Lo bueno… Lo malo…

Por Mariano Quintal Yam
Malo es que, a través de un medio informativo local, dirigentes de la iniciativa privada hayan reconocido que, en Yucatán, principalmente en Mérida sí existe la extorsión o el mal llamado cobro de piso por parte de la delincuencia organizada, en uno de los Estados más seguros del país, como se dice que lo es nuestro amado terruño.
En pasada colaboración la columneja lamentó profundamente que una mujer con deseos de trabajar, maestra jubilada, y para completar para el “chivo”, es decir, para la comida, se desempeñaba como trabajadora del volante, no aquí en Yucatán, pero sí en su natal Veracruz, como bien recordarán mis dos lectores.

En esa misma colaboración dijo la columneja que tiene noticias de personas que ya recibieron la visita del crimen organizado para cobrarles derecho de piso y han preferido no denunciar este hecho y cerrar sus negocios, para proteger la vida de sus seres queridos.
Los dirigentes empresariales del patio insisten en que hay que denunciar esa extorsión para ponerle coto, pero mientras las autoridades judiciales investigan, ¿quién protege a esos ciudadanos?
Desde hace ya algunos años, se han dado los fraudes, las extorsioners vía telefónica, pero salvo avisos y formas para tratar de frenar esos delitos, las autoridades, que se sepa, NO han detenido a las o los perpetradores de esos delitos.
Ha de ser tarea casi imposible, piensa la columneja.
Tal vez eso haya permitido que ahora quienes se dedican a las extorsiones o al mal llamado cobro de derecho de piso ya estén visitando personalmente a sus futuras víctimas.
Y es cierto solo denunciando los hechos se puede poner coto a la delincuencia organizada, pero ¿habrá forma de garantizar laz seguridad en vidas y propiedades de las o los denunciantes?
Nuestras autoridades tienen la palabra.
Malo sería que las o los delincuentes tuvieran la razón, ¿o la fuerza?
Y hablando de fuerza, es malo, malísimo que un maestro, concretamente un director, no de una escuela cualquiera, sino de una universidad, haya sido acusado de intento de violación por una de las alumnas de ese plantel, que de acuerdo con la denuncia UNAT/721/2025, interpuesta ante la Fiscalía General del Estado recibió un trato indigno a manos del mencionado rector.
En su cuenta de Facebook la afectada narró los angustiantes momentos vividos, no en la calle ni ningún lugar riesgoso, sino en las propias oficinas del director, que por cierto en marzo pasado, en el auditorio de ese plantel. Recibió la medalla Ifigenia Martínez y Hernández, como reconocimiento por su trayectoria. Esa medalla la entregó el Colegio de Economía de Yucatán.
La columneja ha leído la aberración, de ser ciertos los hechos, cometida en contra de una alumna, que en muchas o en todas las ocasiones ven a sus maestros como guías para tener un timón firme que los lleve a buen puerto en la consecución de sus aspiraciones de una mejor vida a través de la educación.
Lo que está pésimo, insiste la columneja, de ser ciertas las versiones dadas es que la autoridad responsable de proteger a la ciudadanía, contra delitos como el cometido en contra de una alumna NO ha hecho nada al respecto, según afirmó la afectada, hasta el momento de cerrar estas líneas.
El relato de la joven estudiante fue más o menos así: Me dirigí a él para resolver unos asuntos académicos… pero lo que recibí fue acoso e intento de violación, yo al explicarle mi situación aprovechó para empezar a insinuarme sus intenciones, los nervios me ganaron y no buscaba qué hacer o cómo salir de su oficina, ya que al ingresar le puso seguro aparte a su puerta lo que no me permitía salir, aprovechó ese momento en el que yo solo buscaba ayuda de parte de la escuela para poder continuar con mis estudios y empezó a tocar mis partes íntimas diciendo que con su ayuda podría concluir mis estudios…
Es inenarrable el terror que habrá sentido la joven, de manos de alguien que está para apoyarla y no para abusar de las alumnas de ese plantel. Si alguno de mis dos lectores quiere abundar más en este lamentable caso puede acceder a facebook.com Mis Noticias, en donde la agraviada pide el apoyo gubernamental para poner fin a este lamentable asunto.
Por cierto, se dice que no es la primera vez que el director del Centro de Estudios Superiores CTM se ve involucrado en estas lides de acoso sexual.
Las autoridades tienen la última palabra.