El Comentario de Jorge Rojas
Cuando 2 personas (mujer y hombre) suscriben el contrato civil del matrimonio, se crean derechos y compromisos mútuos, que pueden tanto en lo afectivo como en lo material, darse por concluidos mediante la figura jurídica del divorcio, promovida y aprobada en Yucatán, durante el gobierno de Felipe Carrillo Puerto.
La disolución del matrimonio, no exime a los ex esposos de la responsabilidad y la convivencia sana con los hijos, en el caso de que los hayan procreado, hasta más haya de la mayoría de edad en caso de continuar con los estudios académicos.
Como suele suceder de tiempo atrás, existen padres que se desobligan de su responsabilidad no solamente legal, dejando toda la carga a la madre de sus hijos, lo que casi en todos los casos, genera un efecto nocivo a las criaturas inocentes, circunstancias que pueden afectar psicológicamente a quienes tienen todo el derecho de atención y amor de sus progenitores.
Por lo regular, los hombres son quienes más contribuyen en la degradación afectiva y mental de quienes llevan su genes, pero también a veces, las mujeres hacen lo suyo para causar un daño que puede llegar a ser irreversible para esos niños que llevaron en su vientre varios meses.
Aunque el divorcio y/o la separación de la pareja no es para nada algo nuevo, hoy en día los casos se han incrementado en comparación a años anteriores, produciendo más familias disfuncionales y en consecuencia, alto riesgo y abono para mayor descomposición del llamado “tejido social”.
Este indeseable mal, es algo global como el Covid-19 y aunque no es causante de millones de infecciones y cientos de miles (hasta hoy) de muertes físicas, estoy cierto que sí las llega a causar en determinado tiempo, bajo la modalidad de suicidio.
Traer hijos al mundo, no es cosa de juegos infantiles, es algo que requiere de una verdadera certeza y corresponsabilidad, algo que no pocos consideran.
Los hijos no deben de pagar los errores de los padres, ni tampoco ser rehenes de alguna de las partes; los hijos se traen a esta vida para darles todo nuestro amor y procurarles todo lo necesario hasta el día que tengan la edad, para ser autosuficientes. Los hijos son una gran bendición y responsabilidad! ¿No le parece?
Jorge A. Rojas Gamboa. Mérida, Yuc., septiembre-18-2020
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Notas al calce: Dice un refrán: “Haz feliz a un hijo y estarás menos lejos de llegar al cielo”.
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