Mérida, Yucatán, 21 de enero de 2021 (Agencias/Mis-Noticias).-Los Juegos Olímpicos de Tokio están en riesgo de volver a ser cancelados debido a que la pandemia de Covid-19 no cede en el mundo e incluso los casos van en aumento.
De acuerdo a varas agencias informativas, el gobierno japonés se habría reunido en secreto para determinar que el evento deportivo tiene que suspenderse por el coronavirus y que ya empezó la logística para ser sede en el 2032, después de París (2024) y Los Ángeles (2028).
De concretarse esta situación, sería la tercera vez que se cancelan unos Juegos Olímpicos, la primera en tiempos de paz. Las antecedentes son de Berlín 1916, por la Primera Guerra Mundial, y Helsinki 1940 y Londres 1944, por la Segunda Guerra.
Según reporte de The Times, un alto miembro de la coalición gobernante habría informado que “hay acuerdo en que los Juegos, ya postergados un año, están condenados. El objetivo ahora es encontrar una forma de anunciar la cancelación que salve las apariencias y que deje abierta la posibilidad de que Tokio sea el anfitrión en una fecha posterior. ‘Nadie quiere ser el primero en decirlo, pero el consenso es que es demasiado difícil’, dijo la fuente. “Personalmente, no creo que vaya a suceder”, explicó el rotativo británico.
El certamen que debía celebrarse en Tokio en 2020 fue reprogramado por la pandemia del COVID-19 para el 23 de julio de este año, pero ahora el periódico The Times adelantó que desde el gobierno nipón ya han informado al Comité Olímpico Internacional (COI) de que hay garantías para la celebración del masivo evento.
Pese a esta información, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, declaró este jueves que está convencido que el eventose celebrará en sus fechas previstas (23 julio-8 agosto de 2021). “No tenemos en este momento ningún motivo para creer que los Juegos Olímpicos de Tokio no se vayan a inaugurar el 23 de julio”, aseguró en una entrevista a la agencia japonesa Kyodo.
“Por eso no hay un plan B y por eso estamos totalmente comprometidos a hacer que sean unos Juegos seguros y exitosos”, aseveró. Bach sí insinuó que el número de espectadores en los Juegos podría ser reducido, al afirmar que su organización debe ser flexible y debe estar dispuesta a hacer “sacrificios” para proteger la vida de la gente.
La misma determinación se percibió esta semana en el Comité de Organización de Tokio 2020. “La disputa de los Juegos es nuestro punto inflexible y, partiendo de esa base, no hablamos de nada más”, dijo a la AFP el director general de los organizadores nipones, Toshiro Muto. Muto no excluyó sin embargo que la competencia tenga que disputarse con un número limitado de espectadores, o incluso sin nada de público.
Ante los casos récord de infecciones por COVID-19, el gobierno japonés decidió este mes la reinstauración del estado de emergencia en una parte importante de Japón, que incluye Tokio y su enorme periferia.
En enero de este año alrededor del 80 por ciento de japoneses encuestados por la agencia oficial de noticias del país, Kyodo, habían opinado que los Juegos Olímpicos de Tokio deberían quedar aplazados de nuevo o directamente suspendidos definitivamente dadas las perspectivas de la crisis del coronavirus. Según la encuesta, el 35,3 por ciento se mostraba a favor de la cancelación, mientras que el 44,8 por ciento dijo que el evento debería retrasarse una vez más.
El brote de COVID-19 en Japón sigue siendo comparativamente pequeño, con alrededor de 4.700 muertes desde que comenzó la pandemia, pero los médicos dicen que los hospitales corren el riesgo de verse abrumados en las áreas más afectadas. En el último reporte se detectaron 5.447 y hay casi 70 mil activos en la nación que posee más de 126 millones de habitantes.
Las medidas sanitarias y el aplazamiento han incrementado el costo previsto en 294.000 millones de yenes (USD 2.800 millones de dólares) para un total, mínimo, de 1.640.000 millones de yenes (USD 15.800 millones de dólares), lo que haría de Tokio 2020 la edición de los Juegos de verano más cara de la historia, que además podría celebrarse sin público, lo que desplomaría cualquier perspectiva de ganancia, es por eso que la decisión de la cancelación definitiva ha unido a los sectores políticos del país, según The Times.