Lo bueno… Lo malo…
Un hombre que vivió por y para la música ha hecho el mutis eterno, para alegrar la armonía celestial con su trova nueva, desde luego se llama Pablo Milanés, nacido en Bayamo, Cuba en 1943.
Pablo, el niño, estuvo ligado, de una u otra manera a México, primero por la música vernácula de aquellos tiempos, porque cuando Pablo tenía 6 años de edad, 1949, ganó un concurso de radio, nada menos que con la canción Juan Charrasqueado.
La causa de su deceso, según los médicos fue un problema oncohematológico, que según nos dicen es el proceso cancerígeno en los órganos que originan la sangre.
El deceso de Pablo se ha dejado sentir en el universo de la música, incluso cuando inició su dolencia, en 2017 y sus tratamientos médicos que lo obligaron a cancelar conciertos.
Para despedir a Pablo, en el siguiente párrafo entrecomillo los títulos de algunas de sus canciones: “Yo no te pido” más de lo que con tanto cariño nos has dado con tu música, que podría decirse que es “El amor de mi vida”. No habrá silencio entre blancas y negras, corcheas y semicorcheas, porque te fuiste “De qué callada manera”, pero “Para Vivir” tengo tú música que nos transportará hacia tu nuevo mundo en “El breve momento que no estás”.
Lo malo de las marchas que ya se están poniendo de moda, por asuntillos de tipo político, unos que, por el INE, en su defensa, etc. lo cual no está mal y para este domingo el preciso convoca también a una marcha, a su manera, según nos dice La Jornada: “Tenemos mucho que informar, mucho y muy bueno todo. Ya hasta parece que estamos al final de nuestro mandato y todavía nos faltan como 21 meses. Se van a realizar muchísimas cosas todavía, porque ya están sentadas las bases de la transformación”,
Lo bueno, si es sincero nuestro preciso es que sus intenciones son para mejorar las cosas, así dice, pero no hay que olvidar que no se deben hacer cosas buenas que parezcan malas, ni malas que parezcan buenas.
En este asunto de ataques y contraataques por “la vida del INE”, hay que pensar que el sustento de la vida nacional, que costó más de dos millones de muertos, fue precisamente para tener un Estado realmente democrático.
Desde estas modestas notas, el deseo ferviente, sincero es que lo que se está haciendo, por tirios y troyanos, sea, precisamente para consolidar nuestro Estado libre, Soberano y democrático.
Por de pronto nos aseguran que la marcha del domingo 27 tendrá como marco el adelanto del informe anual de actividades, que debía rendir ante la soberanía popular y del Congreso, el primero de diciembre.
Esa marcha irá del Ángel de la Independencia, al zócalo de la Ciudad de México. Esperemos que sea para bien.
Por de pronto el llamado del preciso es para defender la democracia y también la iniciativa de reforma constitucional, la cual considera, si es rechazada, antidemocrática.
En este asuntillo de las democracias, mucho habría que decirle a la Gordis, a ver si reforma su manera de tratarme, porque en este puentazo me hizo trabajar, ¡qué doble!, el triple, que si arregla la llave que se gotea, que si los apagadores están fallando, que deja tu computadora, que solo te la pasas escribiendo y suspirando porque esta vez no vas a ir con tus compadres, que si esto, que si lo otro…