De pinchadas, grillas y precandidatos


Lo bueno… Lo malo…

Bueno, muy bueno, excelente, que Mis-Noticias nos dé a conocer que una mujer trans será la candidata para la alcaldía de Progreso por el partido del sol azteca, PRD o Partido de la Revolución Democrática. Ana Naomí Arjona Rosas, Nina, como se le conoce, es la elegida y realiza su intensa lucha en favor de la comunidad LGBTTTIQ, además de que como se nos informa fue la primera mujer trans en casarse legalmente, el 17 de septiembre de 2010 en la Ciudad de México. Dos años antes fue la Reina Gay en ese municipio. Un sacerdote tuvo el valor de formalizar esa unión, pese a las críticas de la Iglesia Católica.

Malo es que no digamos que ante el movimiento grilleril, Naomí primero había puesto su trabajo político en Movimiento Ciudadano, pero como nos ha informado Mis-Noticias ese partido ha tenido serios problemas en el Estado, por el arribo de dirigentes que muchos en ese organismo político no ven con buenos ojos. Y peor que no señale que los legisladores en Yucatán no han querido hacerle frente al asunto de los matrimonios entre parejas del mismo sexo, por lo que los matrimonios de ese tipo no son válidos en Yucatán, porque el Código Civil los prohíbe, expresamente, según dijera el magistrado de Circuito José Atanasio Alpuche Marrufo. Requetecontrapeor que, incluso, la Suprema Corte de Justicia ha concedido amparos para evitar la discriminación contra este tipo de matrimonios. ¿Y nuestros legisladores? Bien, gracias, cobrando la jugosa dieta…

Bueno, como se espera, Jorge Carlos Ramírez Marín podría ser postulado por el Partido Revolucionario Institucional para ser el candidato a la Alcaldía de Mérida, sin lugar a dudas una carambola de tres bandas, porque el aspirante tendrá que pedir licencia por su representación como senador de la República. Si logra recuperar la presidencia municipal meridana, pues ya ni duda cabe que será el próximo candidato para la gubernatura del Estado. Y si algo sale mal, pues otra vez a la “miserable” dieta de senador…

Malo es que no se diga que Jorge Carlos tiene todo para perder, no por su falta de capacidad y sensibilidad política, que conste, pero sí, porque el instituto político por el cual contenderá no sólo está devaluado, sino en grado sumo depauperado por los yerros cometidos por sus otrora “figuras, figurotas y figurines” políticos. Peor es que no deseemos la mejor de las suertes para todos los contendientes en esta liza política y sobre todo para nuestra bella Mérida y quienes en ella habitamos.

Magnífico que el gobierno del Estado haya tomado cartas en el asunto, para organizar la aplicación de las vacunas contra el Covid.19 en Yucatán, que como se sabe, primero será aplicada al personal sanitario, médicos, enfermeras etc. para agudizar la lucha en contra de este terrible virus que ha puesto en jaque a la humanidad. Y mejor es que se haya tomado la decisión de aplicar la vacuna en las mismas instalaciones hospitalarias donde labora el personal médico y no que éste acuda a las instalaciones militares, para recibir el “piquete salvador”. Ojalá sea verdad.

Pero muy malo o peor es que no se tomen las medidas adecuadas, para evitar que se repitan los casos de corrupción o de influyentismo, para que aquellos que no tienen derecho estén en primera fila para ser inmunizados contra el chiwo gusano, como ya se ha indicado ha sucedido en la ciudad de México y otros sitios en donde “influyentes sindicalizados” acudieron para ser los primeros en recibir la vacuna, o de médicos inconscientes que antepusieron a sus familiares, por encima de a quien le tocaba recibir el “piquetazo inmunizante”.

Ya me voy corriendo para comprar alcohol y algodón para la pinchada en las nalguitas. ¡Oh no, si no será en los glúteos por donde me entrará la esperanza de más vida, sino en el hombro izquierdo! ¡¡Uuufff!