Lo bueno… Lo malo…
Bueno, magnífico fue que el cuadragésimo sexto (46) presidente de los Estados Unidos, Joe Baiden (Biden) finalmente haya tomado el mando de esa nación, pese a las sombras de protestas del presidente saliente, y algunos de sus seguidores, quien no estuvo presente en la ceremonia de cambio de mando.
Superlativo que el mensaje de Biden haya sido un llamado a la unidad, a desterrar odios y el racismo, entre otras cosas, con la frase que sintetiza su mensaje al pueblo norteamericano: “Hoy celebramos el triunfo no de un candidato, sino de una causa, de una democracia, de la voluntad del pueblo”.
Para refrendar sus palabras, una de sus primeras decisiones ejecutivas fue cancelar la construcción del muro fronterizo entre EE.UU. y México. Nuestro Presidente señaló a Biden, según Marcelo Ebrard, que los puentes abren paso a la cooperación y el entendimiento. No olvidó Biden el momento doloroso de rendirle homenaje a más de 400 mil fallecidos a causa del coronavirus y por la memoria de estos dijo que trabajará para que: “…hoy, en este momento, comencemos de nuevo todos, comencemos a escucharnos, vernos y respetarnos mutuamente. La política no tiene porque ser una conflagración destruyéndolo todo”.
Malo, muy malo sería que el odio sembrado por Donald Trump impida o retrase los buenos propósitos de Joe Biden, pero esa parte de la historia aún está por verse. Por de pronto el ex presidente Trump, espera desde su mansión en Florida que se cumpla la decisión del Senado de su país, para enfrentar el juicio político a que será sometido como un ciudadano común y corriente y no como presidente de los Estados Unidos, pero esa será otra historia para contar…
Muy bueno que como de costumbre el amigo Lic. Rolando Bello Paredes, en bien documentada nota haga luz en torno al ¿lío? entre el INE y la presidencia de la República. Aquella institución le ha recordado al Presidente, ¿lo sabía o lo olvidó?, el silencio necesario y la prudencia, ordenada desde la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para no usar esa tribuna para llevar agua a su molino con fines electorales y no como medio para informar directamente de las actividades en beneficio de la Nación y de sus habitantes.
Malo, pésimo es que Andrés Manuel López Obrador haya ripostado ni tardo ni perezoso: No permitiré que me silencien. Si no has leído la nota, estimado lector, te la recomiendo, está bajo el título: El embrollo de las mañaneras. Conlleva un elegante pescozón al Ejecutivo estatal…
Bueno es que haya gobernadores, 19, que estén interesados en adquirir vacunas contra el coronavirus, para hacerlas llegar a toda la población del Estado.
Malo es que no les deseemos el mejor de los éxitos en esa empresa a los gobernadores interesados en la salud de su pueblo, porque como dijera Mauricio Vila Dosal, de acuerdo a Mis-Noticias: será muy difícil la adquisición debido a que prácticamente toda la producción de vacunas está ya comprometida con los gobiernos de diferentes países. Desearles la mejor de las suertes para cumplir esa difícil misión es también desearles lo mejor a los habitantes de esos estados del país que tienen gobernadores que se preocupan por ellos.
Malo es que antes de decir adiós esta Columna no recuerde a dos buenos amigos que han hecho mutis en nuestra escena: Henry Gómez Rodríguez y Manuel Saturnino Ávila Noh.
A Henry lo sorprendió repentinamente la parca. Convivimos durante su trayectoria como personaje público. Terminó su labor como presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionados por el Gobierno del Estado de Yucatán.
Con Manuel Ávila llegué a convivir en la calidez de su familia, con su esposa Norma y sus hijos Erick, “Cuxum” y Gisell, apenas unos niños. El tiempo nos llevó por sendas diferentes, él en el servicio público y yo en el periodismo. Manuel y Henry: Hasta siempre…