Rocían alcohol y queman a menor en telesecundaria de Querétaro


Mérida, 18 de junio de 2022 (Redacción Mis-Noticias).– Un estudiante de 14 años fue rociado con alcohol y quemado por parte de sus compañeros de la telesecundaria Josefa Vergara, en la comunidad El Salitre, en la capital de Querétaro.

Al respecto, padres de familia acusaron que la directora y a la maestra de grupo del plantel de no impedir la agresión y ante ello se manifestaron en las instalaciones de la escuela para exigir justicia.

Padre de Juan Pablo

De acuerdo con testigos, el menor Juan Pablo fue rociado con alcohol y quemado, lo que ameritó que fuera ingresado en el Hospital del Niño y la Mujer, ya que se su condición se porta como delicada.

A su vez, la Fiscalía de Querétaro explicó que desde el pasado 7 de junio se recibió la denuncia e inició una carpeta de investigación por los hechos ocurridos” en la mencionada escuela.

“La Unidad Especializada en Justicia para Adolescentes realiza las investigaciones. Los servicios periciales han valorado las lesiones provocadas en el adolescente y con base en ello, se dará continuidad al proceso penal hasta el total esclarecimiento de los hechos”, informó la dependencia en un comunicado.

De acuerdo a publicación de El Universal, tras la agresión a Juan Pablo, su padre, Juan Zamorano, dijo que desde febrero su hijo ya se rehusaba a asistir a la escuela y pedía que lo cambiaran de salón, sin embargo, la directora de la telesecundaria negó el cambio bajo el argumento de que no existían elementos para justificarlo y que no había cupo en otros salones.

Además de que se trata de un tema que ya venía desde hace tiempo y que es consecuencia de la discriminación y bullying que recibía el menor por parte de sus compañeros y maestra, por ser otomí y no hablar bien español, acusó el padre del menor. 

“Desde aquellos tiempos ya le estaban haciendo bullying y nos dimos cuenta que hasta la propia maestra le hacía bullying, nada más porque somos de raza otomí, piensa ella que no somos de su clase, no somos de su raza, piensa que ella es ser humano y nosotros somos de otras personas”, sostuvo.

Expuso que su hijo es callado y nunca quiso señalar a los compañeros que lo acosaban, pero no descarta que la escuela estaba enterada de quiénes eran sus agresores, sin embargo, las autoridades del plantel no lo quisieron cambiar, lo que derivó en haber sido rociado con alcohol y luego le prendieron fuego hasta causarle quemaduras de segundo y tercer grado.

Aseguró que desde su punto de vista la agresión no fue sólo un accidente, ni mucho menos bullying, sino un intento de asesinato.

El día que Juan Pablo fue quemado, según lo que narra don Juan, la maestra determinó no llamar a las unidades de emergencia y fue ella misma quien lo trasladó a una clínica, donde sólo le colocaron una pomada y lo enviaron a casa, sitio en el que la docente  lo dejó y le consiguió una cebolla para que se aplicara en las heridas como tratamiento.

Relató que luego de la agresión, la maestra trató de levantar al niño por su propia cuenta, sin que se diera cuenta nadie, ni el papá ni la mamá.

Fue la misma maestra quien los intentó persuadir de no  interponer una denuncia y trató de que los padres de Juan Pablo firmarán un acuerdo con los padres de los agresores, para que éstos se hicieran cargo de los gastos, a lo que no estuvo de acuerdo don Juan Zamorano.