de Abrigo, Dzemul, Chelem, Ixil y cercanías. Como se recordará la mancha inició por la zona de San Crisanto y se espera que en lugar de crecer poco a poco vaya desapareciendo, pero eso mejor que lo averigüe VVVAAAAARRRRGGGGAAAASSSS.
Y ahora ¿Qué hago? Le había prometido a la Gordis que la iba a llevar a la playa para que disfrute de su pescado frito y sus ricas y helodias chelas, pero solo se lo menciono y piensa que algo malo le preparo para desquitarme de que me obligó a besuquear a su mono que podría contagiarme la viruela.