Huevos verdes son producidos en una granjita de Ixil


Mérida, Yucatán, 29 de abril de 2021 (Rafael Mis Cobá).- Si bien las cebollitas de Ixil han dado renombre a este municipio por ser la única población de Yucatán y quizá del país donde se cultiva esta variedad con características específicas y sabor inigualable, Ixil también se convierte ahora en la primera comunidad donde se producen huevos verdes o azulados.  

Doña Bety con su traste lleno de huevos verdes-azulados

Y no son huevos pintados o en descomposición, sino huevos con cáscara verde ovadas por una raza de gallinas originarias de Chile conocidas como mapuche, araucana, quetra o kollanka.  

Mis-Noticias fue invitado a visitar el pequeño gallinero donde la señora Beatriz Marisol Garrido Vallejos cría aproximadamente 100 aves, como parte de un proyecto de auto-sustentabilidad y de apoyo a las mujeres promovido por la Fundación Yansa, a cargo del ambientalista Sergio Oceransky Losana, así como con la asesoría de la profesora investigadora de la Facultad de Antropología de la UADY, María Teresa Munguía Gil. 

La granjita se ubica a la salida norte de la población, en un pequeño espacio cercado con malla de alambre y maderas y techo de lámina, donde doña Beatriz y su esposo Cecilio, cuidan las gallinas de cola corta y plumaje grisáceo. 

También cría 500 aves ponedoras de huevos orgánicos

La señora Beatriz destacó que los huevos que produce son más saludables porque las gallinas son alimentadas con yerbas, hojas de moringa y de uaxin, así como con restos de verduras y tortillas que sobran de la cocina, complementadas con pasta de soya, sorgo y maíz.  

Explicó que la comercialización de los huevos está garantizada debido a que se tienen acuerdos con compradores que gustan de este tipo de alimentos y cada huevo verde se vende entre 6 a siete pesos.

“Son gallinas que no están encerradas todo el día y las alimentamos de manera ecológica, de tal manera que las aves no están estresadas como sucede en las grandes granjas convencionales, así que los huevos que producimos tienen mejores nutrientes y lo más importante es que están libres de hormonas y fuentes de contaminación”, apuntó. 

La colecta de la tarde

Remarcó que el proyecto de sustentabilidad y apoyo a las mujeres busca no solo mejorar la economía familiar, sino también regresar a la alimentación sana que practicaban los abuelos en sus patios y milpas.

“Tenemos que entender que las mujeres necesitamos recuperar nuestro territorio y nuestras costumbres; tenemos que buscar la manera de empoderarnos y tener sustentabilidad económica en la casa”, acotó. 

Las gallinas de los huevos verdes

Precisó que ante la pandemia del Coronavirus que afecta a todas las familias, “esto nos sirve un poco para salir adelante y demostrar que los esfuerzos colectivos son el camino para superar los problemas que nos afectan día a día”.

Doña Bety sostuvo la necesidad de acabar con los egoísmos y sacar a flote la solidaridad y el apoyo mutuo no solo entre mujeres, sino entre la población en su conjunto. 

“Queremos que las mujeres se unan y que se acabe ese egoísmo que a veces hay entre mujeres y pobladores en general; acabar con esas divisiones, críticas y pleitos que hay entre una comunidad, y, al contrario, sumar fuerzas y voluntades para defender nuestros derechos y nuestras tierras que vienen a arrebatarnos gente de fuera”. 

Destacó la importancia de fomentar este tipo de granjas sustentables para regresar a los tiempos en que los hijos y la familia en general comían sanamente sin depender de las transnacionales, como lamentable sucede ahora. 

La gallina araucana es originaria de Chile y de la zona cordillerana de la Argentina. Tiene características diferentes como el hecho de que su cola es corta o carece de ella, además de que es la única raza que pone huevos de color verde y azulado.  

El Instituto de Estudios del Huevo de Chile señala que el color de la cáscara depende de la concentración de pigmentos, denominados porfirinas, depositados en la matriz cálcica y no afecta a la calidad, ni a las propiedades nutritivas del huevo. Los diferentes niveles de coloración dependen del estado individual de la gallina. La yema y clara del huevo son de color normal y solo la cáscara es de tono verdoso y azulado.   

La fundación Yansa también apoyó a las mujeres ixileñas con el reparto de 10 a 15 gallinas ponedoras (no de huevo verde) a 84 amas de casa, de tal manera que a la semana puedan producir caseramente un promedio de 105 huevos, ya sea para consumo familiar o para venderlos a 3 pesos cada uno.

Doña Bety también fomenta en el patio de su casa un gallinero con unas 500 aves ponedoras, las cuales también son alimentadas con productos naturales sin hormonas o químicos.

Destacó que si las mujeres de la localidad fortalecen su organización existe la posibilidad de que la Fundación Yansa continúe con los apoyos y los amplíe a un mayor número de hogares.