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¡Ah qué cosas del Bartolo!

Lo bueno… Lo malo…

Terrible, el que un sujeto haya echado a un cazo con aceite hirviendo a un perro, al que conocían como Benito o Scooby, pero lo peor es que gracias a una cámara, en el mencionado negocio se pudo comprobar que el tipo conocido como Sergio “M” o Sergio “B” “C” era ni más ni menos que un policía adscrito a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.

¡Hágame el refabrón cavor! Alguien que está para proteger a la ciudadanía, que incluso –se supone ya sabe lo que son los derechos humanos, las prerrogativas fundamentales y el proceder de una persona de bien- osó matar de la manera más cruel a un animalito que ni la debía ni la temía y nada más para convencer al dueño de la carnicería, quien aseguró que el sujeto lo habría amenazado de muerte y que como MacArthur, toda proporción guardada, amenazó con volver a terminar su obra, pero en la humanidad del carnicero.

Los hechos se dieron el pasado domingo 28 a las afueras de la carnicería que se ubica en la calle Benito Juárez de San Pablo Tecalco, Tecámac.

Por el maltrato animal el mal policía podría recibir hasta 6 años de cárcel y falta ver cómo le irá por el intento de homicidio en contra del carnicero.

Y conste que esta columneja, de ninguna manera generaliza que TODOS los agentes policiales son como este abominable sujeto.

En muchas partes del mundo, siempre podremos encontrar a personas que le han dado dignidad y lustre a las corporaciones policiales en las cuales les tocó servir, dejando todo un legado de lo que es el auxilio a la ciudadanía.

Es en estos casos, en donde la opinión ciudadana tiene importante, importantísima participación, para que con una conciencia muy clara anatematice a quienes deslustran a cualquier institución de gobierno, sin olvidar que hay que rendirle honor a quien honor merezca.

Nunca generalicemos el que por la actuación de una persona digamos que todas las demás que integran esa corporación son malas, indignas, como sin lugar a dudas lo es este freidor de perros, quesque dicen que está tan arrepentido que se le salieron tremendos lagrimones de cocodrilo.

Reconozcamos siempre a quienes cumplen con honor las encomiendas que les ha dado la sociedad, para cuidar y proteger a esa misma sociedad.

De nueva cuenta: anatema a quien se lo merezca y laureles de honor a quienes le den lustre a esos laureles, merced a su comportamiento positivo y ejemplar.

Malo, muy malo que al público se le engañe ofreciéndole gato por liebre, y esto lo decimos por el prolongado suspenso, que dejó en el desencanto a los fans de Enrique Guzmán, quien le dio vida al personaje televisivo del “Bartolo” y que en su faceta de cantante debía ofrecer un concierto en el Foro GNP, desde el pasado 18 de febrero.

Antes de la fecha mencionada se dijo que por cuestiones de logística ese concierto se aplazaba para este tres de junio.

A dos días de realizarse ese evento, la empresa promotora canceló definitivamente, mediante un comunicado, que Fundadores del Rock and Roll y el tal Enrique Guzmán, se cancelaba definitivamente.

Bueno, pues se dice que quienes compraron boletos desde principio de año, podrán recuperar su inversión, pero NO se dicen los motivos de la cancelación. Uno de los cuales podría ser la poca respuesta que se obtuvo en la taquilla, porque Guzmán es bastante recordado cuando en una de las Ferias de X’Matkuil, precisamente en el palenque, salió a su presentación y después de interpretar una melodía, se retiró sin más ni más dejando con un palmo de narices a sus fans.

Enrique Guzmán llegó a México, de su natal Caracas, Venezuela e inició su tarea artística con aquel legendario grupo de Los Teen Tops, 1957, si mal no recuerdo, luego de lo cual se nacionalizó mexicano.

La polémica siempre rodeó la vida de Guzmán, de quien se dijo tuvo una tormentosa relación con Silvia Pinal, de quien en más de una ocasión se aseguró que la golpeaba y a nadie se le olvida que su nieta Frida Sofía lo acusó de tocamientos inapropiados, cuando la niña tenía 5 años de edad.

Los “tocamientos inapropiados” se extienden hasta a su hija Alejandra y a Verónica Castro, a ésta le habría tocado un seno en plena presentación televisiva. Lo mismo haría con su hija, pero a ella le habría tocado la pierna y su comentario, según se dijo en esa ocasión, es que está bien buena.

¡Ah qué cosas del Bartolo!