Renán y sus ocurrencias


Lo bueno… Lo malo…

Bueno que la Comuna meridana haya decidido cancelar las actividades presenciales con motivo del Carnaval de Mérida que iba a iniciar este miércoles 10 de febrero para concluir el martes 16, para prevenir contagios que pueda dejar el chiwo gusano, ante la celebración de las carnestolendas.

Malo, muy malo es que el Ayuntamiento y su Alcalde hayan demostrado no sólo falta de previsión, sino incluso de sensibilidad, porque la cancelación se dio como dicen por ahí, al “cuarto para las doce”, ante las protestas por el riesgo del contagio del terrible mal dejando “vestidos y alborotados” a quienes ya habían, cuando menos desempolvado el vestuario del año anterior o estuvieran trabajando a marchas forzadas para confeccionar el nuevo.

Lo peor es que en estos tiempos preelectorales se haya decidido darles matarili, carpetazo o destituido a los soberanos, para este año, todavía no elegidos, y que el Halach Uinic decretara en “bando boletinero” que todos los meridanos seremos embajadores de la alegría y los responsables de contagiar nuestro entusiasmo -no el chiwo gusano- todos seremos reyes y reinas, iniciativa que se ha replicado en otras ciudades con carnavales importantes como Nuevo Orleans con su campaña “The People are King”, según informa Mis-Noticias.

Requetemal, que ahora que todos los festejos de Momo serán a través de internet, me pongo a pensar, “ay, chispas, cómo le hago para mantener la alegría en mi corazón, si en la zona donde vivo no llega la señal de internet, y lo que es peor, lo que iba a gastar en mi traje de mestiza, ¿O mestizo? No me alcanza para comprarme una computadora, ¡Pero qué digo, si no tengo ni para pagar internet, uay…!

Bueno, requetebueno que el gobernador Mauricio Vila Dosal haya cumplido una promesa de campaña al inaugurar el teatro oriental, que diga, del oriente del Estado, en Valladolid, el espacio para las artes y manifestaciones de la cultura vallisoletana, “José María Iturralde Traconis”, con una inversión de 29 millones, doscientos mil pesares, que diga, pesos, para dar un recinto de calidad, sobre todo ahora que están restringidas la actividades masivas.

Malo es que no tengamos la esperanza puesta en que pronto la humanidad domesticará al chiwo gusano y gradualmente retornaremos a las actividades culturales y económicas y pues Valladolid ya tendrá un teatro a la altura de los mejores para presentar la excelencia de la cultura regional y de esa histórica ciudad, cuna de la Revolución Social Mexicana.

Requetebien que Mario Marín Torres, ex gobernador de Puebla fuera detenido en Acapulco, Guerrero, luego de que la Interpol estuviera buscándolo por todo el mundo por la agresión, tortura de la periodista Lydia Cacho en 2005. Mi gober precioso, por cierto militante distinguidísimo del Partido Revolucionario Institucional, ordenó darle de “coscorrones” a la periodista por haber denunciado en su libro “Los Demonios del Edén”, la existencia de una red de pederastas que incluía a políticos, poderosos y empresarios como Kamel Nacif y Jean Succar Kuri.

Malo será que en el desarrollo de las acciones judiciales, el “gober precioso” pudiese tener el resquicio de acogerse al programita ese de testigo protegido, “porque tengo otros datos”. ¿Será? Porque falta la detención de otros involucrados en la agresión y tortura contra la periodista, cuyo caso motivó la intervención de la ONU. Ya veremos.

Y peor es que no me vaya por ahí ante los efervescentes acrídidos saltimbanquis para llevarles el chisme de que el Ayuntamiento meridano ha decidido que “The People are de King”, el pueblo es el rey, por aquello de que en la democracia los dueños del balón son los ciudadanos que delegan el ejercicio del poder en personas HONESTAS para dirigir los destinos de la comunidad y requetepeor es que no les pregunte qué significa eso de chocar los puños. ¿Será deseo de pleito caballeroso, o brutal esperanza deshonesta de contagiar al rival con el chiwo gusano que podemos llevar en la mano, los puños forman parte de ésta, ¿Masinó? Lo requetemalo es que ya no serán reyes y reinas, sino que el pueblo lo es, vaya con este Renán y sus ocurrencias, pobrecitos acrídidos sin corona…