El “Torneo Nuevos Valores de Fut 7” que organiza José Luis Cervera en las unidades deportivas del Rogers Hall y de la Universidad Tec Milenio no solo representa una verdadera mina de oro con probable evasión al fisco, sino también un espacio para el uso de la prepotencia y actitudes antideportivas y fraudulentas que borran el espíritu de fomento al deporte y la sana convivencia que debe prevalecer en este tipo de eventos.

Resulta que José Luis Cervera ha encontrado desde hace varios años en la organización de estos torneos la forma más simple y rápida de hacer dinero sin ningún esfuerzo y responsabilidad fiscal, además de tener bajo su control la decisión de qué equipo puede avanzar o no, al ordenarle a los árbitros en turno (sus empleados) lo que tienen que hacer, según sus intereses particulares y de negocio, alejando con ello el espíritu de la sana, libre y genuina competencia que debe prevalecer entre los participantes.
Actualmente, José Luis Cervera cobra una cuota de 3 mil 300 pesos por inscripción de cada equipo por 10 jornadas de juego, así como 300 pesos por arbitraje de cada partido, por equipo, o sea 600 pesos en total.
Son 40 equipos participantes, por 3 mil 300 pesos cada uno, resulta un total de 132 mil pesos lo que se embolsa José Luis Cervera cada dos meses y medio. A la semana, programa 4 días de competencias con 6 partidos diarios, o sea 24 partidos a la semana, lo que le permite recaudar adicionalmente 14 mil 400 solo de arbitraje por cuatro días de actividades. Quienes fungen como árbitros y anotadores, son sus empleados y, en consecuencia, no tienen autonomía y reciben órdenes de las decisiones que toman.
El caso más reciente de arbitrariedades se suscitó el pasado 10 de este mes de julio en al partido entre Galácticos y Forza 12, donde el árbitro decidió expulsar a un jugador de Forza 12 sin aparente falta que lo ameritara. Ante la sorpresa de los jugadores y familiares presentes la decisión del árbitro fue por orden de un sujeto que se encontraba fuera de la cancha, detrás de la malla ciclónica.
Al reclamarle los jugadores al árbitro de por qué hacía caso al sujeto de fuera para sacar la roja, ese sujeto nuevamente intervino y gritó y ordenó al árbitro que expulsara a otro jugador que estaba en la banca. Esta situación ocasionó que interviniera otro miembro del equipo para exigirle una explicación al silbante, pero de manera increíble también fue expulsado por orden de la persona que estaba fuera de la campo.
El capitán del equipo fue entonces a reclamarle al sujeto que estaba fuera y para su sorpresa resultó ser José Luis Cervera, quien de acuerdo a los jugadores y familiares se encontraba en aparente estado inconveniente. Ante el airado reclamo, José Luis Cervera dijo que llamaría a la policía, pero los jugadores le dijeron que efectivamente, sería conveniente llamar a la policía pero para que lo arrestaran por el estado en que se encontraba.

Finalmente, la prudencia del equipo afectado prevaleció y no paso a mayores consecuencias. Sin embargo, al salir el reporte de la siguiente jornada, apareció que el equipo Forza 12 estaba dado de baja “por indisciplina”, pese a que solo hubo reclamos por las decisiones tomadas por el árbitro a instrucciones de una persona que estaba fuera de cancha, en aparente estado inconveniente.

Debido a que apenas era la quinta jornada, el equipo dado de baja solicitó la devolución de su cuota de inscripción y participación, pero José Luis Cervera ha negado la devolución.
Indignante, vergonzosa y actitud fraudulenta de quien utiliza la bandera del deporte para hacer negocio y beneficiar sus intereses particulares, pero más triste y lamentable que involucre y manche la imagen de instituciones como el Rogers Hall y Tec Milenio, que de buena fe rentan sus campos a José Luis Cervera para sus negocios particulares.
A continuación el reclamo que había hecho el equipo Forza 12, antes de que les notificaran la “baja” del torneo:
Reclamamos bajo protesta los siguientes puntos:
1.- La expulsión a través de una tarjeta roja directa al jugador Juan Pablo al momento de saltar buscando el balón, la mano de Juan Pablo roza la cara del jugador contrario sin ningún afán de agredirlo, no fue una agresión premeditada, ni un codazo,
2.- La roja directa al jugador Alfonso, fue una instrucción directa de personal que se encontraba a fuera de la cancha, ni el anotador ni el árbitro sabían que estaba pasando.
3.- La tarjeta roja al jugador Rafael, de igual forma fue por instrucciones de la misma persona que se encontraba fuera del cancha deportiva. Sin ningún argumento claro ni válido. Ya que en ningún momento se insultó ni se agredió físicamente ni al árbitro, ni al anotador ni a ningún jugador de campo
4.- Es inaceptable que personal externo a las canchas, sin ninguna identificación, y personal en claro estado inconveniente gire o de instrucciones directas al anotar ni mucho menos al árbitro ,en turno, para expulsar jugadores. Son inaceptable estas acciones en el torneo ya que el torneo pierde seriedad y credibilidad.