Lo bueno… Lo malo…

Por Mariano Quintal Yam
Bueno es que el juez sexto de Distrito Ricardo Ruiz del Hoyo Chávez le haya negado el juicio de amparo al hasta ahora director del Centro de Estudios Superiores de Trabajadores de Yucatán, CTM Luis Alberto Echeverría Navarro, por denuncias relacionadas con acoso sexual a alumnas de ese plantel.
Excelente es que la joven agredida, fueron dos, haya o hayan tenido el valor de denunciar el hecho, ocurrido en las propias oficinas del galardonado en economía, medalla “Ifigenia Martínez y Hernández”, a través del Colegio de Economía de Yucatán -seguramente ahora le darán el galardón a la excelencia en la protección de los derechos de las mujeres. La agresión fue el pasado día siete, según ha comentado la columneja.

La defensa jurídica de Echeverría Navarro tramitó el amparo, para impedir que al menos 10 instancias judiciales y ministeriales pudieran dictar alguna orden de aprehensión por los hechos que se reclaman y que la menor agraviada ha hecho públicas con lujo de detalles los actos cometidos en su contra, mientras el veterano director del Centro cetemista la encerró en el privado, ya que le puso seguro a la puerta para impedir que la joven pudiese escapársele.
Malo, pésimo sería que en la audiencia constitucional que deberá verificarse este viernes 29, minutos antes de las 12 horas Echeverría Navarro pudiese quedar libre de culpas por obra y gracia de San Influyentismo, del que ha disfrutado largamente en su calidad de “obrero”, heredero de las glorias de aquel inolvidable Gonzalo Navarro Báez, autor intelectual de ese Centro de Estudios, en el que soñaba que las y los jóvenes hijos de los obreros, que el defendía férreamente, pudiesen estudiar, para acceder con tino en el mundo productivo, a través de la educación, con pagos por esa enseñanza, que estuvieran al alcance del salario que devenga un obrero, pero todos sabemos la historia que hasta ahora lleva ese plantel, en los 40 años o más con la jetatura del sobrinito incómodo en el “trono” del mencionado Centro de Estudios Superiores.
La justicia debe alcanzar a todas las afectadas, porque se indica que hay denuncias por el mismo delito, que llevan varios años durmiendo el sueño de los justos…
Veremos.
Bueno es que el descarrilamiento del tren maya no haya dejado personas lesionadas, pero malo muy malo es que en las primeras versiones de las causas se hubiese querido responsabilizar del percance al conductor del tren, en la terminal de ese tren, en Kimbilá, Izamal.

El pasado martes 19 se registró un segundo descarrilamiento de ese tren, en Yucatán.
El primer percance a este transporte se registró en marzo del 2024, en la estación de Tixkokob. En esa ocasión se dijo que la inadecuada fijación de tornillos en un cambio de vía fue la causa de ese incidente.
El secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval informó en la mañanera presidencial que una pieza llamada clamp no ajustó de manera adecuada y fue la causa del descarrilamiento.
En torno a este triste asunto, que afortunadamente no dejó daños personales que lamentar, se recordó la filtración de una conversación, publicada por el periodista Loret de Mola, en la que se indicaba que el balasto, o balastro, base para la instalación de rieles, era de mala calidad, dijeron los involucrados que si a causa de eso se descarrila el tren maya, “eso será otro pedo”.
Malo, que malo, pero no solo eso, sino horrible…