Acoso sexual


El comentario


Un día cuando el columnista era un apuesto deportista de 15 noviembres y se encontraba esperando casi a la media noche su camión para ir a su casa; esto en la calle 57 entre 60 y 62 del Centro (camión de 64 Inalámbrica), observó un moderno auto negro que se medio detuvo y el conductor lo miró con discreción. Luego de una tercera vuelta y el transporte que no aparecía, el tipo se pegó a la banqueta y ofreció llevarlo a su hogar.
El columnista aceptó el ‘aventón’, pero desde que abordó el móvil, se preparó para repeler algún tipo de agresión, ya que percibió en el sujeto su preferencia sexual por los de su mismo género.
Durante los más o menos 15 minutos que demoró el trayecto, el conductor le dijo al columnista que era un empresario (sí, si lo era) y que le gustaría que el columnista trabajara con él en sus tiempos libres, indicándole el lugar de su empresa y oficina (65 entre 58 Centro).
Con el ‘colmillo’ bien afilado para su edad y la información con la que contaba al respecto, el columnista supo casi de inmediato quién era el que iba al frente del volante, mismo que intentaba obtener información del pasajero, algo que logró, pero falsa.
Al ya estar cerca de su humilde pero cómoda vivienda, el columnista solicitó bajar, diciendo que ya había llegado a su destino; lo hizo sin mayor inconveniente y despistó al homosexual, mismo que creyendo saber ya dónde estudiaba el columnista, le dijo que al día siguiente pasaría a verlo a la hora de salida, pero el columnista solamente sonrió para él mismo.
Por supuesto que en aquellos lejanos años los homosexuales también se dedicaban a la ‘caza’ de jovencitos, porque la pedofilia existe desde hace muchos siglos atrás y que tan presente está en estos tiempos, por lo que tuvo que ser considerada un delito muy grave.
Sin duda alguna, un pedófilo y/o un pederasta es un ser totalmente despreciable, ya que abusa de la inmadurez mental de los menores de edad, pero peor todavía cuando esos ‘torcidos’ son funcionarios públicos como en el caso venido a la luz pública en el libro ‘Los Demonios del Edén’, en donde hasta un gobernador fue complice, al igual que un senador y otros políticos, así como empresarios.
Hoy, esta practica criminal vuelve a tocar de manera escandalosa al estado de Puebla, porque un diputado federal poblano y de morena, fue detenido al estar comenzando abusar sexualmente de un menor de 15 años, en un hotel de la ciudad de México, luego de engañarlo para que saliera de Puebla, con el ofrecimiento de que sería su asistente; pero además drogándolo para hacer más fácil sus bajos y delictivos instintos.
No me cabe duda de que el todavía legislador federal es homosexual y tiene todo el derecho de serlo, pero a lo que no tiene derecho, es abusar y mucho menos, de un menor de edad.
Si tiene tantita ‘ma…teria’, lo mejor que haría, sería renunciar y enfrentar sin fuero, las consecuencias de su criminal acción! No le parece?
Jorge Alberto Rojas Gamboa.
Mérida, Yuc., abril-23-2021
Gracias por reenviar a sus contactos nuestra columna de hoy.
Móvil: 9999041216
Notas al calce:
Muchas felicitaciones a quienes hoy cumplen años.
Hasta la próxima!