Espaldarazo al “Gordito Marín”


Lo bueno… Lo malo…

Bueno, muy bueno que “Alito”, Alejandro Moreno Cárdenas, el presidente nacional del PRI le haya dado el “espaldarazo” a Jorge Carlos Ramírez Marín, actual senador por ese partido y que además dijo, cuando las cosas le iban muy mal al tricolor, en Yucatán, el “Gordito” fue el único candidato que ganó las elecciones en aquella contienda electoral.

Quienes hemos sido testigos de la trayectoria de Jorge Carlos, lo hemos visto avanzar, ganándose los lugares, por los que ha transitado en nuestra política, como se dice por ahí, a pulso y eso no lo ha detenido para llevar a quienes le dieron la confianza del voto, servicios y la atención que raramente, quienes obtienen el puesto, electoral solo por ser hijín de papi, ni se preocupan de aquellos a quienes representan.

Malo, que con todo ese bagaje de servicios y de capacidad administrativa, del aspirante al gobierno del Estado, haya quienes dentro de las cenizas tricolores, quieran transformarlas en negras y pongan su granito de arena, o mejor como le dicen por ahí, el “fuego amigo”, que ya hemos visto como se devora a buenos candidatos, porque “Si la silla no es mía, de nadie”. Esperemos que ese no sea el caso.

Poco falta ya para ver la respuesta del electorado, en torno a la figura del senador Jorge Carlos Ramírez Marín.

Bueno, muy bueno que Citibanamex, haya salido a la palestra para mantener calmaos, calmaos a sus clientes, ante la posible venta de esa institución bancaria, que en realidad son dos, Citigroup y Banco Nacional de México.

Malo es que el preciso haya saltado a la palestra indicando que es un buen negocio comprar un banco. Además se dice que ya se cayó el negocio del empresario, de pésima fama por la mala atención que les da a sus empleados, a los cuales se dice los explota hasta el punto de que pierden la vida, sobre todo en el negocio minero, como Pasta de Conchos y anexas.

Citigroup afirma que conservará los negocios de casa de bolsa, mercados y banca privada global. Se venderá todo lo que corresponde a Banamex, sucursales, afore, aseguradora, negocio de tarjetas de débito y crédito.

Y lo mejor del asunto es que se ha dicho que el precio de todo eso es más de un millón de millones de pesos, es decir, un billón, 433 mil 851 millones de pesos y vaya, todo parece indicar que el Estado mexicano le quiere meter el diente.

Según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Citibanamex tenía, hasta noviembre del 2022 1,276 sucursales, 9,012 cajeros, 7 millones 168,038 tarjetas de crédito, 209,373 de débito y 31,406 empleados.

La institución bancaria ha asegurado que continuará sus operaciones normalmente y que ninguno de sus trabajadores o de su clientela se verán afectados. Si la venta se concreta la mayoría de las y los trabajadores se quedarían en Banamex y otra parte se iría a Citi. El total de empleados está próximo a los 40 mil.

Bueno un caso que se ventila en un Juzgado de la Ciudad de México es el de la naviera Oceanografía, quien no quiere que se venda ese banco, hasta que le pague 5,200 millones de dólares que reclama por reparación del daño.

Resulta que en 2014 Citibanamex acusó a esa compañía de defraudar al banco con más de 500 millones de dólares, pero hasta ahora, según se dice, el fraude no ha sido comprobado. Pero mire usted que el preciso ha saltado a la palestra y aseguró en una de sus mañaneras que no se detendrá el proceso de venta, a causa de esa denuncia y que la Presidencia estará pendiente de la compraventa para que se garantice el pago de los impuestos correspondientes.

Poderoso caballero es don dinero…

Se pone interesante el asunto. ¿O no?